Yalquincha busca ser patrimonio natural de El Loa y asegurar su biodiversidad y cultura
IMPORTANCIA. Comunidades del sector agrícola y ganadero e indígena están trabajando en que el valle sea declarado como uno más de los puntos que ya postulan a esa condición en la provincia, y sumarse a Ojo de Opache y Laguna Miscanti.
Se estima que la vida humana se asentó en el valle de Yalquincha al mil 500 Después de Cristo (DC). Se transformó en un punto de pastoreo, de convivencia con transhumantes trasandinos, y cumplió con ser un estratégico oasis de agricultores y ganaderos de tiempos pretéritos.
"Según estudios y estimaciones hechas los primeros asentamientos, y ya hablando de quienes se quedaron en el valle a cultivar y efectuar trabajos propios de ganaderos y su cosmovisión, Yalquincha es sin duda muy valiosa. Hay evidencia allí, restos de una aldea, arte rupestre, y sitios aún no explorados y determinados, que datan del mil al mil 500 Después de Cristo", explicó Osvaldo Rojas, director del área Museos y Patrimonio de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama.
Son ocho kilómetros de extensión del valle ubicado al noreste de Calama, y donde se persevera en la actividad agraria de las dos comunidades originarias y agrícolas que la componen y que a diario también deben conectarse con la zona urbana de la ciudad.
Su estratégica condición de oasis de entrada al Loa precolombino, ha mantenido pese al paso milenario del tiempo, en la agricultura y su ancestralidad, "es y ha sido un punto de encuentro y también de convivencia con pastores de Argentina y que acá tenían mucho contacto con nuestra etnia Lickan Antai", explica Amalia Bautista, dirigenta y comunera de Yalquincha, sobre parte de la historia y cosmovisión compartida con "nuestros hermanos de otros pueblos", agregó.
Zona preferente de pastoreo de la agricultura que resiste al paso del tiempo, Yalquincha -que en Kunza quiere decir 'Techo de Estrellas'- "es un valle importante por su arte rupestre, porque aún mantiene la vida agraria y también el respeto a nuestras tradiciones ancestrales que que queremos proteger. Para ello ya iniciamos una serie de estudios y asesorías profesionales de antropólogos, sociólogos y también con biólogos, quienes nos permitan determinar con exactitud la biodiversidad que tiene nuestro entorno, entregando cada uno de estos antecedentes a las autoridades pertinentes", agregó Amalia Bautista.
Santuario
Las gestiones de las comunidades Kamac Mayu y Lickan Icchai Comunidad de Yalquincha, van más allá de la radiografía que permita actualizar la biodiversidad del valle "porque hay demasiado valor en este valle que debe ser protegido no sólo en su carácter indígena ancestral, sino también de biodiversidad y vulnerabilidad", dijo Bautista, y agregó que "iniciaremos ese proceso que nos permita que sea declarado Santuario o Patrimonio Natural de El Loa. Lo haremos ante el Consejo de Monumentos Nacionales y donde deba ser presentado".
En base a la autogestión de los comuneros, "las investigaciones no sólo son de carácter patrimonial; es importante que se determine con exactitud y certeza la vida de aves, lagartos, insectos y también todo el espectro que abarca la vida natural en Yalquincha", explicó la dirigenta.
Aves
Una de las formas de vida que se mantienen y también comparten con otras que son migratorias son las aves que tiene Yalquina. El pequén, aguiluchos, garzas y otras son parte de la fauna que alberga el valle en su "poca investigación acerca de las ricas formas de vida. Se sabe por ejemplo que hay aves andinas que una vez que llega el invierno bajan a Yalquincha donde encuentran las condiciones para anidar por largos períodos", explicó el investigador del área de Museos y Patrimonio de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama.
De prosperar todas las instancias requeridas, los comuneros de Yalquincha podrían transformar al valle en uno más de los santuarios que podría tener la provincia de El Loa, junto al ya declarado en el caso de la Laguna Miscanti, y el que busca también Ojo de Opache. También y en una coordinación con su par de la región de Tarapacá, la secretaría regional ministerial de Medio Ambiente trabaja en que la desembocadura del río Loa cuente con esa protección y con ello su biodiversidad y también el cuidado del cauce.
"Las investigaciones no sólo son de carácter patrimonial; es importante que se determine con exactitud y certeza la vida natural".
Amalia Bautista, Comunera de Yalquincha
2 comunidades viven y mantienen las tradiciones ancestrales de la etnia Lickan Antai en Yalquincha.
Un estudio para determinar la vida de las distintas especies que alberga el valle se hará en el sector.
ANCESTRALIDAD