El delantero, que se quedó para jugar en la Primera B reconoce que "entramos a ese partido cargando el pesimismo de todos porque ya estaba la sensación de que Cobreloa estaba descendido por secretaría. Nos sobrepusimos a todo, a un penal en contra que ellos perdieron cuando íbamos 1 a 1, a quedar con 10, a la expulsión de 'Fantasma' -Figueroa- y estuvimos ganándolo dos veces. Eso demuestra que nosotros fuimos a ganar ese partido porque estábamos convencidos que si ganábamos, Cobreloa podía apelar al castigo y se salvaba".

"Bocacha", quien ya está de vuelta en Chile y juega por Deportes Concepción no pudo estar en ese partido la fractura de tibia y peroné que sufrió dos fechas antes, en Calama ante Deportes Antofagasta. "La frustración que sentimos cuando nos notificaron el fallo a mitad de esa semana era tremenda. Sentíamos que todo estaba en nuestra contra y para mi era peor, porque no podía jugar y el dolor de esa derrota que confirmó el descenso, sin poder estar en la cancha fue peor".

Está jugando en Ecuador. Pero "Nacho" Herrera no olvida su paso por Cobreloa y haber sido parte de esa jornada negra. "Yo estaba fuera del fútbol y ese club me reinsertó a la actividad. Me jugaba el todo y recuerdo que hasta el día anterior del partido, en la concentración existía el convencimiento de que si no nos salvábamos, al menos bajábamos a Ñublense ganándole. El partido fue extraño. Lo estábamos ganando pero teníamos uno menos y nos desesperamos. Me fui llorando por el cariño al club y porque queda la sensación de la deuda".

Era el capitán y como tal, reconoce que "a mitad de semana ya recibimos un golpe bajo. Eso de perder los tres puntos nos parecía muy injusto, sabíamos que nos obligaba a ganar para tener una alternativa de pelear ese castigo en el TAS pero sinceramente, muchos entendimos todo lo que venía pasando dentro de la cancha con esa sanción. Hubo cobros extraños, penales, arbitrajes en contra en ese período. Y si le sumas que dirigencialmente nunca hubo continuidad, todo confabuló en contra".

Llegó en 2012 al club y vivió momentos inolvidables en el club, como la Copa Sudamericana y las 26 fechas invicto con MAF y Jorge García como entrenadores. "Es un momento que te marca como futbolista, más con una camiseta como la de Cobreloa, con tantos logros, con tanta historia. Se competieron muchos errores, lo del castigo como que vino a remarcar todo lo que se venía haciendo mal. Hay una suma de cosas, Cobreloa no descendió por perder ese partido en Chillán".

El portero argentino que fue subcampeón con el club en el 2011 y tuvo una de las actuaciones más recordadas de la historia con la camiseta naranja en el triunfo ante Peñarol en 20013 en Montevideo. Luciano Palos recuerda ese fin de semana. "En el hotel en Concepción andaban dirigentes que uno nunca antes vio. Uno decía por qué aparecen ahora si antes no los veías. Pero el grupo estaba convencido que ese partido lo ganábamos en Chillán. Nunca me voy a olvidar del silencio en ese camarín".

Ya retirado del fútbol, "Caíto" instaló un gimnasio en Asunción y vive junto a su familia. Todavía recuerda el paso por ese Cobreloa de 2015 y advierte que "como había sido Ñublense el club que presentó el reclamo por el que finalmente sancionaron a Cobreloa, el clima de esa tarde en Chillán era como de guerra y al final se vio en la cancha. Partido de mucho roce, de mucha provocación, no nos dimos la mano. Recuerdo que la gente de la barra nos despidió con aplausos, aunque lloraban por el descenso en la gradería".

Lo de "Rolo" tiene el mismo efecto que para Fernando Cornejo, Eric Ahumada, Patricio Troncoso, Sebastián Romero, Miguel Sanhueza o Sebastián Contreras, los canteranos que estuvieron en Chillán defendiendo su camiseta. "Para uno que es formado en la institución, eso es lo peor que te puede pasar. Más allá de que hubieron cosas extrañas durante ese tiempo que provocaron el desenlace, todos nos sentimos responsables y en eso también cuentan los que entramos a la cancha asumimos".