Luego de 80 años científicos redescubren Rana de Ollagüe
CIENCIA Ejemplares fueron hallados en "Aguas Calientes" cerca del Salar de Carcote.
Durante más de 80 años la "Telmatobius halli" o "Rana de Hall" fue uno de los mayores enigmas de herpetólogos que estudian los anfibios que habitan la zona de los Andes que va desde el sur del Ecuador hasta el norte de Chile. Casi un mito.
El único antecedente conocido de la existencia de la "Rana de Hall" era una publicación del año 1938 del zoólogo norteamericano Gladwyn Noble, quien la describió y denominó a partir del hallazgo realizado por el fisiólogo, Frank Gregory Hall, que en 1935 visitó el altiplano chileno en una misión que buscaba estudiar los efectos de la altura en la actividad humana.
La publicación de 1938 sin embargo, indica César Cuevas, doctor en ciencias de la Universidad Católica de Temuco, no detallaba información precisa que ayudara a ubicar su hábitat en el altiplano de Alto El Loa.
"Es apenas una página en la publicación. Sin coordenadas, ni mapas, ni dibujos del sector. Solo indica que era cerca de Ollagüe en una vertiente termal que era usada como piscina por los mineros durante el fin de semana", señala Cuevas quien es académico del departamento de Ciencias Biológicas de la UCT.
La falta de coordinadas y la inmensidad del territorio, contribuyeron a que durante 80 años, ningún investigador pudiera observar, ni describir, la enigmática 'Ranita de Ollagüe'.
"Hasta que el año 2015, Claudio Azat me invita a una campaña en el sector y quedamos en aprovechar la ocasión para buscarla", apunta Cuevas.
Aguas Calientes
"Apenas llegamos a Ollagüe nos presentamos en Carabineros y de paso le preguntamos si conocían de lugares donde habían vertientes termales. Como ellos patrullan la zona, nos indicaron dos lugares que calzaban con la descripción de Noble. 'Aguas Calientes' que estaba cerca del Salar de Carcote y 'Alcorcha' a 40 kilómetros del sector", relata Cuevas.
Claudio Azat, director del Doctorado en Medicina de la Conservación de la Universidad Andrés Bello, recuerda que debido a la distancias, llegaron casi de noche al lugar, no obstante, las características del paisaje coincidían con la descripción del libro de Noble.
"Probablemente dentro de los 10 tipo de telmatobius de los Andes chilenos, la más desconocida de todas, por lejos, era la Ranita de Ollagüe. Aguas Calientes no es más que un arroyo de 70 metros que aflora y que drena al salar. Un área muy reducida pero que calzaba perfecto con la descripción. En la cabecera del arroyo metí el brazo casi al fondo y logré sacar un ejemplar bien grande. Volvimos al otro día y capturamos tres adultos y tres larvas", indica.
"Estábamos muy emocionados, porque la buscamos y cuando la hallamos estábamos felices porque todo indicaba que ese era el ejemplar que llevaba perdido 80 años", recuerda Azat.
Luego del trabajo en terreno, la investigación se orientó a confirmar los hallazgos para lo cual, los investigadores tuvieron que recurrir al único ejemplar documentado que se encontraba en el Museo de Historia Natural de Chicago.
"Lo comparamos con el material guardado desde 1935 en el museo de Chicago. Afortunadamente el curador nos mandó la información y junto a la literatura disponible pudimos describir el ejemplar", comenta Cuevas.
La investigación fue publicada recientemente en la revista científica Zootaxa.