"Gente dejó de acudir a urgencias por miedo y empezó a morir en sus casas"
La experiencia de Sonia Rojas, luego de 7 años en el cargo de delegada de Epidemiología, será recordada para siempre, debido a que estuvo frente a situaciones que jamás olvidará.
"Fue algo imprevisto y que en mis años de carrera no pensé que iba a vivirlo. Con la influenza AH1N1, si bien tuvimos el tiempo de prepararnos, las historia de las patologías siempre tienen un inicio y un seguimiento. Por ejemplo, sabemos a quién le va a dar, nos preparamos para ese grupo de personas que son con factor de riesgo y atacamos a esa parte como equipo de salud. Pero eso fue imprevisto, esta patología no tiene una historia clara a quién le da a quién no le da, quizás nos preparamos mucho para recibir grupos de riesgo muy parecidos a la de la influenza, nos preparamos para recibir adultos mayores, enfermos crónico, pero en lo real y concreto, que fue un gran golpe, ver que se nos murió gente de 30 años sin patologías base, en que solo el día anterior presentó síntomas y al día siguiente falleció", explicó.
Indicó que si bien el hospital desde febrero se estaba preparando con capacitaciones y educando a los trabajadores, eso no sirvió del todo, ya que esta pandemia los puso completamente a prueba.
"Tuvimos que hacer todo de nuevo, incluso reeducarnos en el correcto lavado de manos (...) la pega de epidemiología es ingrata porque el hecho de corregir al funcionario, se vuelve reactivo, pero lo que pasó cuando llegaron los primeros contagios, ahí los trabajadores entendieron que iba a llegar el virus sí o sí", agregó.
Explicó que los primeros dos contagios enseñaron mucho a desempeñarse en esta pandemia y quedó demostrado, lo bien que trabajó en red, tanto el hospital Carlos Cisternas con el hospital del Cobre.
"Los primeros dos casos, eran adultos mayores que venían del extranjero y eran exfuncionarios de Codelco, por lo que se presentaron en el hospital del Cobre, pero como nosotros éramos el hospital base de esta pandemia, tuvimos que hacer el traslado a las 3 de la mañana. Fue todo un operativo donde estábamos trabajando a llamado. Ambos pacientes salieron positivos al tiro e incluso el caballero tenía otro virus también. Eso puso a prueba a todo el personal, los que se dieron cuenta que esto ya había llegado a Calama", explicó.
Si bien, Rojas indicó que muchas personas llegaron a urgencias pero no daban positivo, estuvieron el primer mes así, pero después fue caótica, ya que el aumento de contagios fue de un día para otro.
"La gente dejó de acudir a urgencias por miedo y empezó a morir en sus casas, no precisamente de enfermedades respiratorias, sino porque no querían ir al hospital. Tuvimos muchas realidades que se fueron dando en el camino, antes uno decía priorice urgencias para lo que es realmente urgente, eso se nos revirtió en marzo porque la gente se nos moría en las casas por miedo al covid-19", señaló Rojas.
La profesional indicó que esto aún no ha pasado y que luego de haber vivido las semanas más complejas de la pandemia, le preocupa lo que está viendo en las calles. Llamó a ser responsable y respetar a la otra persona.
"No pareciera que estuviéramos en fase 3, parece que ya estamos como en fase 5 y la verdad eso es preocupante, sobre todo para los que estuvimos de frente a esta situación que fue impensada que íbamos a vivir. Hay que entender que el virus no se ha ido y va a tener que pasar mucho todavía para eso, incluso con vacuna, tendremos que seguir con el autocuidado diario", remató la funcionaria.
"Quizás nos preparamos mucho para recibir grupos de riesgo muy parecidos a la de la influenza, nos preparamos para recibir adultos mayores, enfermos crónicos, pero en lo real y concreto, que fue un gran golpe, ver que se nos murió gente de 30 años sin patologías".