Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Espectáculos
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes
  • Contraportada

Juntos Podemos: la olla común que creó una colombiana para ayudar a sus vecinos

CARMEN SOFÍA. Con sus propios recursos y el aporte de algunas personas, cada día elabora 120 platos de comida.
E-mail Compartir

Karen Elena Cereceda Ramos

En una pequeña casa del pasaje Ñielol Poniente de la población Nueva Alemania, una mujer de corazón grande se esmera a diario para cocinar 120 almuerzos, al alero de la olla común "Juntos Podemos".

Se trata de Carmen Sofía Valencia Quiñones, quien desde hace tres años vive en Calama tras emigrar desde Cali-Colombia en busca de refugio. Ella, al ver cómo la actual crisis sanitaria y social estaba afectando a sus vecinos, decidió crear esta olla solidaria, improvisó una cocina en el antejardín de su casa y con sus propios recursos, comenzó a funcionar desde el 15 de abril pasado.

En un principio, los almuerzos se entregaban tres veces a la semana y se preparaban 40 raciones, sin embargo al pasar los días el número de raciones fue aumentando, así como también los días. Actualmente, Carmen Sofía prepara 120 almuerzos, de lunes a domingo, beneficiando a 30 familias vulnerables, la mayoría de ellos chilenos.

Cuenta que el inicio de esta olla no fue fácil y que en algún momento pensó dejar de hacerla, debido a la desidia y los prejuicios reflejados en mensajes, que algunas personas le dejaban en las publicaciones que ella hacía por Facebook, para solicitar ayuda.

La trataron de estafadora y narcotraficante e incluso, recibió mensajes de hombres que le ofrecían ayuda a cambio de favores sexuales.

"Le dije a mi mamá que no lo iba a realizar más, pero mi mamá me apoyó y me dijo 'siga que eso es algo bueno, usted tenga su conciencia tranquila, porque usted no ha hecho nada malo y que no le importe lo que digan las demás personas' y eso me ayudó a seguir", dijo Valencia. Un sabio consejo que hoy le permite seguir ayudando a estas familias.

Para ella es una gran responsabilidad, pues está consciente que para la mayoría de estas personas, el almuerzo que prepara será el único plato que comerán durante el día.

Dice que hay días en la que no tiene qué cocinar, pero que igual busca la forma en cómo poder llevarles un plato de comida por más humilde que sea.

"Hay días en que no tengo qué hacer, pero igual yo me las busco, yo sé que si tengo papa y aceite les puedo hacer papas fritas, la semana pasada no tenía nada de hacer de comida y tenía harina, papas, cebolla y dije 'como tengo harina voy a hacer una sopa de pantrucas".

Detalla que desde que se inició la olla, sólo dos días tuvo que parar por falta de recursos, pero gracias a la ayuda de algunos vecinos que conocen su causa, pudo retomarla.

"No teníamos absolutamente nada, pero como confío mucho en Dios , yo le decía 'Diosito tú eres el único que sabe lo que yo quiero hacer'. Esos días el teléfono no me paraba de sonar preguntándome si iba haber o no almuerzo, pero los mismos vecinos me trajeron el arroz, otro el aceite y al tercer día, se volvió a parar la olla", detalla Carmen Sofía Valencia.

Agrega que, pese a los mensajes de odio que le escribían, sigue pidiendo ayuda a través de Facebook. "Yo no pido por mi, pido por mis vecinos y a mi eso no me da vergüenza".

Comida chilena con sazón colombiano

Carmen Sofía no sólo es quien creó esta iniciativa, sino que también es la que cocina y la mayoría de las veces está sola en esa labor.

Cuenta que cuando su mamá, Flor Quiñones, está de descanso la ayuda, que a veces va una vecina a colaborar y otras veces un joven. "La única fija en este trabajo soy yo", explica.

Respecto al menú, dice que mayoritariamente elabora comida chilena, pero con sazón colombiano y que los domingos hace preparaciones de su país como papas rellenas o empanadas, aunque también hace mezclas de platos chilenos y colombianos.

En la actualidad, Carmen Sofía Valencia está cesante, pero eso no le impide continuar con su labor solidaria aún cuando ello le signifique un aumento en la cuenta de los servicios básicos como luz, agua y gas. "Cuando se acabe la pandemia voy a salir a buscar pega y si yo ahora puedo ayudar a mis vecinos lo seguiré haciendo. Si ellos están bien, yo estaré bien y uno nunca tiene que perder la fe", dijo.

Para quienes deseen colaborar pueden comunicarse con Carmen Sofía al número +56945603817 o acudir a pasaje Ñielol Poniente N°2768, población Nueva Alemania.

Iglesia católica celebró el día de la Solidaridad con una misa online

FECHA. Es en tributo al padre Alberto Hurtado, creador del Hogar de Cristo y quien falleció el 18 de agosto de 1952 y se conmemora desde 1994.
E-mail Compartir

Ayer se celebró el Día de la Solidaridad en Chile, una conmemoración que fue decretada en 1994 por el Congreso nacional como una forma de homenaje al Padre san Alberto Hurtado, figura reconocida por su justicia social, creador del Hogar de Cristo y quien falleciera el 18 de agosto de 1952.

En Calama, la diócesis de Calama realizó una eucaristía para conmemorar esta fecha, la que fue presidida por el obispo, Óscar Blanco quien además estuvo acompañado del vicario de la pastoral social y presidente de la Fundación Cáritas Calama, padre David Vargas.

Blanco dijo que esta fecha es un tiempo "que nos recuerda que no estamos solos y que tenemos deuda pendiente por aquellos que han esperado por años promesas incumplidas".

Agregó que esta celebración se hace en tiempo de confinamiento y crisis sanitaria, social, económica y de confianza, "parafraseando al Papa Francisco podemos decir que el estallido social y la pandemia del covid-19 ha desenmascarado nuestra vulnerabilidad y ha dejado al descubierto esas falsas seguridades en la que habíamos construido nuestra agenda, proyectos rutinas y prioridades, nos muestra cómo habíamos dejado dormido y abandonado lo que alimenta , sostiene y da fuerza a nuestra vida y comunidad", señaló al respecto monseñor.

En la oportunidad, monseñor Blanco destacó el legado de San Alberto Hurtado y además destacó la iniciativas solidarias que surgieron durante este período de pandemia.

Especialmente la labor que están realizando instituciones como el Hogar de Cristo, Cáritas Calama, la Mesa Social Covid-19 de Calama, así como también los integrantes de las diversas ollas comunes que hay en la ciudad.