Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Espectáculos
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes

Energías renovables no convencionales

"Es una inyección de recursos importante que va en directo beneficio de los habitantes de la región".
E-mail Compartir

En la reciente visita del día jueves 20 de agosto al Parque Eólico Valle de los Vientos, en la comuna de Calama, el ministro de Bienes Nacionales, Julio Isamit, en compañía del intendente de la Región de Antofagasta, Edgar Blanco, informaron respecto al Plan de Licitaciones 2020 el cual permitirá entregar aproximadamente 23 mil millones al Gobierno Regional para el desarrollo de proyectos FNDR.

Estos ingresos, se generarán gracias a la licitación de 84 paños fiscales en las distintas comunas de la segunda Región, como Antofagasta, Calama, Mejillones, Taltal, Sierra Gorda y María Elena para desarrollo de proyectos de energías renovables no convencionales, ERNC, productivos, habitacionales y turísticos.

En esta oportunidad, la autoridad nacional de Bienes Nacionales destacó el gran aporte que realizarán las licitaciones de paños fiscales en el Norte Grande de Chile para la reactivación económica del país, "con el mismo compromiso con el que estamos luchando contra la pandemia del coronavirus es con el que queremos poner a disposición inmuebles para activar proyectos que permitan generar nuevos puestos de trabajo, inversión, progreso económico y social en esta región".

Por otra parte, el intendente regional, Edgar Blanco, señaló "gracias al Ministerio de Bienes Nacionales, se pone a disposición de la inversión terrenos fiscales para que esto se transforme en empleos, ingresos y bienestar para la ciudadanía. Como Gobierno Regional, seguiremos trabajando en incentivar la inversión privada local fomentando el crecimiento económico de nuestra región".

Es importante destacar que esta actividad se realizó en un paño fiscal de nuestra Provincia, donde actualmente opera el Parque Eólico Valle de los Vientos y se construye el proyecto Parque Solar Fotovoltaico Azabache de la empresa Enel Green Power Chile, mismo lugar donde el presidente Sebastián Piñera, en el año 2013, promulgó la Ley 20/25 que modifica la matriz energética del país a través del uso de Energías Renovables No Convencionales (ERNC).

Sin duda la visita del Ministro de Bienes Nacionales, Julio Isamit, a nuestro territorio principalmente a la comuna de Calama, ha sido un gran impulso para generar empleos en nuestra región. Es una inyección de recursos importante que va en directo beneficio de los habitantes de la región de Antofagasta en donde también los loínos y loínas se verán beneficiados con la reactivación económica y laboral que busca el Gobierno por intermedio del presidente de la República, Sebastián Piñera.

María Bernarda Jopia

Gobernadora de El Loa

Por una reactivación económica verde

"Es trascendental optar por medidas que apunten a la doble tarea de avanzar de la mano de la innovación". Catalina Pérez, Diputada de la República
E-mail Compartir

Mientras seguimos experimentando los efectos de una respuesta deficiente a la pandemia, parte de la discusión pública se ha dirigido a la necesidad de acordar una hoja de ruta de reactivación económica que considere todas las voces y que haga frente a la recesión que comenzamos a experimentar. Dicha reactivación debiera estructurarse sobre nuevos parámetros de justicia ambiental, económica y laboral que se hagan cargo de aquellos conflictos estructurales que se han venido agudizando en los últimos años. En ese sentido, una reactivación verde se vuelve imprescindible para hacer frente a una crisis climática y ecológica aún más amenazante.

Pero ¿qué características debe adoptar una reactivación sostenible? En primer lugar, contemplar una reflexión sobre los cimientos del sistema económico y el rol del Estado, abandonando una visión que ha limitado su papel a un rol subsidiario y neutral frente a las necesidades y a un modelo evidentemente agotado.

Algunas medidas en esa línea son la expansión del sector de energías renovables no convencionales, con foco en generación distribuida y residencial o potenciar modelos sustentables de producción y distribución en el sistema agroalimentario que permitan avanzar hacia la seguridad y soberanía alimentaria.

