Experto cree que falta una discusión pública sobre políticas que regulen la conmutación
LABORAL. El académico del Departamento de Economía y del IDEAR de la UCN, Miguel Atienza, dijo que faltan estudios para conocer mejor este fenómeno y que la academia debe proponer y trabajar con otros actores para instaurar esta demanda.
La propagación de los contagios por COVID-19 en comunas como Calama que, pese a las restricciones sanitarias y una cuarentena vigente, sigue recibiendo a miles de trabajadores de otras ciudades cada semana; instauraron nuevamente la controversia con respecto al impacto negativo que genera la conmutación laboral y asume la región de Antofagasta.
Fenómeno que, según un informe de 2019 elaborado por el Observatorio Laboral de Antofagasta, moviliza a un total de 47.769 personas desde otras ciudades y puntos del país, de los cuales el 54% se desempeña en la industria minera, lo que equivale a 25.737 trabajadores conmutantes solo en ese sector productivo.
Mejores políticas
El académico del Departamento de Economía y del Instituto de Economía Aplicada Regional (IDEAR) de la Universidad Católica del Norte (UCN), Miguel Atienza; detalló que la academia está trabajando hace más de quince años en entender y resolver este tema y que los desafíos son aun muchos.
"El primer papel de las universidades es desvelar temas que no se han considerado en el ámbito de las políticas públicas. Esto lo hizo el IDEAR de la UCN con la conmutación de trabajadores hace tiempo. Estos trabajos de investigación han servido para que la sociedad y los propios académicos inicien un conjunto de demandas para reducir la cantidad de trabajadores conmutantes", explicó.
Sin embargo, agregó el profesional, este esfuerzo no ha sido suficiente, pues "la academia también tiene que proponer opciones de política y debe unirse con otros actores para que esas políticas se discutan públicamente y se apliquen. Además, es fundamental que los actores regionales junto a la academia se unan para pedir más información. Los datos que tenemos sobre la conmutación son todavía imprecisos y la región necesita mejores datos para diseñar mejores políticas".
Dañino para la región
Respecto del argumento recurrente que asegura que la conmutación se produce en respuesta a la falta de oferta laboral en las comunas de la región de Antofagasta, el académico fue claro: "En general, los trabajos que he visto muestran que en términos de nivel educativo, la región tienen trabajadores cesantes con las mismas características que los que vienen de otras regiones. Otra cosa es si los trabajadores, más allá de su educación, tienen las habilidades necesarias".
Atienza, consultado sobre para quién es dañina la conmutación, dijo que "hay ganadores y perdedores. Los ganadores son las empresas que contratan a trabajadores de fuera y los trabajadores que vienen de fuera y viven en regiones más baratas. Sin embargo, para la región que recibe conmutantes, como Antofagasta, es algo dañino en muchos sentidos", advirtió.
"Primero, agregó el economista e investigador, se pierde demanda local lo que reduce los ingresos, el empleo y la diversificación; segundo, no se califica a la población local con las capacidades requeridas por la minería; por último, se debilita el tejido social de la región, ya que los conmutantes son trabajadores no arraigados. Si tenemos en cuenta que el trabajo es un factor clave para el desarrollo económico local, es fundamental que las empresas consideren como parte de su compromiso contratar y formar trabajadores de la región de Antofagasta".
47.769 conmutantes registró la región de Antofagasta en el 2019, 54% de ellos se desempeñaba en la minería.
30.580 personas conmutadas es el peak en la provincia de El Loa y se registró el segundo semestre del 2013.
2019 las personas conmutantes en la provincia sumaban 22.173, según cifras del Observatorio Laboral.
19.438 conmutados alcanzó en 2019 la comuna de Calama, cuyo peak se registró en el año 2013 con 29.384.