La autoproclamada república separatista de Nagorno Karabaj, epicentro del conflicto armado entre Azerbaiyán y Armenia que cumplió ocho días, pidió oficialmente a la comunidad internacional que reconozca su independencia para poner fin a la guerra. Mientras, su presidente, Araik Aratunián, partió a la línea de separación con Azerbaiyán para defender con las armas la autoproclamada república.

"Parto al frente junto a las unidades especiales para participar en los combates, ya que soy ahora más necesario en el frente que en la retaguardia", anunció, citado por el portal armenio Mediamax. "La nación y la Patria están en peligro, está en peligro nuestro derecho a la independencia, a la vida digna en la tierra que liberamos al precio de nuestra sangre", añadió.

Aratunián, quien combatió en la primera guerra entre Armenia y Azerbaiyán tres décadas atrás, hizo un llamado a "defender con fidelidad inagotable" el derecho "inalienable de vivir en nuestra patria". El mandatario, electo en abril de este año con un amplio apoyo de los electores (poco menos del 90 %), constató que "a lo largo de toda la línea de separación entre Artsaj (nombre armenio del enclave separatista) y Azerbaiyán tienen lugar intensos combates".

Buscan la independencia

En paralelo, el Ministerio de Exteriores de Nagorno Karabaj pidió ayuda de la comunidad internacional como opción para detener el conflicto.

"Llamamos a la comunidad internacional a reconocer la independencia de la República de Artsaj (nombre armenio del enclave) con el fin de garantizar el derecho de los ciudadanos a la vida y el desarrollo pacífico", solicitó el Ministerio en un comunicado. Según la entidad diplomática de la república no reconocida, "en las actuales condiciones el reconocimiento de Artsaj es el único mecanismo existente para restablecer la paz y la seguridad en la región".

El jefe de la diplomacia de la república separatista de Nagorno Karabaj, Masis Mailián, afirmó a Efe que ante la "nueva agresión de Turquía y Azerbaiyán contra Artsaj", Ereván podría reconocer la república. "Somos independientes. Consideramos que la mejor respuesta de la comunidad internacional puede ser el reconocimiento de la independencia de la república", subrayó.

En su opinión, lo ocurrido en otros casos como las repúblicas separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjasia, cuya independencia fue reconocida por Rusia en 2008, demuestra que "el reconocimiento es un mecanismo de garantía de seguridad".

"Esa declaración política puede frenar las acciones militares y garantizar una paz duradera en el Cáucaso Sur", señaló.

Armenia apoya el derecho a la autodeterminación de Nagorno Karabaj y aboga por la participación de los representantes del territorio separatista en las negociaciones sobre el arreglo del conflicto. Mientras, Azerbaiyán sostiene que la solución al conflicto con Armenia pasa necesariamente por la liberación de los territorios ocupados, demanda que ha sido respaldada por varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

Azerbaiyán ataca

En paralelo, Azerbaiyán atacó con cohetes Stepanakert, la capital del enclave separatista de Nagorno Karabaj, mientras que el Ministerio de Defensa azerbaiyano acusó a Armenia de utilizar su artillería contra la ciudad de Tartar, el poblado Sajeabad, Gazián y otras diez localidades, y aseguró que "responde al enemigo".