La pregunta de cómo financiar este plan es relevante, y la respondemos desde el mandato de generar redistribución de la riqueza y de las cargas ambientales. En momentos de crisis, la reactivación no puede recaer en los hombros de las familias, sino que debe ser financiada por quienes más han acumulado, . Ante este escenario, la propuesta que el Frente Amplio ha defendido desde la última elección presidencial consiste en crear un impuesto al patrimonio de los súper ricos y los impuestos verdes hoy toman mayor urgencia y viabilidad para enfrentar las consecuencias de la pandemia.

Debemos avanzar hacia la democratización y territorialización del modelo económico, pues de nada sirve dirigir los esfuerzos reactivadores hacia los grandes consorcios, mientras las PYMES luchan contra la concentración económica. Asimismo, no podemos continuar con el diseño y aprobación de inversión a través de criterios que no toman en cuenta las decisiones de los territorios donde ellos se ejecutan, y terminar con las lógicas productivas del establecimiento de zonas de sacrificio como ocurre en nuestra región. Apuntamos, en definitiva, a diseñar una nueva senda de desarrollo que supere el neoliberalismo y establezca el camino de superación del capitalismo, cuya dinámica es incompatible con los límites de la biósfera. La necesidad de volver a discutir sobre el rol del Estado en los procesos económicos, los bienes comunes, la infraestructura y la innovación es urgente, y vemos tanto en los planes de reactivación como en el proceso constituyente oportunidades para enmendar el rumbo.

Un futuro más eléctrico

A la demanda por cobre y litio se sumará la de electricidad y en todas, nuestra región tiene muchísimo que decir y aportar para este nuevo escenario. El cobre, y especialmente el litio, tienen un futuro bastante notable, pero hacer más de lo mismo ya no nos puede servir. El mundo está cambiando de tendencias y estas industrias deben leerlas bien.
E-mail Compartir

Si de algo no nos podemos quejar, es más, tenemos mucho que agradecer, es la generosidad de Antofagasta para sus habitantes y el país. El salitre, el mar, el cobre, el litio, entre otras, han sido industrias florecientes en este espacio geográfico. Y hay muchas más.

Un artículo publicado por The Economist confirma excelentes perspectivas para la minería mundial y chilena. En especial para el cobre y otros metales y el litio, los que aumentarán fuertemente su demanda en los próximos años. Si China llevó los precios de numerosos commodities a precios récord a partir del año 2000, varios analistas precisan que las energías limpias puede ser una fuente de demanda todavía más relevante. En concreto, los autos eléctricos y el desarrollo de baterías serán una fuerza que no parece haberse entendido del todo a nivel nacional.

Esa es una de las explicaciones de los precios del litio, cobalto y cobre, por ejemplo, tres minerales altamente demandados para este tipo de productos, al que bien podríamos agregar los teléfonos móviles, computadores y otros dispositivos electrónicos.

Lo anterior abre escenarios de enormes oportunidades para nuestra Región. Por lo pronto un automóvil contiene entre 60 y 80 kilos de cobre (un automóvil a combustión usa hasta 20 kilos), además de usar mucho litio para la construcción de las baterías, dos productos presentes en nuestra región y del cual podemos ganar en valor agregado.

Se prevé que para el año 2035 habría 140 millones de automóviles eléctricos en las carreteras del mundo, es decir, un 8% de la flota total, frente al millón que existe en la actualidad. En efecto, se trata de una tendencia que parece irreversible y se ha consolidado en varios países. En naciones nórdicas, este tipo de coches ya son los más comprados por los consumidores.

Un punto relevante es que la fabricación de tales móviles podría requerir al menos 8,5 millones de toneladas anuales de cobre adicional. Para hacerse una idea. Esto implicaría explotar una mina de cobre del tamaño de Escondida cada año.

Tenemos estos minerales y tenemos un enorme desarrollo con energías renovables no convencionales, un futuro generoso se abre si lo hacemos bien.