Ricardo Pinto Neira
Mientras la gran mayoría de los clubes le da vacaciones a sus jugadores y piensa en recortes económicos, Cobresal aprovechó su condición de estar en una zona libre de contagiados por el COVID-19 para reiniciar sus entrenamientos. Una decisión que recién ayer fue prohibida por la autoridad sanitaria de la región de Atacama.
"Nosotros nos reunimos y decidimos por nuestra cuenta venir a trabajar y desde el club nos entregaron medidas de prevención. Por ejemplo, venimos vestidos con ropa deportiva desde la casa, el agua la traemos nosotros, evitamos en contacto social, trabajamos en grupos de cuatro o cinco jugadores los lunes, miércoles y viernes en la mañana y después nos vamos sin relacionarnos para seguir con las medidas se aislamiento que ha determinado la autoridad", comentó Rodolfo González, el defensor del equipo de Gustavo Huerta que jutificaba la medida de seguir trabajando pese a que el fútbol está en total receso.
"Lo decidimos en conversaciones de teleconferencia en el plantel, nadie nos impuso venir. La idea es aprovechar que acá en El Salvador no hay ningún caso de contagio, que acá se controla a la gente que entra al campamento y también como una manera de mantenernos en forma siendo responsables en todo lo demás que está dentro de lo que se recomienda. Por ejemplo, tener mucho cuidado a la hora de ir a comprar, tratar de estar encerrado con la familia y no andarse exponiendo", dice "Rolo".
Orden
Pese a que la idea se asimilaba a la instaurada en Alemania por el Bayern Münich que sigue trabajando en su complejo deportivo con la misma fórmula de prácticas en grupos pequeños y distanciados, en Chile duró poco.
El seremi de Salud de la región de Atacama, Bastián Hermosilla hizo el nexo con la directiva del club minero ayer por la tarde para "rayarles la cancha".
La autoridad notificó a la institución que sus jugadores no podrán seguir realizando entrenamientos colectivos en el recinto del campamento ya que la orden es no exponerse a pesar de que no existen contagios en la zona específica. Es decir, el plantel deberá volver a la cuarentena y practica individualmente en sus casas.
4 a 5 jugadores por grupo y tres veces a la semana era el sistema de trabajo en exteriores que había definido el plantel minero.
Sin contagiados por COVID-19 se mantiene el campamento de El Salvador, razón que esgrimió el club para autorizar las prácticas.