Datos personales
La pandemia ha evidenciado con creces la aceleración tecnológica en nuestro quehacer, fundamental para enfrentar con distancia física los retos laborales, educacionales, médicos, culturales o recreacionales. Frente a esa vorágine de información, es necesario insistir en la urgente necesidad de reformar nuestra ley de protección de datos personales.
Creada en 1999, dista mucho de abordar el actual uso masivo de internet o las redes sociales, demás está decir que ni se pensaba en las aplicaciones de Internet de las Cosas o en la Inteligencia Artificial. La Ley No. 19.628 nació con déficits importantes. Carece de un fuerte régimen de infracciones y sanciones y de una autoridad de control independiente, que tenga las competencias para fiscalizar y sancionar su incumplimiento.
No es posible pensar en nuestras vidas sin esas complejas operaciones de tratamientos de datos que hacen viable desde el teletrabajo hasta la entretención digital.
Por eso, aunque la pandemia dicta necesidades urgentes que atender, es prioritario también recordar una reforma que lleva más de 10 años en el Congreso Nacional. Sin ella, el derecho constitucional a la protección de datos personales quedará en letra muerta.
Dr. Pablo Contreras
Multiplicar
Las necesidades humanas son inmensas, numerosas, urgentes. La pregunta clave es: ¿Cómo lograr satisfacer esas necesidades? ¿Qué hacer ante ellas? No basta lamentarse o encogerse de hombros. No basta comprender lo que los otros necesitan. No basta sentir compasión. Lo importante es saber qué hacer concretamente. Y es posible que la experiencia de Jesús en este sentido nos puede iluminar.
¿Qué hizo Jesús? Había allí un joven que tenía cinco panes y dos peces. Onerosamente los entregó. Y Jesús los tomó y los multiplicó para que comieran. Admirable respuesta. Ingeniosa solución. Todo un desafío y una tarea para nosotros.
Hoy frente a la pandemia es necesario multiplicar servicios, multiplicar soluciones, multiplicar los panes con que se alimentan multitudes. Contarle que en la ciudad de Arica, en el sector del terminal de buses se apersonaron funcionarios de Carabineros de Chile y de la Policía de Investigaciones, en una actitud de ayuda hacia los manifestantes que eran peruanos. Ellos comprendieron de la desesperación que estaban estos hermanos al no poder regresar a su patria desde marzo de este año.
"Multiplicar" es el verbo que hoy queremos hacer pronunciar la comunidad peruana residente, hacia nuestros hermanos que - han recibidos en sus manos la ofrenda de los cinco panes y los dos peces- , y hemos hecho realidad esta palabra de solo, onces letras llamada solidaridad.
Edgar Blanco Castro
Renuncias
Supongo que aquellos parlamentarios que renuncian a sus partidos, tendrán la decencia de renunciar también a sus cargos de diputados o senadores, mal que mal fueron elegidos precisamente por pertenecer a algún partido porque, digámoslo, con honrosas y escasísimas excepciones, nuestros representantes del poder legislativo dejan harto que desear y, considerando sus casi nulas competencias, en forma independiente jamás habrían llegado al parlamento. Cuando los vemos celebrando como cabros chicos el ejercicio de sus funciones y una extraña figura corriendo para lado y lado con una capa y unos abanicos o vemos a otro cantando algo extraño en medio de una sesión, me pregunto que hemos hecho con esta cacareada democracia y concluyo que, con nuestra indiferencia, apatía y complicidad electoral, tenemos lo que nos merecemos, ni más ni menos.
Rafael Mella Hernández
Congreso
Es lamentable el nivel de parlamentarios que tenemos en el Congreso, este lugar donde se supone, debe primar la reflexión de las ideas, matizar el clamor de los ciudadanos, permitir la convergencia de voces de todos los estratos, llamar a los técnicos, como también escuchar a los que sufren la escasez, y fruto de esa deliberación, poder esgrimir razones y decisiones que justifiquen políticas en forma de leyes.
Los comunistas defendiendo, de forma inédita, la propiedad privada, los socialistas invocaban el liberalismo -históricamente de derecha- para el retiro de los fondos, y la derecha siempre tan frágil en sus ideas y en sus convicciones que no logró aprovechar sus escaños en la cámara de diputados. Si i la labor del congreso se tratase solamente de redactar leyes en función exclusiva del mensaje que reclama la ciudadanía, cerremos el parlamento y mediante encuestas, dictemos leyes. De ahí nace la importancia del congreso, como órgano reflexivo por excelencia, que en estos días es más bien, un espectáculo circense.
Rodrigo Vizcarra Rojas