Colo Colo quedó con las ganas de jugar un partido amistoso ante Magallanes, luego que ayer la autoridad sanitaria no autorizara a los albos para realizar el encuentro ante el cuadro de Primera B.

El Cacique, que desde su retorno a las prácticas autorizadas por el Minsal y Mindep, sólo había realizado trabajos físicos y de acondicionamiento de sus jugadores, tenía previsto jugar ante Magallanes para que el técnico Gualberto Jara viera en cancha el desempeño de sus futbolistas, que llegarán sin partidos previos al encuentro del 29 de agosto ante Santiago Wanderers, en el Monumental.

En otro orden de cosas, ByN anunció ayer que, ante la imposibilidad de que los hinchas abonados asistan al estadio por las medidas de seguridad establecidas en el protocolo de retorno del fútbol, se decidió que los beneficios de estos abonos se extendieran hasta el próximo año.

"Hemos decidido validar el abono de este período para el próximo año bajo las mismas condiciones de la compra original, incluyendo todos los partidos del Campeonato Nacional 2021, Copa Chile y partidos internacionales en caso de disputarse. Nuestra prioridad sigue siendo proteger la salud de todos y confiamos en que nos volveremos a encontrar pronto", afirmó Samuel Pérez, gerente de marketing de ByN.

LA "U" quiere el NACIONAL

En Universidad de Chile, la situación de los albos es casi similar, considerando que los azules tampoco jugaron amistosos y que de cara al duelo del domingo de la próxima semana ante Palestino, llegan con poco fútbol en el cuerpo.

"No hay grandes cosas que me inquieten, nuestro objetivo es continuar y mejorar lo que veníamos haciendo en la primera parte del torneo", dijo Hernán Caputto, quien ayer también se refirió a la imposibilidad de Universidad de Chile de jugar en el Estadio Nacional, salvo partidos de clase A.

"Uno quiere jugar en el Nacional, esperemos que así sea. Pero hay fuerzas mayores que pueden generar que eso no ocurra", cerró.

Sevilla demostró que la Europa League es su torneo preferido luego que ayer sumara su sexto título de la competencia, en igual cantidad de finales disputadas, al vencer por 3-2 al Internazionale de Alexis Sánchez, quien ingresó en el último cuarto de hora y tuvo una inmejorable oportunidad para empatar.

Se pensó que el cuadro lombardo daría el golpe en la definición de Colonia, Alemania, ya que muy temprano, a los dos minutos, se encontró con la apertura de la cuenta luego que el defensor brasileño Diego Carlos se llevara puesto al belga Romelu Lukaku, para que el árbitro neerlandés Danny Makkelie, cobrara un claro penal que el propio Lukaku convirtió en el 1-0.

En ese momento los italianos podrían haberse replegado para cerrarles los espacios a los andaluces. Sin embargo, el estilo de constante rotación de balón del Sevilla, encabezado por el argentino Éver Banega, incomodó sobremanera a los jugadores de Inter, que pocas veces encontraron ventaja en los duelos del mediocampo, que le permitieron al cuadro hispano llegar rápidamente al empate parcial, conseguido por su centrodelantero Luuk de Jong, a los 12 minutos, y una merecida ventaja de 2-1, también obra de De Jong.

El duro golpe, más que descomponer a los jugadores de Inter, resultó una inyección de motivación para el cuadro lombardo que sobre los 36' llegó rápidamente al empate por intermedio de un perfecto cabezazo del uruguayo Diego Godín, quien entró en la historia de las competencias de clubes europeas al ser uno de los pocos futbolistas en marcar goles en finales de Champions League y Europa League.

Antes, eso sí, la polémica se instaló en la cancha luego que un penal reclamado por los jugadores de Inter y el cuerpo técnico italiano, por una supuesta mano de Diego Carlos, terminó con el técnico Antonio Conte amonestado y el argentino Banega en el ojo crítico de los medios de la península por haberle tirado el pelo al estratego interista.

Escasa reacción

La segunda parte mostró a ambos equipos en la misma línea que terminaron los primeros 45 minutos. Con un Sevilla que controlaba el balón y un Inter que apostaba a la profundidad y potencia de Lukaku para desequilibrar. Lamentablemente para las pretensiones de los neroazzurros, ayer Martínez no mostró el nivel de semifinales, donde había sido figura casi excluyente, en gran medida, por la escalonada presión que ejercieron los defensores sevillanos en el campo.

Con ese escenario, la suerte de Inter dependía de lo que el delantero belga generara en el área rival. Lo tuvo en un remate que controló el arquero Bono, pero minutos después, sobre los 74' la desgracia llegó para Lukaku, cuando trató de rechazar con su pie derecho una chilena de Diego Carlos y en vez de sacarla fuera del campo, terminó por introducirla en el arco de Handanovic.

Tres minutos después, y con la desesperación de la desventaja, Conte se la jugó con tres cambios, uno de ellos, el de Sánchez por Martínez (los otros que ingresaron fueron Moses y Eriksen).

La movida bien pudo haberle resultado a los 81' cuando una disputa de un balón de Moses en el área dejó al chileno de frente a Bono, pero su remate mordido fue sacado desde la línea por Koundé.

"El asalto final de Sánchez no da más oportunidades al Inter, que al final se despide entre aplausos", señaló Sky Sports, mientras que la Gazzetta dello Sport remarca la "maldición" de Conte en competencias europeas. "Aún le falta un trofeo internacional a sus ligas en Italia e Inglaterra".

2 finales internacionales ha perdido Alexis Sánchez en su carrera. Con Chile, la Copa Confederaciones, en 2017, y la de ayer con Inter.

6 títulos lleva Sevilla, que ganó todas las finales de Europa League que disputó: 2006 y 2007 (Copa Uefa); y 2014, 2015, 2016 y 2020.