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Autocuidado más que cuarentena

La experiencia internacional demuestra que el solo confinamiento no es la solución final para controlar los contagios y que de nada sirve sin el compromiso ciudadano. Todo sería diferente si existiera un verdadero compromiso ciudadano con el autocuidado, el respeto del distanciamiento físico y el aislamiento preventivo.
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Mientras a nivel local se debate respecto a las condiciones existentes para decretar una cuarentena total, las autoridades sanitarias del nivel regional propician otras medidas para controlar el exponencial número de pacientes con coronavirus. La apuesta va en el sentido de aumentar las residencias sanitarias, lograr el aislamiento de los contagiados y encapsular el virus.

A ello suman la implementación de aduanas sanitarias con el objetivo de mantener alejados a quienes sean portadores de la enfermedad respiratoria.

Pero coinciden que todo sería diferente si existiera un verdadero compromiso ciudadano con el autocuidado, el respeto del distanciamiento físico y el aislamiento preventivo.

La experiencia de países europeos en las que sus poblaciones minimizaron el impacto del Covid terminó colapsando los recintos asistenciales y provocando que muchas personas murieran por la falta de una atención especializada.

Se pensó que esa mala experiencia serviría de enseñanza para los países en los que aún no se propagaba la enfermedad. Lamentablemente, la experiencia se repitió y hoy países como Chile están con graves problemas por el aumento de contagios debido a la falta de apoyo ciudadano.

Antofagasta, la capital regional, vio como en cosa de días el número de enfermos se contaba por cientos. La escalofriante cifra no fue la alerta para una comunidad que siguió saliendo a las calles sin objetivos prioritarios, situación que apenas cambió un poco tras la declaración de cuarentena total.

Algo similar está ocurriendo en Calama, donde se informa de un hospital con sus camas UCI copadas y ello no es suficiente razón para quedarse en casa. Siguen las aglomeraciones en algunos puntos de la ciudad y para que hablar de quienes han sido sorprendidos en fiestas particulares y locales clandestinos.

Es posible que Calama entre en cuarentena con el costo social que ello implica en los sectores vulnerables, pero de poco servirá si la gente, los habitantes de esta ciudad en un acto de conciencia y de amor por sus mayores no aplican el autocuidado.

Multiversos

"En otro mundo, el gobierno, que ha declarado un guerra con boinas negras, buques y todo, que acaba de descubrir la pobreza". César Trabucco, Sociólogo
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Se dice que demostrar la existencia de universos paralelos absolutamente distintos del nuestro podría estar fuera del alcance de la ciencia y los físicos tratan denodadamente de encontrarlos. Nuestro país hace unos años hace esfuerzos por aportar a la física y demostrarlo.

Hay un mundo donde ilustres parlamentarios, que levitan casi a ras de piso, se involucran en discusiones bizantinas del tipo cuántos ángeles caben en la cabeza de un alfiler o si las lágrimas eran gotas de sangre del alma mientras los musulmanes estaban por invadirlos, acá el covid. En medio de esta feroz amenaza los nuestros discuten la retroactividad de una disposición que los afecta y para defenderse hacen uso de leguleyadas o argumentos como que "no tienen por qué dejarse llevar por la opinión pública". Ellos con notables estanterías de libros a sus espaldas, para que creamos que leen, y donde hay libros sin abrir, salvo el "gatopardo" de Lampedusa, y brilla por su ausencia el "big bang" de Alberto Mayol. Ellos están pensando en concurrir a un acuerdo de unidad nacional, probablemente algunos menos, de los 198.

En otro mundo, el gobierno, que ha declarado un guerra con boinas negras, buques y todo, que acaba de descubrir la pobreza, que reconoce que se le caen las estrategias como castillo de naipes pero persiste en hacer esfuerzos logísticos con cajas que se traducen en que el último en recibirla estará a semanas de distancia del que primero la recibió y ya consumió, insiste en hacernos creer que esto es política pública y un paso estratégico.

