Lucas Simón no sabe cuántos goles oficiales convirtió por Cobreloa. Es más, le recuerdan que ante Puerto Montt cumple 100 partidos con la camiseta naranja y se emociona. "Para mi es un tremendo logro, no sólo por lo estadístico sino porque siento que he podido devolver en cancha todo lo que este club y esta gente me ha dado", dice el argentino que llegó a Chile en el año 2011, a jugar por Unión La Calera. Y este país le terminaría cambiando la vida.

"Con el único otro club que me alcancé a identificar en la vida es con Nueva Chicago, donde jugué cuando era chico, me quedaba en una pensión y ahí estuve tres años. Por ser el club donde uno termina jugando profesionalmente, le tengo un cariño muy especial. Mi otro club de la vida es Cobreloa", comenta el capitán.

Simón siempre reconoce que para él, Calama terminó siendo su reinserción en el fútbol. "Venía de jugar poco y nada en Perú, cuando me rompí los ligamentos de la rodilla derecha jugando por Huachipato tuve que reinsertarme en el fútbol y que Cobreloa confiara en mí y me diera la oportunidad hizo que siempre sea un agradecido de este club. Por eso nunca he querido irme. Y después, con los goles comencé un romance con su hinchada que me entrega cariño en todas partes. He sido muy feliz en esta zona, tanto futbolística como familiarmente. Nos han entregado mucho en esta tierra", comenta el goleador.

Tranquilidad

Para muchos, el año de Simón ha sido incómodo, principalmente porque una vez que llegó el cuerpo técnico encabezado por Víctor Rivero, el equipo comenzó a jugar distinto a los sistemas de los últimos años. Acá, "El Santo" no deslumbra, no es aquél artillero que superó Esteban Paredes y Mauricio Pinilla en la lucha de los máximos goleadores del fútbol chileno, considerando Copa Chile y torneo nacional en la temporada 2018, cuando completó 23 tantos.

"Estoy muy tranquilo, cumpliendo mi rol dentro del grupo que es ser uno más, jugar cuando el técnico lo decide y si no, dejando que lo haga un compañero que viene mejor y que nos puede aportar algo distinto. Este grupo que se armó este año es muy bueno, yo me llevo bien con todos, no lo estoy pasando mal como algunos creen porque no me gusta estar en la banca. Eso es parte del futbolista, querer jugar. Pero si no me toca, que entre otro y lo haga bien por el equipo y no por objetivos individuales", dice el capitán.

Es tanto su compromiso con el objetivo del ascenso que incluso, le pone todas las fichas a sus compañeros en una eventual final como la del año pasado. "Todos saben que la pasé mal ese día pero siento que el fútbol siempre te da revanchas. Lo bueno es que estamos ahí arriba para ser campeones aún y si no se puede, hay otras posibilidades para conseguir dejar al club en primera división, que es el compromiso de todos", señala.

¿Y si se repite la final como en 2018? "Estando o no estando yo en cancha, estoy seguro que este grupo de jugadores la gana sí o sí", concluyó.

49 goles ha convertido Simón con la camiseta de Cobreloa. Fue goleador de Primera B en 2017 y 2018, consecutivamente.

33 años tiene el delantero que ha jugado en 11 clubes, incluyendo tres de Italia, uno de Perú, tres de Argentina y cuatro en Chile.

Nozomi Kimura protagonizó la jugada más polémica del partido entre Puerto Montt y Cobreloa, cuando el zaguero fue a la marca de Nicolás Gauna y el juez Piero Maza le cobró un supuesto penal, cuando recién el visitante había abierto al cuenta en el Chinquihue.

Pero el copiapino es honesto cuando reconoce que "hay un agarrón, sí. Fue así todo el partido, tratar de ganarse la posición. Pero lo del penal son roces, sólo un agarrón mutuo y él se deja caer. No podría pronunciarme sobre si fue penal o no. Sólo sé que eso pasa siempre en el área y rara vez lo cobran como penal", dijo.