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ENTREVISTA. Juan Pablo Savonitti, ultramaratonista:

"Mis padres son sordos, el corazón de este viaje es concientizar sobre la lengua de señas"

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Jonathan Villella Coyán

Juan Pablo Savonitti es un argentino de 38 años que hace cuatro decidió dedicarse profesionalmente al deporte. En el 2016 comenzó a superar los 42 mil metros en maratones, llegando incluso a los 120 kilómetros, convirtiéndose así en un ultramaratonista.

Durante su periodo competitivo de dos años, participó de distintos circuitos en Europa, corriendo en países como Bulgaria, Grecia, Turquía, Serbia, Rumania, Italia, Francia y España.

Pero desde el 1 de enero del 2019, este deportista partió desde Ushuaia (Tierra del Fuego, Argentina) y actualmente se encuentra en nuestra región. Por la carretera Panamericana realizará un trayecto de 15 mil kilómetros hasta su destino en Alaska.

La travesía es una campaña personal de Savonitti que busca concientizar en la necesidad de masificar en todo el mundo el aprendizaje y la comunicación del lenguaje de señas, junto con la inclusión de la comunidad con discapacidad auditiva.

¿Por qué correr toda esta distancia tú solo?

-Intento concientizar, romper barreras lingüísticas y acercar la comunidad sorda con la comunidad oyente, e integrarlos. En un momento, después de planear esto dos años, la idea era salir con algunos amigos, pero por cosas de la vida eso no se pudo, aunque por eso no iba a dejar de salir.

Comunidad sorda

¿Qué análisis hace de las dificultades que vive la comunidad sorda?

-La sordera en sí no es un problema, la dificultad se encuentra en la sociedad oyente que no es capaz de adaptarse a estas necesidades. Te diré algo que me dijo una persona sorda: "Yo no soy capaz de comunicarme con una persona oyente, no porque yo sea sordo, sino porque el otro no sabe la lengua de señas".

Por falta de información se desconoce mucho de la comunidad que es sorda. Las personas piensan que tampoco pueden trabajar, que no puede hacer lo mismo que los otros, cuando en verdad lo único en lo que no podría trabajar una persona sorda, es en atención al público.

Por ejemplo, se confunde a una persona sorda con una sorda muda, estamos años atrás con lo que están haciendo países como Canadá, que tiene satélites en órbita para transmitir canales de televisión en lengua de señas. Pero bueno, todavía no podemos pretender que se haga eso en América Latina, aunque es un ejemplo de inclusión.

¿Cómo determinó que Alaska sería su destino?

-Antes de embarcarme en esto, yo competía en ultramaratones, hacía carreras de montaña y bueno, en un cierto punto de mi vida, me comencé a cansar de competir, de ver quién es el que llega antes que el otro y todo ese estrés competitivo que existe en todo el mundo.

Y dije, bueno, correr es una pasión que tengo, viajar también, así que por qué no hacerlo por mi cuenta, sin tener que calcular tiempos, horarios y todo eso.

También tiene que ver con la intención de solo correr y viajar por gusto. Mis padres son sordos y por ello esta causa me toca en lo personal, el corazón de este viaje es concientizar sobre la lengua de señas. . Quiero que el mundo entienda que las personas se den cuenta de que es necesario que aprendan y masifiquen este lenguaje.

Solo así podrán integrar a las comunidades sordas. Por eso también a donde voy llegando,hablo con las autoridades para conseguir instancias que trasmitan eso.

¿Cuál es la estrategia de avance?

-Suelo correr entre 45 y 40 kilómetros diarios, en más o menos seis o siete horas y después cuando termino paro en algún punto de la ruta, en un cartel con el número del kilometraje. Lo marco en mi GPS y me devuelvo hacia el punto base, haciendo dedo. Al día siguiente vuelvo al punto donde paré el día anterior, haciendo dedo, y después avanzó otros 45 o 60 kilómetros. Esto si es que no se complica, por tema del clima. Troto por cuatro o cinco días y descanso dos o tres.

¿Cuánto tiempo más planeas quedarse en Chile?

-Calculo que los primeros días de marzo, como hasta el 5, tal vez, podría estar entrando en Perú. Así que no me quedaría en Chile más de eso.

¿Durante su viaje ha tenido problemas de salud?

-Afortunadamente la salud está muy bien, he bajado unos tres o cuatro kilos, pero los voy manteniendo ya que como muy bien, cerca de 4 o 5 mil calorías diarias.

Me cuido mucho, voy escuchando siempre a mi cuerpo y hasta ahora no he sentido ninguna molestia, un tirón o un calambre, estoy muy bien en términos físicos.

¿Y mentalmente?

-Muy bien, muy motivado. Sé que esto recién empieza, llevo un cuarto de viaje, voy planeando más que nada el día a día, cada obstáculo, a nivel económico, logístico, en todo aspecto.