A propósito ¿de perder la guerra con quien firmamos el armisticio? Ellos que toman decisiones de mando sin considerar la opinión de sus avanzadas en el territorio de batalla transformando sus seremis en meros buzones de transmisión de datos, datos incompletos por incapacidad y falta de previsión, quieren llegar a un acuerdo de unidad nacional con los 198 del otro mundo.

Existe, además, otro mundo, a quien nadie aun, ha llamado a ningún acuerdo, de ningún tipo y que hacen esfuerzos denodados por sobrevivir en medio de esta pandemia. Un mundo donde la estrategia son la olla común y la solidaridad. Este es el mundo donde se espera horas y horas sentadas fuera o dentro de ambulancias en la entrada de los hospitales y no son derivados a espacio Riesco o UC Christus. Mundo donde se reciben aportes de algunas lucas mientras los otros mundos discuten como apoyar a latam y grandes empresas. En este mundo son millones, anónimos, cesantes y sobrevivientes y casi con certeza no serán consultados para el gran acuerdo, lo sabemos por historia. Ya hemos sufrido otros grandes acuerdos que duran un día

Una pregunta a los expertos en multiversos, en este escenario ¿en algún momento estos mundos se intersectan, colisionan o se desintegran?

Solo nuestro Padre es permanente

"...no debemos caer en la desesperanza, pues Jesús está con nosotros y estará con nosotros hasta el final de los tiempos".
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La velocidad de los acontecimientos en nuestras vidas es tan grande que todo nos parece que ocurrió hace mucho tiempo, nos quedan pocos momentos para la reflexión, muchas veces nos ocurre que cuando recién estamos asimilando un acontecimiento y estamos haciendo costumbre sobre una nueva realidad, se nos aparece un nuevo hecho que nos pone en un nuevo cambio, la permanencia de las cosas se pierde ante la velocidad de lo nuevo, a muchos esta vorágine nos desacomoda y confunde.

Hace cincuenta días celebramos que Jesús había vencido a la muerte, y hoy que celebramos que el Señor cumple su promesa y su espíritu se queda con nosotros, nos damos cuenta de cuántas cosas ocurrieron entre estos dos magníficos acontecimientos, cuánto parece haber cambiado nuestras vidas en tan poco tiempo, este incesante cambio nos impulsa a buscar hechos más permanentes, como humanidad nos hemos puesto a correr sin freno y perdimos las bondades de lo permanente, todo parece líquido e incontenible.

Esta incapacidad humana hace volver los ojos a nuestro Señor buscando en él la respuesta a nuestras carencias, buscamos la tranquilidad y la quietud que nos permita el retorno a la calma, a la sana calma que nos brinde esa paz de nuestro espíritu que sólo Dios puede darnos.

"Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse" Hechos de los Apóstoles 2,1 -4

Así las Santas escrituras relatan el hermoso momento en que nuestro Señor cumple la promesa de enviarnos su fuerza desde lo alto, desde ese instante el Espíritu Santo es la fuerza que Dios nos brinda a los seres humanos para mantenernos en la luz y en cada momento de nuestras vidas, aún en los momentos de adversidad como los que hoy nos encontramos viviendo.

Vivimos días en que todo es incertidumbre, parece que el miedo nos mantiene encerrados y nada viene en nuestro en nuestro auxilio, en el Evangelio de Juan, se nos muestra cómo los discípulos estaban encerrados por miedo, esto es lo mismo que nos pasa a nosotros hoy con el momento que vivimos, al igual que los apóstoles vivimos con temor y muchas dudas, muchas veces nos encerramos y encerramos nuestro "ser de cristianos" por miedo, cobardías, vergüenzas "por lo que puedan decirnos".

Hermanos no debemos sentir temor, no debemos caer en la desesperanza, pues Jesús está con nosotros y estará con nosotros hasta el final de los tiempos, ante cada adversidad que nos suceda, solo Jesús es lo permanente en nuestras vidas, por su bondad hay definitivamente en nosotros una fuerza de bien sobrehumana que nos motiva, fortalece, alegra nuestro ser y purifica nuestra mente, esta fuerza, es la esencia más pura, más sublime, más divina de Dios para nosotros.

Oscar Blanco Martínez,

Obispo de Calama