Constitución y ley
Ya un poco tarde se me acaba de ocurrir que este próximo plebiscito nos pondrá frente a una disyuntiva extrema - o hacemos una nueva constitución o rechazamos la idea. ¡Error garrafal!... lo inteligente habría sido votar entre hacer una nueva constitución, partiendo de cero, o convenir un programa de modernización de la constitución vigente, partiendo por los temas más conflictivos y prioritarios (por ejemplo, democratizar el proceso de elección de los candidatos a gobernar, hacer más eficiente al Estado, nacionalizar el recurso agua, etc.).
Respecto de los derechos fundamentales declarados en la actual constitución hay muchos que son de perogrullo (a la vida, la salud, la educación). Y muchos de tales derechos, supuestamente "garantizados", hoy están por el suelo porque las leyes que los instrumentalizan son letra muerta. Ése es el problema de fondo, eso es lo que nos tiene hartos a quienes creemos que la tarea de ser chilenos no es fácil, más aún si los políticos y sujetos igual de irresponsables no cumplen la suya, que es cumplir y hacer cumplir esas leyes.
Seguro Servidor
Ateos
A esta altura de mi vida, recién he comprendido porque los ATEOS dicen chao y no adiós.
Jorge Valenzuela Araya
Plebiscito
Existiendo mucha duda entre los votantes del próximo plebiscito, sobre la forma en que se hará la contabilidad de votos; es inconcebible que aún no hayamos tenido la aclaración necesaria de parte de la autoridad, en cuanto al significado de cómo se vote en cada opción y la contabilidad total de los mismos, puesto que merece dudas las opciones marcadas en la segunda papeleta, especialmente en relación a su influencia o no sobre cómo se opte en la primera papeleta; evitando discrepancias de interpretación a posteriori y que cuestionarán éste evento republicano que debería ser absolutamente transparente y sin lugar a dudas.
José Manuel Caerols Silva
Plebiscito II
El 15 de noviembre de 2019, en el contexto del estallido social, políticos tanto de oficialismo y oposición firmaron el denominado "acuerdo por la paz social y nueva constitución" como vía institucional para contener la embestida de violencia, saqueo y demases actos delictuales. Con lo visto en estos días, especialmente en el contexto de la conmemoración del primer año del 18-O, bien podría considerarse que si uno de los puntos del acuerdo no se cumple, como es el caso de la paz social, habría fundamento suficiente para no llevar a cabo el plebiscito.
Ahora bien, como este fue un acuerdo político, de seguro se realizará igual porque el costo de no efectuarlo será mucho mayor que las consecuencias posteriores, para el país, del acto en sí mismo. Mal que mal, esta consulta, por una nueva carta fundamental, es de absoluto y único interés de las elites de lado y lado quienes, que duda cabe, nunca consideraron las reales demandas y prioridades de la ciudadanía: salud, educación, empleo, medio ambiente y seguridad ciudadana, entre otras las cuales, dicho sea, seguirán estando en lista de espera.
Rodrigo Durán Guzmán
Plebiscito III
Mirando inexactitudes acerca del plebiscito nacional de este domingo, a no confundirse. Los que dicen que si gana el Apruebo será "el pueblo" quien redacte la nueva constitución, en realidad serán representantes de la ciudadanía toda, de cada comuna, incluidos profesionales, académicos, líderes sociales, estudiantes y otros quienes lo realicen. La extrema izquierda suele apropiarse del distintivo "el pueblo" aludiendo sólo a pobladores alineados, tratando de manipular e impulsar modelos estatistas ya fracasados en el mundo. Aquí eso no pasará, habrá otro plebiscito sancionatorio en 2022, para aceptar la nueva propuesta constitucional con, al menos, dos tercios de los votos ciudadanos. A no confundirse tampoco con aquellos que ofrecen "rechazar para cambiar". Es un contrasentido vergonzoso. Quienes enarbolan el eslogan, de suyo, ¡no quieren ningún cambio en el país actual! Mienten para mantener un Estado subsidiario que no asegura derechos básicos como salud, educación gratuita y pensiones razonables, como sí lo hacen países como Alemania o Noruega.
A no confundirse. Una nueva constitución redactada por gente inteligente de la ciudadanía, con ideas de derecha, centro e izquierda y de distintas visiones religiosas nos da la posibilidad de un Chile más equitativo y desarrollado.
Gaspar Millas del Río