Fabiola Riveros
El compartir contenido en redes sociales es una actividad cotidiana para casi el 100% de la población. Esto ha venido acompañado de un fenómeno que hoy se conoce como "viralización", en el que una información tiene la capacidad de compartirse de manera exponencial. Así lo explica el comunicador español Alberto Dafonte, docente especializado en contenidos audiovisuales y viralidad de la Universidad de Vigo, quien visitó la Universidad Católica del Norte para dictar una conferencia sobre por qué compartimos contenido en internet y por qué algunos de estos contenidos se vuelven virales.
¿Cómo se originó el fenómeno de la viralización?
-El origen del fenómeno está en las necesidades humanas de compartir. Los seres humanos necesitamos satisfacer algunas carencias y necesidades relacionadas con la socialización, con la integración, con la aceptación de los demás o por ganar estatus. La analogía con los virus biológicos comenzó a mediados de los noventa y se relaciona con la rapidez de llegar a miles de personas gracias a la llegada del internet y las redes sociales sin necesidad de publicidad ni promoción.
¿Que efecto puede provocar el "viralizar" contenido en redes sociales?
-El boca a boca hoy es el botón compartir y de una manera mucho más indiscriminada porque te llega mucha más información. Entonces todo lo que a uno le llega, tiene que estar constantemente valorando si es válido compartirlo o si es cierto, cuando hablamos de supuestas noticias. Es poca la gente que hace esa reflexión, simplemente comparte.
¿Se puede afirmar que las redes sociales provocan este fenómeno?
-Es común que en la actualidad la viralización se genere gracias a las redes sociales. La capacidad de llegar con el mensaje a miles de personas y lograr una interacción, antes no era posible. Esto ha provocado que el foco se encuentre en éstas. No existía tanto problema cuando los mensajes - hablemos de rumores- eran traspasados boca a boca o las personas simplemente lo comentaban a sus cercanos. Sin embargo, ahora esa misma persona lo comparte en sus redes sociales y lo han visto miles de personas, por ejemplo.
¿Las redes sociales se han transformado en una fuente de información oficial?
-Realmente al día de hoy las redes sociales son una fuente de información muy importante para las personas, pero también son el más cuestionado en cuanto a credibilidad. En ese sentido, los medios de comunicación tradicionales, en cuanto a credibilidad, todavía tienen ese valor y se ve lejano que las redes sociales lo vayan a arrebatar en un futuro próximo. Al tener la capacidad de llegar a mucha gente de manera inmediata, los personajes públicos o mandatarios usan las redes como canal oficial de información. De esta forma, obligan a los medios de comunicación hagan caso a esta vía y puedan utilizarlo como fuente. En ese sentido, esas plataformas tendrán el carácter oficial que los mandatarios quisieron dar.
Compartir
Según Dafonte, al compartir contenido estamos satisfaciendo necesidades. "Antes la radio y la televisión entregaba esa sensación de compañía a los usuarios, hoy lo son las redes sociales". Además, sostuvo que son una manera de estar en contacto con gente de pensamiento afines, cuando quizás en su entorno físico no los hay. "Los usuarios se dan cuenta que el mundo es más amplio, que existen otras personas que piensan parecido pero que simplemente no están en el entorno cercano", enfatizó.
¿Qué efecto ha provocado que los usuarios puedan compartir tanto contenido en las redes sociales?
-Se habla de "infoxicación" a la saturación de información. Se hace más que nunca necesario tener la capacidad de filtrar, de seleccionar buenas fuentes para tomar ciertos temas y así evitar el ruido, que es demasiado. Una competencia clave, pensando en ciudadanía digital, es ser capaces de separar lo que hay que tener en cuenta y lo que no.
¿Ahí es cuando nacen las comentadas "fake news"?
-La desinformación o las fake news, tienen un origen de tipo político, ideológico, económico que pretende influir en la opinión pública a través de la transmisión de mensajes que no son correctos y no se ajustan a las cifras, a los datos, pero sucede que existe un grupo de personas que está dispuesta a dejarse llevar por los vínculos emocionales que puede tener ese mensaje que por los datos en sí. Si el mensaje apoya mis prejuicios, la forma de ver el mundo y los valores que yo defiendo, es probable que no me pare a pensar si esa información es correcta o incorrecta, de inmediato se comparte y se comienza a viralizar.
¿Es común que se viralice información falsa en situaciones de emergencia?
-En caso de catástrofe, algunos difunden información falsa pensando que están haciendo un beneficio social, pensando que están ayudando a sus ciudadanos a librarse de un mal mayor o a estar más protegidos con respecto a algo. Es normal que ese tipo de mensajes se encuentre en gente buena que lo está transmitiendo porque piensa que está haciendo bien a los demás. Lo que hay que pensar es en las motivaciones que tenga el emisor para generar algo así.
Finalmente la viralización puede ser usada para cosas positivas como negativas.
-En general, no se puede pensar si estas herramientas son buenas o malas, solo depende de cómo se utilicen. Se pueden usar para fines muy buenos, por ejemplo, hay campañas de causas sociales que se han viralizado y que gracias al efecto de compartir entre usuarios ha obtenido finalidades muy buenas o un gran impacto en cuanto a consciencia social, esa misma herramienta pudo utilizarse para difundir odio. Lo viral no es bueno ni malo, es cuestión de quien lo use, de la finalidad.