Previsión y vivienda propia
La integración de dos políticas públicas, la previsión y la vivienda, no sólo es posible sino también necesario para lograr una vejez tranquila para las personas.
Un estudio de la Cámara Chilena de la Construcción, basado en la encuesta Casen 2015 y 2017, sostiene que el déficit habitacional del país es para 2.2 millones de personas, cifra alarmante que va al alza.
Una de las barreras de entrada para la vivienda propia, es el ahorro inicial que deben tener las personas para postular al subsidio habitacional. Para el subsidio DS1, el ahorro inicial parte de las 30 UF, el cual aumenta según el tramo del subsidio. Hoy esa barrera se puede eliminar, si se considera el ahorro previsional como ahorro inicial, sólo pudiendo traspasarlo en caso de adjudicar el subsidio y comprando la vivienda propiamente tal.
La segunda barrera es la capacidad de crédito, la cual se rompe con un trabajo formal, que genere ingresos para pagar los dividendos.
Ver a la previsión y a la vivienda como un círculo virtuoso, será el primer paso a resolver dos políticas públicas prioritarias y pendientes.
Eduardo Jerez Sanhueza
Salvador Allende
Hoy 4 de septiembre, se cumplen 50 años del triunfo electoral de la Unidad Popular que permitió a su candidato presidencial, don Salvador Allende Gossens, acceder a la primera magistratura de nuestra república.
Más allá de la admiración que tenga del Dr. Allende, se han escrito bibliotecas enteras sobre esta elección y sus consecuencias. Una consecuencia, de tantas, es que todo cambio social profundo, como pretendía el programa de gobierno del Dr. Allende, requiere de manera esencial una mayoría a lo menos absoluta de los ciudadanos de una nación para materializarlos y mantenerlos en el tiempo.
Rolando Héctor Lorca Silva
Desidia
Es un hecho de la causa sanitaria que hoy el peligro latente no está solamente en las complicaciones en la salud pública que ha generado el COVID-19, también el humano y su complejidad, que se ha potenciado con un rasgo suicida en alza. La actitud rebelde de nuestra especie que no guarda relación con un enemigo biológico que no actúa contagiando por desidia a otra especie diferente. Al parecer una parte de esta especie humana solo actúa colectivamente y en sintonía cuando se trata de destruir bienes públicos y que ya no se conforma con contagiar a otros ideológicamente.
El Animus Jodendis de llevar a límites las políticas públicas sanitarias, que este gobierno implementa y que a diario choca con la desidia colectiva de quienes, no teniendo porqué salir de su cuarentena lo hacen, la paciencia de quienes se esfuerzan en respetarla más allá de su tolerancia física y mental, muchos de ellos presentando trastornos en la movilidad por extensas permanencias en espacios reducidos. Se lograrán encontrar vacunas para combatir al virus y las mutaciones que vendrán, pero será una tarea titánica e incierta poder encontrar una vacuna para la desidia insana, de una sociedad ahogada en su propia rabia y resentimiento hacia su misma especie.
Luis Tapia Lazo
Refrán
Como dice el refrán: hay que zapatear en casa este Dieciocho.
J. C. L.
Pensiones
La Corte Suprema de Justicia ha impartido justicia. Rechazó la posibilidad de que una modesta maestra del país retire sus fondos de la AFP Cuprum, revirtiendo lo antecedido por la Corte de Apelaciones de Antofagasta. Es decir, es justo que la profesora que ganaba 1.200.0000 reciba ahora 185.000 pesos mensuales de su Administradora, AFP que, de paso, logró utilidades por 95 millones de dólares, sólo en 2019.
Este tipo de situaciones absurdas e incomprensibles, en donde una Corte no imparte justicia por estar los hechos amarrados previamente, no pueden seguir existiendo en un país con un 97% de alfabetizados. Por esto, una vez ganado el Apruebo en octubre, debe plasmarse en la nueva Constitución un rol fuerte del Estado, garantizando derechos básicos para todos sus habitantes: acceso a la salud, la educación y la vivienda y pensiones consistentes, de supervivencia.
No podemos continuar con una constitución como la actual que blinda, de suyo, a una fronda, llámese de políticos a favor del sistema económico, dueños de AFP e Isapres, de medios de comunicación, banqueros y las élites de la FF.AA., entre otros, que se enriquecieron ofensivamente e impidieron todo cambio, invocando un bien superior que no era otra cosa que el propio interés privado.
Gaspar Millas del Río