Correo
Acusación constitucional
La acusación constitucional a la ministra Marcela Cubillos fue una las cosas más mezquinas que se han hecho en política últimamente. La oposición juega a torcer la institucionalidad para hacer un punto político, porque se niegan al debate de ideas.
La unión entre fuerzas políticas que piensan diferente se obtiene conversando, con acuerdos lógicos, con mediana inteligencia, pero no en base a evasivas políticas que le hacen mal al país. Con esto no sacamos nada bueno, sólo pensar lo poco enfocados que están los parlamentarios que propiciaron una acusación sin fundamentos.
Verónica Santana Burgos
Sin comentario
Una vez terminada la votación, con el rechazo de la acusación en contra de la ministra de Educación, por un lado los ganadores celebraban como que se habían acabado las colas de la salud y los perdedores, en vez de cuestionarse la debilidad de los argumentos presentados, se remitían a preocuparse más de que la oposición no estaría unida y menos preparada para enfrentar las próximas elecciones.
En pocas palabras, una vez más, al igual que con las interpelaciones, los integrantes del Congreso utilizan estas potentes herramientas que les coloca a su disposición nuestra Constitución, para simplemente ocuparlas como para ir "calentando" las próximas elecciones, para ver "cómo estamos", "si somos o no somos equipo", y porque no también para darse "un gustito personal".
Saliva, tiempo, tinta y dinero despilfarrado. Mientras tanto, la señora Juanita sigue esperando.
Luis Soler Milla
Oposición democrática
Las acusaciones constitucionales y las votaciones parlamentarias en trámites del Congreso nos llevan a reflexionar, como simples ciudadanos, sobre los roles del oficialismo y de la oposición en la conducción del país.
El oficialismo representa al Ejecutivo, elegido por mayoría relativa en el poder. La oposición representa a la agrupación minoritaria en las últimas elecciones y que espera una oportunidad para llegar a ser gobierno. En un régimen democrático genuino, cabe suponer que ambos buscan el progreso y el bienestar de la ciudadanía.
Para el oficialismo sus funciones son fáciles de comprender; su objetivo es gobernar lo mejor posible para continuar siendo mayoría. El problema se presenta a la oposición. Como su intención es lograr el poder, tiene dos caminos posibles: a) oponerse, con buenos argumentos, a aquellas iniciativas que puedan generar perjuicio para la ciudadanía y proponer alternativas que mejoren esos proyectos; b) oponerse a todas las alternativas del oficialismo para que fracase su gestión.
Como cabe esperar, siempre habrá fracciones fundamentalistas que entienden como su función oponerse a toda acción del ejecutivo y, por otra parte, fracciones partidarias de una oposición constructiva. Para meditarlo.
Eduardo Bastías Guzmán
Robótica
La robótica, que reemplazará pronto al ser humano en cientos de actividades, es una ciencia de doble filo. El hombre estará supeditado a ejercer oficios en que el robot no puede lograrlo, por ejemplo: ser escritor, periodista, ingeniero de proyectos, creador de música, artista, etc.
Todo aquello donde la mente humana no pueda ser reemplazada.
Renato Norero Valenzuela
Nano departamentos
El 26 de septiembre, el Sr. José Miguel Latorre, señaló que le parecía una buena iniciativa construir departamentos de 18 y 30 M2 para bajar el déficit de viviendas en la región.
Rubén Rodríguez T.
Tareas
En los colegios piden materiales para trabajos que salen más caros que si uno los comprara hecho.
Elena Figueroa