"Perú arrastra por años una institucionalidad débil y una corrupción que manchó últimas 5 presidencias"
Si el panorama ya era complejo y preocupante en la región, con los casos que muestran los niveles de corrupción instalados en la política, la crisis peruana lo agrava aún más. Esa es la premisa desde la que parte el director del Observatorio de Asuntos Internacionales de la Universidad Finis Terra, Alberto Rojas, para analizar la situación que enfrenta el Presidente Martín Vizcarra.
-¿Cómo se explica la crisis política que vive Perú?
-Estalló cuando el presidente Vizcarra asumió que el Legislativo le había retirado la confianza a su Consejo de Ministros, al seguir adelante con el proceso de designación de los nuevos integrantes del Tribunal Constitucional peruano. Y producto de eso, decidió disolver el Congreso. El punto es que los parlamentarios no reconocieron su decisión y, por el contrario, anunciaron la destitución de Vizcarra y juramentaron a la vicepresidenta Mercedes Aráoz como mandataria interina. Lo cierto es que lo ocurrido en Perú es el último episodio -y el más grave, por cierto- dentro de una larga lista de desencuentros que se vienen sucediendo desde 2016 entre el Ejecutivo peruano y un Legislativo controlado por el fujimorismo, marcado por el obstruccionismo y los casos de corrupción. Esto quedó demostrado con el escándalo Odebrecht y la fallida negociación para otorgar un perdón presidencial a Alberto Fujimori. Desde un comienzo el Congreso se opuso al plan de Vizcarra de recortar el actual mandato parlamentario y presidencial para llamar a elecciones anticipadas que, eventualmente, podrían haber destrabado la pugna entre ambos poderes.
-¿Cuál es el alcance que tiene el disolver el Congreso, llamar a elecciones y que los parlamentarios decidan desconocer a Vizcarra?
-La decisión de Vizcarra de disolver el Congreso, aunque él la calificó de constitucional, se basa en una interpretación del actuar del Legislativo; si los congresistas hubiesen rechazado por segunda vez el voto de confianza al Consejo de Ministros, el Presidente sí habría podido disolver sin reparos el Congreso. Y las elecciones anticipadas podrían haber generado un nuevo equilibrio de fuerzas políticas que hubiese permitido un mejor trabajo entre el Ejecutivo y el Legislativo. En ese contexto, es probable que la decisión de los legisladores de desconocer a Vizcarra también tenga relación con el nuevo escenario institucional que limita las reelecciones, porque al haber disuelto el Legislativo, automáticamente todos estos congresistas están impedidos de repostularse y se quedaban sin empleo.
-¿Cómo evalúa el rol de Vizcarra? Él ya había asumido en medio de una crisis previa.
-En efecto, Martín Vizcarra asumió el mando del Perú luego de la polémica renuncia de Pedro Pablo Kuczynski y pocos apostaban a que podría conducir el país de manera exitosa. Sin embargo, en pocos meses se ganó el respeto y la confianza de la ciudadanía, que en general repudia el desempeño del Congreso. De hecho, en agosto de este año el porcentaje de aprobación del Mandatario pasó de 55% a 60%, según un sondeo de la empresa Datum. Y por lo mismo, en medio de la actual crisis, es quien podría tener las mejores posibilidades de salir airoso.
-¿La crisis afecta al resto de la región?
-La actual crisis en Perú, un país que arrastra desde hace décadas una débil institucionalidad y el aumento sostenido de una corrupción que ha manchado a las últimas cinco presidencias, solo agrava el panorama regional. Dejando de lado la grave crisis política, económica y social en Venezuela, lo cierto es que países como Brasil y Argentina, por ejemplo, han atravesado por profundas turbulencias políticas que han puesto a prueba su institucionalidad.
-¿Y el impacto en Chile tomando en cuenta las relaciones comerciales entre ambos países?
-De momento, Chile seguirá reconociendo al gobierno del presidente Vizcarra como el legítimo. Y en términos comerciales, salvo que hubiese un cierre de fronteras, embargos masivos de bienes, nacionalizaciones o cambios radicales en los aranceles, en el corto y mediano plazo, el comercio bilateral no debiera sufrir mayores alteraciones.
-¿Ve peligro de golpe de Estado?
-Hemos visto al presidente Vizcarra aparecer en mensajes al país rodeado por los comandantes de las Fuerzas Armadas y de la Policía, quienes además han manifestado públicamente su respaldo al Mandatario. De modo que, hasta el momento, no hay motivos para pensar que pudiera haber un intento de golpe de Estado en su contra. Además, hasta ahora tampoco hay evidencia de que los congresistas tengan algún tipo de influencia en los sectores militares peruanos.
-¿Cómo ha impactado la corrupción en las democracias latinoamericanas?
-El daño causado por la corrupción ha sido devastador. Casos como los de Odebrecht y OAS demostraron cuán estrechamente vinculados estaban el mundo político y el mundo empresarial. Y que estas prácticas estaban -y probablemente aún están- enquistadas en nuestras sociedades de manera absolutamente transversal. De modo que tomará años "limpiar" la corrupción de los gobiernos y de los sectores políticos y empresariales. Una manera será estableciendo mayores controles y políticas de transparencia en el ámbito del financiamiento de partidos y campañas y con un trabajo de largo plazo en el ámbito de la educación cívica.
-¿Es frágil la democracia en la región?
-En términos regionales, en los últimos 10 a 15 años hemos visto un progresivo y preocupante desgaste del modelo democrático. En primer lugar, porque muchos gobiernos han sido ineficientes en su gestión política y económica. Además, luego del fin de las dictaduras militares en Sudamérica, muchas personas creyeron que gobiernos democráticos resolverían de manera casi inmediata sus problemas. Pero no fue así y se comenzó a perder la confianza en sus políticos. Y si a eso se le suma la denuncia de episodios de corrupción como el caso Lava Jato en Brasil o los "cuadernos de las coimas" en Argentina, los sistemas democráticos enfrentan una grave amenaza. Las personas ya no valoran como antes las ventajas de un sistema democrático y eso le ha abierto las puertas a figuras y proyectos políticos cercanos a lo que llamamos populismo, y que es una de las principales amenazas para la actual democracia.
- ¿Qué salida la ve a la crisis peruana?
-De momento, Vizcarra parece encontrarse en una posición más ventajosa que Aráoz y el Congreso. Aquí se abrió una lucha de fuerzas que debería resolverse en el corto plazo, ya que sería insostenible en el mediano o largo plazo, sobre todo, considerando que el aparato estatal responde a Vizcarra en términos de gestión. Y, en ese contexto, la decisión de Aráoz fue una apuesta muy riesgosa, ya que las probabilidades de que el Congreso finalmente acabe disuelto y se concreten elecciones en enero, son bastante altas. En todo caso, habrá que ver si esta crisis deriva hacia otras instituciones, como el Tribunal Constitucional, que también está en medio de la polémica, o el Poder Judicial peruano.
"Martín Vizcarra parece encontrarse en una posición más ventajosa que Mercedes Aráoz y el Congreso. Aquí se abrió una lucha de fuerzas que debería resolverse en el corto plazo" "Tomará años 'limpiar' la corrupción de los gobiernos y de los sectores políticos y empresariales. Una forma será con más controles y transparencia en partidos y campañas"