La cronista que viaja al fin del mundo a buscar historias
Paula López Wood nació en Santiago, pero cada tanto viaja a la zona austral a buscar inspiración. "Animales extintos", su primer libro de ficción, lleno de naturaleza salvaje y de sobrevivientes en tierras hostiles.
La cronista de viajes Paula López Wood salta al género del cuento con "Animales extintos", un volumen de cinco relatos con los que debuta en ficción. Directora audiovisual, licenciada en estética de la Universidad Católica de Chile y magíster en Escritura Creativa de la New York University, su trabajo se ha enfocado en la difusión y conservación del patrimonio natural y cultural del sur de Chile.
Rosa, Celina y Luisa, buceadoras de la industria salmonera son las protagonistas de la historia que abre el libro de cuentos. Otro relato ocurre en una estancia patagónica, en un lugar apartado que triangula a dos hermanos y a la mujer de uno de ellos. El tercero arranca con el recuerdo impreciso de un abuelo y su encuentro fronterizo en Neuquén con un pehuenche. El penúltimo es el que le da nombre al libro y nos lleva a un museo de historia natural en Isla Dawson. Allí la taxidermista Ángela investiga sobre murciélagos. El último cuento se llama "Aguas profundas" y es el único que no está localizado en el sur. Lo protagoniza Mariana, una mujer que se somete al rito de juntarse con sus compañeros de colegio luego de dos décadas.
"Los cinco cuentos tienen una fuerte presencia del agua. Los personajes transitan en espacios como el oleaje oceánico, el fondo de una piscina, un puente que atraviesa una isla, un muelle cubierto de hielo donde llegan a alimentarse las aves", describe Paula López Wood.
-¿Qué encuentras en el mar?
-Mientras escribía, encontré en el mar y en el agua un poderoso elemento narrativo que atravesaba no solo aquellos paisajes, sino también emociones. Fue como un diluirse de los personajes en relación a los territorios que habitan. Por otra parte, siempre me ha llamado la atención cómo Chile es un país que vive de espaldas al mar. Tenemos miles de kilómetros de costa, y sin embargo, no le prestamos atención al océano, no lo protegemos, lo explotamos sin límite al punto de aniquilar los ecosistemas. Apenas tenemos cultura de mar. Siempre he sentido mucha admiración por los que conocen el lenguaje del océano y como observadora de ese universo, quise escribir historias que miraran de frente a ese elemento.
-Cuéntame sobre el epígrafe de Francisco Coloane que usaste : "Hasta los pájaros se vuelve fieras en estas tierras malditas".
- Corresponde al cuento "La voz del viento" del libro "Cabo de Hornos" del escritor chilote Francisco Coloane. En esa frase me pareció que se unían dos elementos que quise rescatar en mis historias. Por una parte, el imaginario de fin de mundo donde aparentemente habitan bestias salvajes: ese universo bello y hostil que es el extremo sur de Chile. Por otra parte, la frase se atribuye a una mujer (la mujer del puestero) y ahí encontré una referencia al punto de vista que tienen mis cuentos: el de las mujeres que viven y viajan por esos lugares.
-¿Es poco visible el punto de vista femenino allí?
-Leyendo narrativa y crónicas sureñas me di cuenta que, generalmente, esos espacios de "naturaleza extrema" han sido narrados por hombres. Como escritora mujer, me interesaba explorar desde la ficción un punto de vista diferente. Aproximarme a una subjetividad donde mujer, paisaje y territorio estuvieran en el centro del relato.
-¿Qué nexo hay entre la geografía del sur y las protagonistas de tus cuentos?
-Cuatro de los cinco relatos están situados en paisajes extremos del sur de Chile. Quise que los personajes viajaran y habitaran esos lugares, pero también que el mismo paisaje se transformara en otro protagonista de la historia. Por eso, muchas veces el motor que hace avanzar el cuento es la misma naturaleza: el viento del oeste, los chanchos escondidos en un baño de cajón, una ballena muerta. Por otra parte, me interesaba explorar narrativamente esa zona del sur de Chile donde la tierra pareciera que se destruye a pedazos. Creo que hay mucha poesía en ese quiebre, en esa franja de tierra que de pronto se convierte en islas y archipiélagos. Es una ruptura geográfica, pero también puede hablar de otras cosas, de lo político y lo emocional.
-¿Cuál es tu relación con el extremo austral de Chile?
-Como cronista, me he dedicado a viajar a esos territorios. A investigarlos y pasar largas temporadas explorando y conociendo a las personas que viven allí. Esas personas inspiran mi escritura de no ficción y de ficción.
-¿Has ido últimamente?
-Vengo llegando de estar dos semanas en Caleta Tortel y Cochrane, en la región de Aysén, donde fui a visitar mujeres que trabajan con hierbas medicinales. El conocimiento de las plantas para sanar (y enfermar) se traspasa en esas comunidades por generaciones. Por lo general de abuelas a nietas. Fue fascinante salir al bosque con ellas y ver cómo aprovechaban cada elemento de la naturaleza como medicina, alimento, pigmentos para teñir. El bosque es todo.
-¿Y cómo te sientes allí?
-Yo soy de Santiago, crecí en la ciudad, pero siempre estoy regresando a esos territorios. No es algo muy racional, pero siento una curiosidad enorme por recorrer y entender ese paisaje. También siento una profunda admiración por lo que significa vivir en condiciones de aislamiento extremo, echando mano a lo que hay disponible.
La autora regresó de Caleta Tortel después de estar con mujeres que usan hierbas para sanar.
"Animales extintos"
Paula López Wood
Editorial Cuarto Propio
100 páginas
$8 mil
Por Amelia Carvallo A.
HansEichhorns