A contar de entonces
A contar de entonces, producto de la gloriosa victoria, el Santo Espíritu de Dios se mueve entre nosotros. Sergio Lagos Luciano,, Pastor evangélico
Con el alma detenida, estupefacta y asombrada, releía el evangelio de San Lucas capítulo 22, la pasión del Espíritu embargaba mi alma, sin desviar la mirada en tres cruces del calvario, maravillado por la invisible presencia del Espíritu Santo trabajando entre cruces.
En una de ellas, crucificado, arrepentido un ladrón inspirado por el Espíritu de Dios. Nadie puede hablar las palabras que habló, si no es por él. ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Le pregunta al otro ladrón quien desafió a Jesús diciéndole: "Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros." "…, y a nosotros" al menos, pensó en salvar su amigo.
¡Qué actitud tan opuesta estando a las puertas de la condenación! Quiero creer que al escuchar la reprensión de su colega, la haya acogido en su corazón, arrepentido y salvo.
Algún día lo sabremos. Los sagrados versos en San Lucas capítulo 15, nos enseña que hay gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, ¡Gozo en el cielo! Jesús le dice al ladrón intercesor, que ese mismo día estará en el paraíso con él. Trato de imaginar la expectación gloriosa en el cielo, al ver llegar a Jesús, vencedor en la cruz, con la meta cumplida, Señor de Señores para siempre. El corazón del Padre, ¿Cómo estaría? ¿Y las miradas de los santos y ángeles, al ver que Jesús no regresaba solo, sino con el que había sido ladrón? Elucubro, lo registraría en letras de oro: "El otrora ladrón, ahora el primer redimido por la sangre de Cristo" El primer ser humano en llegar al paraíso redimido por Cristo.
A contar de entonces, esta cruz cambió el futuro para siempre. A contar de entonces, quien pronuncie el nombre de Jesús, reconociéndolo como Señor, libre es, su cruz anula pecados, limpia y redime de la maldición eterna. A contar de entonces El espíritu Santo continúa inspirando convicciones de pecado, convenciendo a hombres y mujeres al arrepentimiento. A contar de entonces, producto de la gloriosa victoria, el Santo Espíritu de Dios se mueve entre nosotros, enseñando y revelando el reino de Dios, hasta el final del tiempo.
Tal como en la crucifixión, cuando todos se burlaban, Jesús después de expirar, viene el vuelco, todos los escarnecedores Centurión incluido reconocen a Jesús, como verdadero y justo, la multitud cabizbaja golpeaba sus cuerpos por la culpa ¿Por qué el cambio, qué o quién lo produjo? A lo lejos, alejados de la multitud, los que amaban a Jesús y las fieles mujeres que le seguían, miraban todas estas cosas, quizás lo que no vieron por la tristeza de lo acontecido, fue el hecho más grandioso, junto a la muerte de Jesús, nacía la Iglesia y su Espíritu en nosotros. Jesús resucitó, y todos aquellos que le creemos, tarde o temprano estaremos con él en el paraíso. ¿Y tú eres parte de a contar de entonces?