Ricardo Emanuel Rosales tiene tantos recuerdos en Chile que reconoce que durante la liguilla estaba toda su "familia chilena" en la tribuna apoyando a Cobreloa.

"Mi papá es más argentino que chileno porque se fue muy chico a Mendoza pero la familia de él siempre nos recibía para las vacaciones. Yo soy de los que tuve vacaciones en Reñaca y en Santiago durante el verano. Hay recuerdos recurrentes allí", dice el "10" mendocino que llegó a Calama para conducir al nuevo equipo de Marco Antonio Figueroa.

Rosales ya jugó un partido oficial con la camiseta naranja y no tiene ningún tapujo en reconocer que "esa vez nos superaron en todo. Temuco era un equipo más trabajado que supo cuándo liquidar el partido pero que se encontró con un Cobreloa muy nuevo. Seguramente, si el partido se jugara ahora sería distinto, porque nosotros estamos mejor preparados física, futbolística y mentalmente ahora. Pero ya pasó y ahora estamos bien y ya con la cabeza puesta en el debut ate Santiago Morning".

El trasandino pasa los días con su familia ya instalada en Calama y reconoce que "como a todos, me costó los primeros diez días el tema de la adaptación, la altura, el agotamiento que se siente. Ahora me llevo bien con eso, con el calor y con el hecho de que acá el físico responde distinto a la exigencia".

Por ello, el nuevo "10" no le hace el quite a las exigencias de MAF. "A él le gustan los equipos intensos, protagonistas y nosotros tenemos que estar preparados para plantear los partidos así. Sobre todo de local, porque sabemos que afuera nos van a salir a plantear partidos de forma diferente".

Marco Antonio Figueroa está molesto y casi lo hizo sentir. Ayer, después del entrenamiento matinal en el club de campo declinó hablar con la prensa local porque tenía claro que, si hablaba, encendía la mecha...

Motivos tiene el técnico para pedir explicaciones. Le dijeron que jugaría al menos tres o cuatro partidos amistosos y varios de ellos en Calama para ambientar al plantel a la competencia y sólo jugó dos y ante equipos de poca exigencia.

Es más, el partido de este sábado ante un rival indeterminado, con público en el Zorros del Desierto y presentación oficial no va. No hay rival...

Después, le prometieron que llegaría a trabajar a la que, incluso, se denominó como la mejor cancha de entrenamiento de Chile, al momento de construirla. Hoy, el campo del Luis Becerra Constanzo tiene una condición tan deplorable que el mismísimo Figueroa, por iniciativa propia, le pidió el campo de juego del Zorros del Desierto al alcalde Daniel Agusto para poder trabajar en césped.

Peor aún, a dos semanas del inicio del torneo, los dos jugadores que pidió para reforzar el ala izquierda del equipo no llegan.

Es más, la opción de que Alex Ibacache pudiera retornar a Calama se cayó, el volante ofensivo que contactó la comisión de fútbol fue Felipe Báez -que no estaba en sus planes- y nadie le ha dicho si tendrá o no a esos futbolistas que le restan para armar el plantel porque la plana mayor de la directiva se encuentra de vacaciones.

Lo de Tocopilla ya es más que una sorpresa en el torneo nacional de fútbol amateur. El representante de la región de Antofagasta, con dos jugadores de Calama dentro de su plantilla aplastó al representativo de Los Lagos en la semifinal del torneo y mañana, con todos los merecimientos en su ruta al título, jugará la final del campeonato que se desarrolla en Punta Arenas y ante el equipo de San Javier.

Fue 5 a 0 en el partido del pasado lunes en la noche en el estadio Francisco Bermúdez de la capital patagónica en donde Claudio Ramírez fue titular en el arco nortino y Erick Fabián ingresó en el segundo tiempo y ayudó a consolidar la victoria.

El "Mono" Ramírez valoró el triunfo. "Hemos perdido un solo partido pero esa vez rotamos gente y ese rival perdió contra San Javier. Lo demás lo hemos ido ganando ordenadamente y con mucho sacrificio. Teníamos la ilusión de llegar alto y estamos muy cerca de conseguir el premio mayor", dijo.

El partido final será hoy, desde las 20 horas en el estadio Ramón Cañas Montalva.