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Pandemia: China habría retrasado informes y OMS ubica el nuevo foco en Sudamérica

COVID-19. La demora fue revelada por una investigación periodística. Mientras, el organismo de la salud descartó que el peak hubiera llegado al continente.
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Durante enero, la Organización Mundial de la Salud elogió públicamente a China por lo que describió como una rápida respuesta al nuevo coronavirus, y agradeció al Gobierno chino que compartiera "de inmediato" el genoma del virus.

Pero en realidad, las autoridades chinas demoraron la entrega del mapa genético del virus por más de una semana después de que varios laboratorios del Gobierno lo hubieran descifrado, reteniendo detalles cruciales para diseñar pruebas, fármacos y vacunas. El retraso se debió probablemente a los estrictos controles de información y de competencia dentro del sistema chino de salud pública, según descubrió AP tras analizar documentos internos, correos y realizar docenas de entrevistas.

Las autoridades sanitarias solo compartieron la información del genoma después de que un laboratorio chino lo publicara en una web de virología el 11 de enero. Incluso entonces, China se demoró al menos otras dos semanas antes de proporcionar a la OMS los detalles que necesitaba, según grabaciones de reuniones internas celebradas en enero por la agencia de salud de Naciones Unidas. La demora se produjo en una época en la que quizá podría haberse frenado el brote de forma considerable.

Latinoamérica

La OMS expresó su preocupación por América Latina, que superó el millón de infectados. "Yo caracterizaría América Central y América del Sur como el foco de transmisión del virus y no creo que en absoluto hayamos alcanzado el peak", dijo el director de Emergencias Médicas de la OMS, Michael Ryan, quien destacó que, en las anteriores 24 horas, cinco de los 10 países que notificaron el mayor número de nuevos casos de COVID-19 en el mundo están en América: Brasil, EE.UU., Perú, Chile y México. Sobre Brasil, indicó que aún no ha alcanzado su mayor tasa de contagios.

La OMS también dijo que el aumento del uso de antibióticos para combatir la pandemia, muchas veces inapropiadamente, reforzará la resistencia bacteriana y en última instancia provocará más muertes durante la crisis y después.

381.553 fallecidos se contaban a nivel global al cierre de esta edición. Los contagiados eran 6.467.483.

Nueva York extiende el toque de queda tras nueva jornada de saqueos y protestas

ESTADOS UNIDOS. El presidente Trump criticó duramente al gobernador Andrew Cuomo y lo responsabilizó por el estado desolador en el cual amaneció ayer la ciudad. Pese al coronavirus, miles volvieron a manifestarse contra el racismo.
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Nueva York vivió ayer una nueva ola de protestas ciudadanas reclamando justicia y en contra del racismo, pese al aviso de las autoridades de que el coronavirus se puede extender y tras una noche de saqueos en Manhattan que llevó al alcalde a extender el toque de queda hasta el próximo domingo, en un intento por frenar los disturbios que han dejado partes de la ciudad asoladas y que han disparado la tensión política.

A pesar de que estas protestas diurnas son pacíficas, el toque de queda, el primero en la Gran Manzana en casi 80 años, se adelantará a las 20 horas, después de que el lunes el grueso de la violencia comenzara justo al anochecer, antes de que entraran en vigor las restricciones, que habían sido fijadas para las 23 horas.

Numerosas tiendas del centro de Manhattan, sobre todo establecimientos de lujo, fueron saqueadas durante la noche, mientras que también se registraron importantes disturbios en áreas del Bronx, incluidos ataques a por lo menos dos agentes de policía.

Esta mañana, en distintos puntos de la Gran Manzana, todavía se podían ver los escaparates rotos, los productos desparramados por los sueltos o los restos de fuegos en plena calle.

En total, se efectuaron más de 700 arrestos en la ciudad, con diferencia el mayor número desde el inicio de las protestas desencadenadas por la muerte en Mineápolis de George Floyd, un hombre negro, a manos de las fuerzas del orden.

"Ayer tuvimos muchos problemas en algunas partes de la ciudad", admitió el alcalde neoyorquino, Bill de Blasio, quien subrayó que eso no se va a aceptar y responsabilizó de los disturbios a "miembros de pandillas" y "criminales comunes".

A los manifestantes pacíficos, a los que dio su apoyo, les pidió que limiten sus protestas al día. "Oímos las preocupaciones de los manifestantes pacíficos y legítimos que quieren ver cambios en la relación entre la Policía y la comunidad", aseguró.

Choque político

Al propio De Blasio, sin embargo, le llovieron los ataques desde distintos frentes por haber permitido los saqueos de la noche anterior, que se produjeron pese al toque de queda y a que se había doblado el número de agentes en las calles, hasta 8.000.

Las críticas le llegaron desde la Casa Blanca, con el presidente de EE.UU., Donald Trump, denunciando que Nueva York había sido arrasada y exigiendo el despliegue de la Guardia Nacional, pero también desde las filas de su propio partido, el Demócrata, con el gobernador del estado, Andrew Cuomo, cuestionando abiertamente su gestión.

"NYC, llama a la Guardia Nacional", tuiteó Trump. "Los malvivientes y perdedores te están destrozando. ¡Actúa rápido! No cometas el mismo error horrible y fatal que cometiste con hogares de ancianos". Previamente, aludió al gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, diciendo que "ayer (lunes) fue un mal día" para él. "Nueva York se perdió ante los saqueadores, matones, la izquierda radical y todas las demás formas de baja vida y escoria. El gobernador se niega a aceptar mi oferta de una Guardia Nacional dominante. Nueva York fue hecha pedazos", escribió Trump.

Asimismo, dijo que su administración "ha hecho más por la comunidad negra que cualquier otro Presidente desde Abraham Lincoln".

"Creo que el alcalde subestimó el tamaño del problema", dijo Cuomo, que urgió a desplegar más policías y que, aunque se opone a la idea, llegó a sugerir que podría terminar por "desplazar" al alcalde y enviar a la Guardia Nacional a la ciudad.

"Lo que ocurrió en la ciudad de Nueva York fue inexcusable", subrayó el gobernador, que como De Blasio expresó plena solidaridad con los ciudadanos que protestan de forma no violenta contra el racismo.

Riesgo de rebrote

Las autoridades locales, aunque respaldan las protestas antirracistas, advirtieron que estas plantean el peligro de que haya un rebrote del coronavirus, justo en un momento en el que todos los indicadores de la enfermedad muestran claras mejoras.

"Expresen su indignación, pero sean responsables, porque lo último que queremos es ver un aumento del número de casos de covid", dijo Cuomo.

De Blasio consideró que las protestas son un momento "histórico", pero también pidió pensar en la salud: "Es hora de volver, estar en casa y dar vuelta la página".

Australia

La difusión de un vIdeo en el que aparece un policía arrojando al suelo a un adolescente aborigen de 16 años en SIdney aumentó el malestar en Australia por el trato a los indígenas del país en medio de las protestas contra la muerte en Estados Unidos del afroamericano George Floyd. La Policía del estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sidney, expresó ayer en un comunicado que "se han restringido las funciones al agente implicado mientras se realiza la investigación" y en paralelo se contactará a los líderes aborígenes y de la comunidad de la zona para mantenerlos informados del proceso. El adolescente fue detenido tras presuntas amenazas a un agente con romperle la mandíbula.

29 estados habían llamado a más de 19.000 efectivos de la Guardia Nacional.