Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Espectáculos
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes
  • Contraportada

El agua es el bien más escaso en los campamentos de Antofagasta

TRISTE REALIDAD. Aumento de precios e incertidumbre respecto a su calidad son algunos de los problemas que enfrentan familias.
E-mail Compartir

Entre 35 y 80 mil pesos de agua al mes, es lo que están cancelando las familias en campamentos de Mejillones y Antofagasta, dependiendo de la cantidad de miembros, debido a la alza de precios que ha tenido el recurso, el que generalmente se compra en bidones o a camiones aljibes, ante la inexistencia de una conexión a la red de agua potable y alcantarillado.

Así lo expuso la presidenta del campamento "Nueva Esperanza" en Mejillones, Herlin Pozú, quien además manifestó que debido a los despidos que han sufrido muchos jefes de hogar en el campamento a consecuencia de la pandemia, se ha hecho más difícil para algunas familias pagar estos nuevos precios, considerando además que la ayuda prometida por parte del municipio hace algunos días respecto a la instalación de estanques, aún no se concreta. Justamente el campamento de Mejillones ya tiene siete casos de coronavirus confirmados.

"Esta situación es insólita, en vez de bajar los precios, por todo el riesgo que significa esta pandemia, nos subieron el agua. Antes pagábamos $8 mil los mil litros de agua y hoy sale $10 mil. Sé que no parece mucho, pero imagine que una familia de cuatro personas, ocupan mil litros a la semana. Ahora, hay familias que son mucho más numerosas, que pagan mucho más, llegando a los 80 mil pesos mensuales y no todos aquí están trabajando, ya que a muchos los despidieron por tema del coronavirus (…) pienso que ha habido cero empatía con la gente del campamento", dijo.

Acotó que a raíz de la misma situación, tanto ella como otras familias, han comenzado a reutilizar el agua, utilizando la misma agua con la que lavan sus ropas, en los estanques de baño.

Gasto

Alfredo Panameño, secretario del campamento, trabaja como operador de una empresa contratista en Puerto Angamos y gana el sueldo mínimo. No obstante, debe pagar 75 mil pesos mensuales en agua, debido a que en su casa viven siete personas, cinco de ellos, niños, incluida una bebé. Por lo que se han extremado las medidas de higiene.

"Siempre es costoso tomar las precauciones, pero hemos ido acostumbrándonos. Por ejemplo, si los muchachos se lavan las manos, debe estar uno al lado de ellos, para que no gasten mucha agua, pasarles una fuente con el agua que van a ocupar, porque los niños llegan y abren la llave (…) ahora, como esta agua no es apta para tomar, puesto que está estancada y no sabemos su origen, tenemos que comprarnos muchos bidones pequeños de seis litros. En total, compro 5 estanques de mil litros ($50 mil), más de 13 o 15 bidones de seis litros", relató.

Vecinos de asentamientos irregulares temen convertirse en focos de contagio

AGUA POTABLE. En tanto el alcalde la ciudad llama a la seremi de Salud a levantar información.
E-mail Compartir

Pablo Orellana G.

Con temor a transformarse en vectores de traslado del COVID-19 se encuentran los pobladores de los campamentos locales, debido a que aseguran no han sido visitados por las autoridades de Salud, "las que podrían efectuar un catastro de cómo se está afrontando la situación en los campamentos de Calama", comentó Claudio Ramírez, presidente de la comunidad Ecológica de Quetena, quien además aseguró "tememos transformarnos en focos de contagio".

El dirigente del campamento más grande de Calama explicó que "hace un par de días hicimos un recorrido por otros campamentos y tomas, y en todos la situación es de extrema precariedad. No sólo por la falta de agua potable sino porque muchas familias han sufrido el despido de quienes son los sostenedores. Y eso complica mucho más la situación", dijo Claudio Ramírez.

Agua potable

Una de las prioridades para las familias en campamentos asegura Claudio Ramírez, "es contar con agua potable. Si bien el municipio nos ha traído agua para las familias de Quetena, se me informó que en otros campamentos no ha sido así. Además se han producido alzas en la venta y traslado del agua para estos sectores", explicó el dirigente que precisó que agua para uso doméstico en una familia de cuatro a seis personas "ya no alcanza a durar más de una semana. Antes la comprábamos a casi 3 mil pesos los mil litros. Ahora está llegando a los diez mil, y sin contar el traslado".

"Hasta el momento no se ha presentado ningún dispositivo de Salud Pública acá ni en otros campamento aledaños", agregó el presidente de las 76 familias que conforman esa comunidad, "algo así como 300 personas acá en Quetena, y unas dos mil que estimamos están en la misma situación", explicó Ramírez.

Llamado

Al respecto el alcalde de Calama, Daniel Agusto, manifestó "ya hemos iniciado un plan de apoyo, y en lo posible, brindaremos ayuda a estas comunidades, al menos con lo que a agua potable se refiere y haremos los esfuerzos posibles. Pero aprovecho la instancia para hacer un llamado a la seremi de Salud a que se haga presente en estos puntos y levante información que nos permita que estas no se transformen en puntos de riesgo ni sus habitantes. Hasta el momento sólo el Serviu se ha coordinado con este municipio para la entrega de kits de sanitizaciones personales, y que se efectuará en los próximos días dijo el alcalde.

"Tenemos seis campamentos en nuestra comuna y estamos preocupados por estas familias pero necesitamos del apoyo de la autoridad especializada para hacer un trabajo serio con los campamentos, sobre todo y en sus casos están cumpliendo con ciertas cuarentenas", agregó Agusto.

Vectores

Según Claudio Ramírez, "hay preocupación en la comunidad porque no sabemos qué está pasando al interior con el tema epidemiológico. Acá hay posibles vectores, que nos podríamos transformar en agente de transmisión y traer por ejemplo el COVID-19".

"La aplicación de test, de vacunas contra la influenza y otras medidas sanitarias podrían ser muy útiles en la comunidad. Salvo algunas gestiones hechas en el cesfam Norponiente, hemos podido vacunar a unas pocas personas. Acá también hay adultos mayores que también están en los grupos de riesgo y necesitan de estas ayudas", añadió el dirigente de Quetena.

Actualmente se desconoce si en estos asentamientos se efectúan y cumplen cuarentenas preventivas. "Y pese a que estamos también a unos tres kilómetros del borde urbano de Calama, hay flujo de personas desde y hacia Quetena, la que tiene que abastecerse y tratar de sobrevivir", dijo Ramírez.

"Hay preocupación en la comunidad porque no sabemos qué está pasando al interior con el tema epidemiológico"

Claudio Ramírez, Dirigente sector Quetena

Situación compleja y de precariedad

Según explicó el presidente de la comunidad Ecológica de Quetena, "el 90 por ciento de los sostenedores de familias del campamento está cesante, se nos acaban los recursos y en medio de esta pandemia ya no tenemos agua, no tenemos posibilidad de trabajos, y hemos estado organizando ollas comunes".

Otro de los problemas que advierten es el desconocimiento del bono COVID-19 del gobierno y si hay familias que puedan calificar al beneficio.