Padre Berríos
No estoy de acuerdo con la petición del Rvdo. Padre Berríos , en la edición del día sábado 10 del actual. Sé que mi modesto pensamiento personal no sé ganará una primera plana. Jesús , por hacer el bien, fue castigado, crucificado y tuvo que cargar la Cruz por las calles de su pueblo. Por qué, se solicita clemencia a quienes destruyeron, incendiaron, saquearon, destruyeron imágenes sagradas de los cristianos, han golpeado sin piedad a nuestros Carabineros, sin ningún respeto, por ellos y sus familias, cuántos comerciantes esforzados han quedado sin nada, todo su esfuerzo se fue y cuántos jefes de hogar, por culpa de los niños idealistas quedaron sin trabajo, la destrucción de los bienes de uso público, y así suma y sigue.
La justicia debe ser para todos por igual. Usted Padre, pide clemencia para quienes nos han hecho mucho mal y después solicita, por este diario, que hay que ayudar a las pymes que han perdido todo por el vandalismo , que usted defiende. Realmente , no lo entiendo.
Miguel Bascuñán Sfeir
Padre Berríos II
Coincido con el padre Berríos en que las protestas multitudinarias originaron una serie de medidas, tendientes a solucionar temas sociales que durmieron y duermen por años en el Congreso, donde los proyectos parecen tener cero importancia para los parlamentarios. Pero no hay que confundir la toma de razón efectiva ante una demanda masiva y pacífica, con lo que podría parecer temor ante el terrorismo desatado junto a dichas protestas pacíficas.
Discrepo con el padre Berríos en que los que lograron tener una ciudad "fortificada", rayada y sometida a múltiples intervenciones agresivas (barricadas, rayados, ataques a la propiedad y vehículos, etc.), sean "niños" o "chiquillos". Niños y chiquillos fuimos todos los que nos dedicamos a estudiar y luego a trabajar para retribuir lo que la sociedad nos brindó y sacar adelante un proyecto de vida orientado al mejoramiento continuo.
Los que han matado el entorno y montones de proyectos de pequeños empresarios y comerciantes no son, padre Berríos, niños ni chiquillos, son sencillamente delincuentes y deben ser tratados como tales.
Todas la comparaciones son odiosas, pero no se trata de castigar a empresarios y políticos corruptos y perdonar los actos terroristas, todos deben ser penalizados, de lo contrario, el mensaje que le damos a la juventud es que el estudio y el trabajo no es el único camino, existe otro que es más fácil y es el delinquir.
Finalmente me llama la atención que el padre Berríos, ante una pregunta concreta responde que, "en el lugar de ellos (los detenidos por desmanes) me habría dedicado a fumar pasta base, robar o no hacer nada." Por favor, Dios quiera que los lectores no se queden con este pensamiento y los jóvenes encuentren mejores formas de encauzar sus vidas.
Rafael Mella Hernández
Semáforo
Autoridades: ¿por qué o mejoran la coordinación del semáforo de O'Higgins con Salvador Reyes? Es un desastre y solo complica el tránsito por el sector.
Andrea González P.
Frente Amplio
Ante la educación municipal -que atiende a más de 1.200.000 de niños- las autoridades municipales tienen muchas obligaciones, entre las que se encuentran: (a) Una muy fácil: no robar o malgastar los fondos destinados a esta misión. (b) Otra que se ha vuelto difícil: «garantizar la continuidad del servicio educacional durante el año escolar». (c) Otra que es todavía más difícil: entregar educación de calidad. Es una desgracia que el Frente Amplio no haya sido capaz de hacer ni lo más fácil en Providencia o en Valparaíso.
Juan L. Lagos
Constitución EE.UU.
La Constitución de los Estados Unidos fue redactada en la Convención Constitucional en Filadelfia en 1787, firmada el 17 de septiembre de 1787 y ratificada por el número requerido de Estados (nueve) el 21 de junio de 1788. Su Constitución rige desde hace 213 años, y a la cual se le han hecho varias reformas a través del tiempo. En Chile han existido diez textos constitucionales (1811, 1812, 1814, 1818, 1822, 1823, 1828, 1833, 1925 y 1980) (verlos en Google).
Sería mucho más maduro y democrático que, en vez de tener una multitudinaria convención, como la que se propone ahora y que votaremos el 25 de octubre 2020, se reduzca el número de constituyentes y, segundo, permitir a los chilenos y chilenas participar directamente en esta tarea democrática y no ser excluidos por parlamentarios, quienes, de ser elegido(a)s, no tendrán tiempo para cumplir las labores para las cuales fueron nombrados bajo juramento.
Mauricio Pilleux Dresdner