Grandes proyectos que se eternizan
La experiencia de la escuela Presidente Balmaceda, que tardó 16 años en terminarse, es el más claro ejemplo, pero la lista no es pequeña. Existe una falla, una gran traba que entorpece el crecimiento de una ciudad que lo necesita, y con urgencia. Ese es el problema que se debe atacar con decisión.
Una de las tristes características que tiene Calama es que proyectos emblemáticos, esperados por la comunidad y necesarios para sus desarrollo tardan mucho más de lo normal en su ejecución o simplemente se pierden en la nebulosa del olvido que cuesta entender o explicar.
El caso más emblemático es el de la Escuela D-48 Presidente Balmaceda, la que hace pocos días recepcionó el municipio, que demoró 16 años en concluirse. En el camino ocurrió de todo, incluida la declaración de quiebra de dos de las constructoras encargadas del proyecto, lo que significó paralizaciones, abandono y una millonaria inyección de recursos para que se terminara.
Pero la lista no es corta, porque por distintas razones hay obras que están a medias, algunas sin recepción final y en el peor de los casos aquellas que ni siquiera comienzan a ejecutarse, pese a contar con todas las aprobaciones.
Entre las primeras está el Parque Borde Río, que hace tres años finalizó su construcción y se pensó que pronto estaría a disposición de la comunidad. Lamentablemente, detalles como la incorrecta instalación de un poste y ahora la falta de pavimentación en los accesos, aún la tienen sin poder ser ocupadas sus instalaciones.
Seguimos con el Memorial Topáter, que en 2015 recibió la aprobación y recursos del gobierno regional para su construcción y a la fecha no se ha movido una piedra en el lugar destinado para su ejecución. Propiedad de los terrenos, reclamaciones en la licitación enredan otra de las obras que se esperan con ansias.
Seguimos. El estadio con pista atlética en el sector de la cancha roja de la exfinca San Juan. Se pensó que el proyecto estaba listo, pero intenciones edilicias de trasladarlo a otro sector, y discusiones más o menos lo tienen con un avance lento, lentísimo y los deportistas siguen a la espera.
El nuevo consistorio, también en exfinca San Juan, es otro proyecto aprobado por el Core sin ver la luz y que es muy necesario.
Y así la lista no se detiene y podemos seguir latamente, pero los nombrados dan cuenta que existe una falla, una gran traba que entorpece el crecimiento de una ciudad que lo necesita, y con urgencia.