Cobreloa vuelve a las prácticas y separa a caso sospechoso
PLANTEL. Un jugador no pasó el primer testeo y se le aplicó el respectivo PCR para confirmar si tiene el COVID-19.
Pese a que la primera información hablaba de cero sospechas, en las últimas horas se conoció que un jugador del plantel loíno que se sometió a exámenes el pasado miércoles no pasó los testeos, arrojó sospecha de tener el COVID-19 y fue inmediatamente separado del plantel para someterlo a un PCR, cuyo resultado aún no se conoce.
Se trata del único caso que aunque es asintomático, hoy espera una definición. "En caso de confirmarse el positivo, deberá partir a su casa y mantener cuarentena por cuatorce días. Si por el contrario, se confirma que está contagiado será integrado inmediatamente al proceso de entrenamientos. Lo bueno es que esto se detectó antes de que comenzaran los trabajos, por lo tanto, no tuvo contacto con el resto de sus compañeros", explicó el médico de Cobreloa, Sergio Silva.
El profesional manifestó que están poniendo especial cuidado en que el proceso de preparación se ajuste a los protoclos pero que además, se enfoque en proyectar a los futbolistas a un ritmo que será exigente para cuando retorne el campeonato, proyectado para mediados de agosto próximo.
"En principio jugaríamos domingo-miércoles-domingo y considerando eso, tres semanas de preparación son fisiológicamente poco recomendables. Mientras más se estrase ese inicio, mejor preparados llegarán los jugadores. El ejemplo europeo dice que varios futbolistas han resultado con lesiones graves, de tendones y hay que evitar eso. Más cuando acá tenemos equipos que se trasladan por tierra, como nosotros cuando vayamos a Copiapó o a Arica. No hay mucho tiempo para la recuperación si se juega seguido", dijo el profesional.
En cancha
Ayer comenzaron a llegar los jugadores mineros al club de campo, divididos en turnos, con tres grupos específicos y separados por sectores y horarios, todo a cargo de Marco Anonio Figueroa, Diego Jiménez y Andrés Rozo.
El circuito exige que los jugadores ingresen individualmente por calle Atacama y una vez allí, ya vestidos desde su domicilio, hacen una primera parte de calentamiento y activvación en la zona de los estacionamientos del camping naranja.
Desde allí pasan a la cancha del Luis Becerra Constanzo, en donde la cancha está dividida en sectores, con tareas individuales y cronometradas, para luego, dejar el recinto sin usar los camarines.
3 grupos separados trabajan en horarios determinados por el cuerpo técnico en la fase 1 del retorno.
4 semanas sugiere el cuerpo médico, técnico y plantel de preparación mínima antes de volver a competir.