El afectado aún se encuentra en coma inducido

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Navalni, conocido por sus denuncias de corrupción entre las élites rusas, y que ahora es el protagonista el fuego cruzado entre Rusia y Alemania, se mantiene en coma inducido y recibe tratamiento desde el 22 de agosto en la clínica berlinesa de la Charité, a donde fue trasladado desde la ciudad siberiana de Omsk, en el que había sido ingresado tras sufrir un colapso durante un vuelo. Leonid Volkov, mano derecha de Nalvani, declaró que buscaban que muriera por 'causa desconocida'.