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ENTREVISTA. jorge Poblete, subsecretario de Educación:

"Las escuelas deben ser lo último en cerrar ante un posible escenario de segunda ola"

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Jonathan Villella C.

En una visita a Antofagasta para conocer las experiencias de los primeros establecimientos educacionales que retornaron a clases presenciales después de ocho meses de pandemia, el subsecretario de Educación, Jorge Poblete, explicó los criterios y mecanismos que deberán utilizar los colegios el próximo año.

En entrevista con El Mercurio de Antofagasta, Poblete dijo que el coronavirus y la imposición de las clases presenciales como medida para evitar contagios, profundizó importantes brechas que resulta urgente abordar. Y por lo mismo, anunció que el ministerio promoverá la continuidad de las clases incluso en un escenario de segunda ola, como de hecho ya han comenzado a hacer otros países en el mundo.

¿Qué experiencias ha recogido en su visita a Antofagasta?

- Hemos venido a Antofagasta, tal como lo hemos hecho en diferentes regiones del país, para conocer la experiencia directa que han tenido las comunidades educativas que han retornado a clases presenciales. Tuvimos la oportunidad de compartir con el Liceo H.C.T.P., de María Elena, y el Liceo Bet-El de Antofagasta, que retornaron hoy (ayer) a clases. Hemos visto como las comunidades en forma organizada, han ido recogiendo los protocolos que ha entregado el ministerio para poder cuidarnos adecuadamente.

¿Cuál es su evaluación respecto del año académico actual, considerando la pandemia?

- Ha sido tremendamente complejo, ha desafiado enormemente a la educación, primero suspendiendo las clases presenciales, y posteriormente teniendo que albergar nuevas modalidades de trabajo para docentes, papás y los alumnos, que así pudieron continuar su proceso de aprendizaje de forma remota. Eso obviamente ha derivado en que la educación pase por un periodo complejo.

¿Qué brechas han surgido después de este proceso?

-Lo que hemos visto es que las brechas de aprendizaje se han complejizado. A las brechas que ya traía el sistema educativo, que por lo general son las brechas asociadas al factor económico, se han sumado otras, por ejemplo, y según lo que me han comentado varios alumnos, la incapacidad de contar con elementos físicos para que los alumnos TP (técnico profesional) puedan realizar sus prácticas. Otra brecha es la de los alumnos de enseñanza básica, primero y segundo básico, que no contaban con adultos en la casa que los puedan acompañar en el proceso formativo.

En el nivel intermedio, los alumnos se han frustrado también por no poder aclarar adecuadamente sus dudas, no tener un par con quien compartir esas inquietudes. Hay brechas que se han incrementado. Tenemos que recuperar lo antes posible la presencialidad para retomar esa senda de aprendizaje que se ha visto afectada.

A su parecer ¿qué perdió Chile con la pandemia, en términos educativos?

- Perdimos algo fundamental, que era brindar equidad educativa. La escuela es un espacio de integración, contención y equidad educativa, que ha quedado de manifiesto en esta crisis que hemos vivido. Lo que hemos visto en todas las comunidades que han vuelto, es que además de recuperar los aprendizajes formales, se recupera ese espacio de contención socio emocional que brinda la escuela a los alumnos, de acompañamiento y también equidad educativa. Eso, junto con los aprendizajes en cada ramo, es lo principal que se ha afectado.

Lo que tenemos que hacer ahora es prepararnos con tiempo, y en eso hemos estado trabajando en el ministerio, para poder entregar a los colegios lineamientos claros respecto al 2021. Mi mensaje es ocupemos este tiempo en prepararnos adecuadamente, de tal manera que el 2021 tenga como regla general la presencialidad, y que los alumnos puedan retornar a sus escuelas para el proceso de aprendizaje.

¿Entonces, la manera más factible de subsanar estas brechas el próximo año es volver al formato presencial?

- Evidentemente. La Escuela ha mostrado que es irremplazable, como espacio presencial, para poder brindar equidad educativa. Y para eso, para poder tener ese espacio, dada la situación sanitaria que estamos viviendo, tenemos que prepararnos con tiempo. Ya hemos aprendido un poco más cómo cuidarnos, y por tanto, los alumnos hoy tienen mayor información, los papás y colegios también. Se han entregado las flexibilidades para que las unidades puedan funcionar con sus protocolos.

¿Cómo funcionarán los colegios con infraestructura limitada?

- Una fórmula es que si el colegio no tiene los medios suficientes para el próximo año retomar las clases con el 100% de su matrícula a la vez, de forma presencial, puede retomarla estableciendo turnos, puede hacer que la jornada se divida en mañana o tarde, o bien que los alumnos vayan día por medio, por ejemplo, el día lunes un grupo y el martes otro grupo. El colegio debe informar eso en un plan que tiene que entregar al 8 de enero.

Además, el ministerio ha dado a todos los establecimientos del país, un kit sanitario para toda la matrícula; mascarilla, escudos faciales para los docentes, alcohol gel para el colegio, cloro, etc., para así poder potenciar las medidas de cuidado.

¿Qué pasaría con el proceso curricular si la segunda ola de contagios para Chile llega en marzo? ¿Cuáles serían las medidas a tomar, se suspenderían nuevamente las clases?

- Obviamente las medidas sanitarias que determina la autoridad correspondiente debe ser recogida por los establecimientos. Por tanto, pueden ocurrir escenarios donde por una medida sanitaria, se suspendan las clases presenciales, pero lo que hoy muestra la evidencia de los países que han ido avanzando en esta materia, es que lo último que se cierran son las escuelas. Y eso lo tenemos que tener como un aprendizaje importante. Las escuelas tienen que ser lo último en cerrarse ante una situación de resguardo sanitario. Hay que cerrar los bares, los cines, otros espacios, pero no escuelas.

Es fundamental entender que el impacto (adverso) que provoca la suspensión clases presenciales es tremendo. Y por tanto, en la medida que la escuela se transforma en un espacio contenedor y de transmisión de medidas de cuidado, los alumnos aprenden a cuidarse y después los alumnos trasmiten eso en sus casas.

Países que han avanzado en esta materia han determinado mantener sus escuelas abiertas, pese a la situación de los rebrotes, porque la escuela es más bien un lugar de cuidado antes que de transmisión de la pandemia.

"La escuela hoy en día es más bien y pese a lo que se creía antes, un lugar de cuidado más que un lugar de transmisión de la pandemia".