Si quedaba alguna duda sobre el quiebre entre la clase política y la ciudadanía, esta quedó disipada tras la alta votación que alcanzó la opción de Convención Constituyente en el plebiscito del domingo, concentrando el 78,99% de las preferencias nacionales en el proceso eleccionario.
De esta forma, serán los propios electores, y no los congresistas, quienes elegirán vía voto popular a los 155 convencionales que elaborarán la nueva Carta Fundamental.
El 18/O, empujó a la elite política y al Estado a un plebiscito que no todos deseaban. Por lo mismo, si hay algo que reconocen los parlamentarios de la región sobre el resultado del referéndum es que fue un triunfo exclusivo de la ciudadanía, esto ante la incapacidad del sistema político responder a las demandas sociales.
Clamor popular
Para la diputada Marcela Hernando, lo que le queda hoy a la clase política que representa es actuar con generosidad, abriendo espacios, terminando con las "cocinas" y ponerse a disposición del sentir de la gente.
"Creo que durante estos 30 años de democracia, hubo actores políticos que no tomaron conciencia de que su responsabilidad es representar los intereses de la ciudadanía y no los propios. Algo que se extiende hasta hoy. Pareciera que nuestras instituciones no han 'escuchado la voz del pueblo' y no han leído adecuadamente los resultados de la votación. Hoy, los partidos ya preparan sus listas de consejeros para la Convención Constitucional haciendo oídos sordos del resultado de la votación del plebiscito. Es imperioso que se busque la unidad del sector, si no, la decepción será una carga pesada que tendrán que cargar los dirigentes políticos. Por ello es fundamental la generosidad de este momento", planteó la exalcaldesa de Antofagasta.
En la misma línea, el senador Alejandro Guillier señaló que son las personas, y no la política, la dueña del proceso constituyente que se inició el pasado domingo con el plebiscito.
"Falta participación. La democracia es mucho más que el voto. No puede ser que en la foto salgan los mismos de siempre y se olviden de una ciudadanía que quiere poner sus temas en la mesa y quiere ser protagonista. Tuvimos prácticamente que obligar a los dirigentes políticos a considerar a la sociedad civil en la franja electoral. Aún no se asegura la elegibilidad de ciudadanos para que no sean los mismos de siempre en las elecciones que se vienen. Aún algunos están pensando más en las elecciones para los próximos 4 años y no en el país que tenemos que refundar para los próximos 40. La clase política chilena sigue encerrada en los salones", comentó el periodista.
La diputada Catalina Pérez, también reconoce que el mundo político no ha estado a la altura de las circunstancias, haciendo hincapié en la desconexión que existe con la ciudadanía y sus necesidades.
"Llevamos muchos años exigiendo desde la calle y ahora desde el Congreso, que la política esté al servicio de la gente y no diseñada para mantener el poder, el abuso y la corrupción de unos pocos. Ese es el mea culpa que debería hacer la clase política tradicional, esa que controlan los dueños del país, que se representa a sí misma, de la que el Frente Amplio no es parte. Nuestro mea culpa por otro lado puede ser lo mucho que nos falta crecer en la organización de todo el descontento y en la unidad de las fuerzas de cambio", dijo.
La parlamentaria agregó que "la política debe bajarse del Olimpo a la plaza pública, abrir espacios a la renovación, a los nuevos rostros y a otras formas de representación realmente conectadas con lo que la gente necesita, no con ministros que creen que se va a hacer vida social a los consultorios, que una persona puede vivir bien con $320.000, o que nuestro sistema de salud es uno de los mejores del mundo. Tiene que acabarse en Chile la desconexión de la política con la realidad".
Confianza
El senador Pedro Araya Guerrero planteó que a partir de lo ocurrido el domingo, la clase política debe asumir un rol activo para recomponer la confianza con la ciudadanía, labor que asegura "un camino de largo aliento".
"Lo primero es que ningún partido político, sea oficialista o de oposición, puede atribuirse el triunfo de ayer (domingo). Este fue un triunfo de los ciudadanos en su conjunto, que cruzó por lejos el umbral de derecha e izquierda. Ahora el rol de los partidos tiene que ser conducir lo que viene hacia adelante, porque claramente de aquí a que la nueva Constitución entre en vigencia tenemos al menos dos años en que el país tiene que seguir funcionando. En ese sentido, los partidos tienen que ser capaces de interpretar lo que pasó en el plebiscito y lo que quiere la ciudadanía. El gran desafío será lograr una sintonía fina respecto de lo que está pensando la comunidad en general", precisó.
"Ese es un camino de largo aliento. No hay una solución mágica para recomponer relaciones cuando están deterioradas. Eso va a costar caro y pasa, primero, por un esfuerzo que tiene que hacer el mundo político en general de poder estar más acorde a lo que son las necesidades de la gente y de lo que está ocurriendo en el día a día", complementó el parlamentario.
"Aún algunos están pensando más en las elecciones para los próximos 4 años y no en el país que tenemos que refundar para los próximos 40".
Alejandro Guillier, Senador independiente
"Pareciera que nuestras instituciones no han escuchado la voz del pueblo y no han leído adecuadamente los resultados de la votación".
Marcela Hernando, Diputada PRSD
"Este es un camino de largo aliento. No hay una solución mágica para recomponer relaciones cuando están deterioradas. Eso va a costar caro".
Pedro Araya, Senador independiente
"La política debe bajarse del Olimpo a la plaza pública, abrir espacios a la renovación, a los nuevos rostros y a otras formas de representación".
Catalina Pérez, Diputada RD