Debemos tomar conciencia de nuestros hábitos
Sin dudas la pandemia nos depara un mundo distinto. Desde el modelo económico al político y social no serán los mismos de aquí a que esta pesadilla pase. Bien lo puede decir el primer ministro británico o el gobierno sueco. La forma de trabajo, de administrar los seguros y sistema de salud han demostrado que deben tener una orientación hacia la persona como parte de un eco-sistema y no como cliente, usuario o mero recurso para optimizar y mover la economía.
Desde lo ambiental, ya estamos viendo que el modelo seguimiento ambiental en duplicado o triplicado en ecosistemas sensibles, no pueden depender de las restricciones de desplazamiento de consultores, si las operaciones siguen en funcionamiento, con sus respectivas presiones al medio ambiente.
Desde la emergencia sanitaria, gran parte de los seguimientos ambientales no han podido realizarse, dado que son en terreno y por personal que no vive en la región, porque lo que debe primar es la salud de las personas y contener la propagación del virus. Aquí debe cumplir un rol fundamental la incorporación de tecnologías que permitan el seguimiento remoto y público, cuando sea posible, de las principales variables ambientales. Hay empresas que lo hacen, pero como una forma de complementar la información levantada en terreno, generando en no pocas ocasiones, impactos por la sobreintervención de los sistemas, muchos de ellos sensibles a mínimas perturbaciones.
Además, estos días deben ayudarnos a concientizar respecto a nuestros propios hábitos de consumo: comprar y desplazarnos por aquello que es necesario, reparar y reutilizar todo aquello que sea posible, minimizando la generación de residuos, el consumo de energía y, por tanto, la producción de gases de efecto invernadero; esto nos hará contribuir a mejorar las condiciones ambientales y cuidará nuestro bolsillo.
Felipe Lerzundi, Ingeniero civil químico