Crisis social
Los últimos hechos han sido como un tsunami social, pero una vez que nos revolcó la ola, balbuceamos hipótesis, armamos relatos y elevamos plegarias. Que se veía venir, que era evidente, que estaba latente, cómo no lo vimos; sí, todas las anteriores quizá. Lo que nunca formó parte de las premoniciones son la furia y la violencia desatada; los insultos y escupos, el desprecio y el pago de inocentes. La lluvia de piedras de chilenos contra chilenos es una escena conmovedora.
Podemos cambiar las estructuras, las leyes, los sueldos, el gobierno completo de diestra a siniestra, pero si no cambiamos nosotros, el país seguirá en una inercia, acumulando energía para el próximo terremoto social.
La división más profunda no radica solo en la clase social y en las injusticias reclamadas, sino en no poder mirar al otro desde la empatía y la humanidad, simplemente no verlo. Cambiar el corazón humano no sucede en la revuelta social, porque es una decisión propia, apagando la televisión, saliendo de las redes sociales y entrando en lo profundo de mi hábitat, donde, a veces, descansa la gran piedra: el propio yo. Ahí cabe justamente la pregunta: ¿Qué espera hoy Chile de mí? Parafraseando a André Frossard se puede decir que, hoy más que nunca se necesita una dulzura activa que quiebre, que exceda a toda violencia.
María Solange Favereau
Divisiones
He leído como personas se echan la culpa unos a otros que la izquierda, que la derecha, que el centro, señores lo vengo diciendo: la política partidista, la religión y el dinero, dividen al mundo y lo van a terminar destruyendo, el que está casado con un partido político pierde toda validez, por que miran la paja en ojo ajeno, sin ser autocríticos, solo enjuician a los del otro bando por pensar distintos y recuerda si te duele mas ver una calle destruida que ver gente morir en una sala de espera de un hospital durante 46 años y no has hecho nada, te falta humanidad y coherencia.
Marcelo Meneses
Militares
Los militares no están autorizados ni entrenados para garantizar el orden público. El Ejército tiene como objetivo defender el territorio contra un ataque armado extranjero, como parte de una guerra. El papel de mantener la tranquilidad pública no es el papel del Ejército en un sistema democrático. No tienen lugar en nuestras calles. Especialmente dado que, por definición, los soldados colocados frente a los lugares estratégicos solo podrán responder en el mejor de los casos a un posible ataque con las posibles consecuencias que uno pueda imaginar.
Esta normalización de la presencia del Ejército en las calles hace que sea legítimo temer que se le convoque en cada momento de tensión social o política para resolver las demandas de los movimientos sociales.
Cristian Muñoz T.
Derechos
Paradójica situación estamos viviendo: en tanto las turbas atacan cuarteles de la policía y saquean tiendas y supermercados, los profesionales de la política discuten cuotas de participación en esto y lo otro, anuncian mejores tiempos, en cómodas cuotas, y esperan calmarnos con una nueva Constitución, que con suerte tendremos el 2021. ¿Y entre tanto?
Esos políticos, a quienes se les paga para que administren el Estado, se muestran indiferentes frente a los desmanes de una minoría antisocial, a la cual parecen reconocerle derechos privilegiados, y no hacen el menor esfuerzo por defender a la inmensa mayoría ciudadana, también descontenta e indignada (pero en forma digna y criteriosa), cuyos derechos son atropellados por esa minoría.
Ciudadano elector
Call center
Los usuarios chilenos de los call center de Latam, VTR, entre otros, ya perdimos la paciencia. Nos contestan nuestras llamadas, desde el extranjero o telefonistas extranjeras. Primero nos atienden y no les entendemos sus nombres, luego tergiversan todo lo que les pedimos. En el caso de Latam compré un pasaje con derecho a cambió y no me lo quisieron cambiar si no presentaba un certificado médico , cosa que en ninguna parte decía.
En el caso de VTR , me atendió una telefonista venezolana, le dije que no nos íbamos a entender, y así fue, le solicité, que por favor arreglarán el fono de mis suegros, le di todos los antecedentes, pues bien, dos días después me llaman de VTR y me dicen que van a venir a mi domicilio, a tal hora, para arreglar mi fono.
Será posible, que algún organismo serio de Chile, fiscalice a estos call center, seguramente, seremos muchos chilenos, que lo agradeceremos.
Miguel Bascuñán Sfeir
Discursos
Si todos tuviéramos un solo discursos, las cosas no andarían tan mal.
Beatriz Figueroa