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Minería y desafíos tecnológicos

"Debemos potenciar nuestra industria minera en un espacio que incentive el emprendimiento". Luis De la Torre Urzúa, Director de Ingeniería Civil en Minas USS
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El Imacec Minero de junio creció un 2,2%, cifra ostensiblemente positiva frente a la caída del 14% del Imacec no Minero. Sin duda la minería contribuirá a superar la crisis, pero el sector tiene su propio desafío: la automatización de los procesos mineros.

Sabemos que la tecnología le ha permitido a la economía expandir la curva de producción, generar economías de escala, gestionar los costos y permitir expandir proyectos y transitar de una mano de obra sin conocimientos técnicos a una preparada para operar y mantener equipos tecnológicos.

En esta pandemia, la minería seguirá jugando un rol clave como industria, generando contratos, servicios y empleos. Pero creo que ha llegado el momento de poner en práctica la hoja de ruta de la Minería 4.0.

Hasta ahora la automatización remota de distintas faenas y servicios para la industria está en una expansión silenciosa, pero aún disgregada.

Para masificar esta tecnología debemos prepararnos como sistema. Eso significa que la educación, como un engranaje de este sistema, debe proporcionar una estructura para fomentar sus aplicaciones, debe ser la base para prepararnos para diseñar, controlar, coordinar y velar por el apoyo a los cambios tecnológicos en la industria.

Debe prepararnos para buscar mejores aplicaciones y crear sinergias con la industria y organizaciones que promuevan la investigación.

Por otra parte, también es muy importante promover que nuestros profesionales del rubro se formen comprendiendo que la economía que pide el mundo va más allá del cobre. Tenemos recursos que podrían apoyar el desarrollo de nuestra economía, por ejemplo, carbón como insumo sustentable, no combustible; cobalto, lantánidos, renio, arenas silíceas, caolín, entre muchos. Además de un inmenso océano para simular la minería submarina, velando por su sustentabilidad, e incluso podemos exportar esa experiencia a otros países.

Debemos potenciar nuestra industria minera en un espacio que incentive el emprendimiento. La conexión entre los medios que cuenta la gran minería y las ideas que tienen nuestras Pymes podrá lograr este desarrollo que nos permitirá un progreso equilibrado.

Para eso debemos ser flexibles y propender a la adaptabilidad de nuestros trabajos, empresas y economía. La minería ya es líder de estos cambios tecnológicos, pero falta hacerlo visible. Propiciar la minería 4.0 será clave para potenciar el sector en los próximos meses y así levantar la economía de Chile en 2021 y volver a crecer en 2022.

Ollas comunes

"Es esperanzador que se muestren hoy, nuevas redes con ánimos de colaborar, con solidaridad y apoyo mutuo". Nancy Monterrey, Escritora
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Recuerdo que cuando niña pequeña, yo iba a jugar durante los periodos de huelgas largas, en Chuqui; donde organizaban la olla común, que funcionaban en el primer edificio Sindical, ubicado arriba de los Juegos infantiles, dos miles y tipo C.

Los trabajadores se reunían cada día a entretenerse con juegos de mesa, y conversar. Desde Tocopilla nos enviaban albacora y al cocinarlas se repartían en las viandas para las familias. Abajo del Sindical a medio terminar; había un espacio grande donde llegaban los gitanos, los teatros móviles, con títeres, adivinas y los famosos circos con jaulas con jirafas, leones, monos amaestrados, tortugas, animales que nunca habíamos visto.

Hoy en diferentes puntos de las ciudades y en la nuestra, podemos apreciar el funcionamiento de las ollas comunes que han reaparecido después de muchos años; en medio de esta crisis sanitaria, pandemia, económica, social y desempleo; organizadas con la ayuda en forma anónima por vecinos, para alimentar a vecinos.

Las he visto que se encuentran en la plaza, sedes sociales, juntas de vecinos, locales de ferias y mercado; donde voluntarias están cocinando: comida y esperanza; llamando con letreros o a viva voz, ofreciendo un plato caliente para el hambre cuando hace tanto frío y viento, típicos de agosto.

También voluntarios, entregan platos preparados a adultos mayores, vecinos puerta a puerta y personas en situación de calle.

Estos almuerzos solidarios, funcionan desde hace meses en nuestro país, en poblaciones de migrantes, desempleados, donde hay pobreza, y miseria. Con mucha pasión y cariño, los alcaldes se han involucrados en los proyectos de "Los buenos vecinos"; entregando elementos básicos de sanidad, ollas, y alimentos para cocinar.

Los platos que se han preparado para combatir el hambre son los que más nos gustan en Chile como: tallarines con boloñesa, charquicán, lentejas con longaniza, porotos con rienda, carbonadas, pollo arvejado, garbanzos, arroz marinero o guiso de zapallos italianos.

Es esperanzador que se muestren hoy, nuevas redes con ánimos de colaborar, con solidaridad y apoyo mutuo, algo que se estaba perdiendo en Chile y hoy se ve reactivado por esta pandemia.

Realización de Exponor

El evento bianual antofagastino implica inyectar US$ 7 millones en contratación de servicios y unos US$ 600 millones en negocios durante el evento de cuatro días. Nuestra región, minera por excelencia, tiene en este evento una de sus mayores presentaciones internacionales. Se trata de una actividad mucho más grande que lo exclusivamente industrial.
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Una de las gestiones más exitosas que ha conseguido la Región de Antofagasta y, en general el Norte Grande, es la realización de la feria Exponor. A lo largo de estas versiones, el evento se ha consolidado como la instancia más importante del país en la materia.

Y aquí hay varios méritos, uno de los cuales es propio de la Asociación de Industriales de Antofagasta, un gremio con arraigo local, al que se suma el apoyo de otras cientos de empresas regionales y nacionales que posibilitan la gestación de un evento mundial que ha crecido con cada versión.

Exponor es mucho más que una muestra técnica, es también un espacio de encuentro entre los actores de la industria y la comunidad, merced a la realización de conversaciones de todo tipo.

Sabemos que el evento es además un enorme y positivo gatillador de la economía local. Cada jornada implica una inyección de US$ 7 millones directamente a la economía local. Su impacto se nota en la construcción y los servicios, como restaurantes, hoteles, empleos en definitiva. Se trata de una acción con consecuencias muy positivas para amplias actividades.

Casi demás está decir que en el difícil escenario económico en que el territorio se encuentra, este evento resulta bastante fundamental por los impactos de corto, mediano y largo plazo. Eso es innegable.

Este contexto es necesario para advertir que Exponor está amenazada por la decisión de Expomin, organizada por el grupo francés Gl Events, que pretende realizar su evento el próximo año 2021 (trasladándola desde el 2020 debido a la pandemia).

Mala señal que está en plena resolución; esperemos que para beneficio de Antofagasta.

Exponor es parte de la zona, aquello es innegable y debe ser defendida. Muchos actores locales lo han hecho y es esperable que muchos más se sumen.

La minería se genera fundamentalmente en esta zona, no en Santiago, es aquí donde se explota y donde se pagan buena parte de las consecuencias de esta actividad fundamental para Chile, de modo que es razonable pensar que lo justo y necesario es priorizar esta actividad regional.