Cuando en varias regiones del país se hacen enormes esfuerzos por masificar las energías renovables, la zona sufre un fuerte golpe respecto al alza que tendrá la energía eléctrica a partir de este mes.
Lo más llamativo es que su incremento casi duplica el promedio nacional y se argumenta que las causas son malos contratos, alza del dólar y cobros retroactivos.
Como es habitual, todos comenzarán a levantar la voz del abuso, de la culpabilidad de estas alzas, pero aquí lo importante será poder buscar algún mecanismo para reducir este porcentaje.
Se requiere de la acción directa de autoridades y parlamentarios regionales para poder hacer más justa e equitativa esta alza, que en el promedio nacional llega a 9,2 por ciento y en Calama a un 16,1 por ciento.
Este incremento corresponde a la segunda actualización de las tarifas eléctricas de este año y que en mayo subió un 5,8 por ciento en Calama. Sumando ambas, llegaremos a un alza del 21,9 por ciento este 2019.
Claramente esto es un "abuso" o una "burla" como han manifestado los parlamentario de la zona, y el Estado debe buscar la manera de revertir este problema, que complicará a muchas familias.
En la comuna hay 45.780 clientes regulados que se verán afectados por esta medida y esta situación vuelve a activar de desarrollo de iniciativas para que las personas puedan generar su propia energía y así poder reducir costos en la luz y en calefacción para los hogares y agua.
El 70 por ciento de la cuenta final está supeditada a la generación eléctrica, que está regulada por contratos de suministros entre los generadores y las empresas de distribución que se firmaron hace seis años, entre 2013 y 2014.
Según el seremi de energía, se busca corregir el proceso de tarificación, pero sus resultados recién estarían en dos años más. Por ahora se espera que se puedan tomar algunas medidas de mitigación como subsidios especiales u otros, principalmente para personas de escasos recursos y que se verán impactadas fuertemente por esta alza en la comuna de Calama.