Escasean los recursos para el funcionamiento de las ollas comunes
LUCATÓN. Campaña busca reunir fondos para ir en ayuda de estos comedores que en total entregan 800 raciones. A la semana se requieren entre $200 mil y $250 mil para la compra de proteínas, verduras, gas liquado, entre otros.
La pandemia del covid-19 agudizó la precariedad en la que viven miles de personas en nuestra comuna. De allí que los vecinos se vieron en la obligación moral de ir en ayuda de estas familias, por lo que se crearon diversas instancias entre ellas, se destaca la importante labor que hasta el día de hoy cumplen las ollas comunes.
Fue así como desde marzo en distintos puntos de la ciudad, por iniciativa propia y recursos autogestionados, se levantaron estas ollas con el único objetivo de entregar un plato de comida con dignidad, pero sobre todo con mucho cariño.
En un principio estos comedores recibían ayuda tanto de empresas como de particulares, sin embargo y tras el levantamiento de la cuarentena, la cooperación fue disminuyendo y hoy cada vez es más difícil continuar con esta labor.
En ese sentido, actualmente la agrupación "La Olla Común Calama", que trabaja con cuatro ollas de la ciudad y en la que se distribuyen en promedio 800 raciones, está liderando una campaña solidaria que tiene como objetivo reunir fondos que permitan la continuidad de estas necesarias iniciativas.
Ana Karen Cárdenas, coordinadora de la agrupación comentó que el nombre de la campaña es "Lucatón para parar la olla", y consiste en que las personas pueden aportar desde $1 mil hacia arriba.
Cárdenas comenta que, a la semana se necesitan aproximadamente entre $200 mil y $250 mil para el funcionamiento de las cuatro ollas, por lo que los gastos en un mes podrían llegar al millón de pesos.
Este dinero se ocupa fundamentalmente en la compra de proteínas, frutas y verduras y también lo relacionado a la compra del gas licuado para cocinar y los gastos comunes de la sedes en las que se preparan los alimentos.
Para la entrega de los aportes en dinero se dispuso de una cuenta vista del banco BCI, número 15545938 a nombre de Ana Cárdenas (Rut: 17.393.324-K) y correo electrónico contacto@laollacomuncalama.cl.
Para más información también se puede llamar al número de celular +56977693543 o visitar las redes sociales en Facebook o Instagram.
Testimonios
Durante ocho meses, las vecinas de Los Balcones, han mantenido en el tiempo la olla común que no sólo entrega alimentos a los vecinos del sector sino que a personas de seis poblaciones distintas.
Gioconda Viveros, presidenta de la junta de vecinos y líder de la olla explica que han sido jornadas agotadoras y de mucho aprendizaje. "Ninguno de nosotros era manipulador de alimentos, pero habían necesidades y alguien tenía que ayudar, en eso nos juntamos entre vecinas para cocinar y entre compañeros y nos pusimos a preparar los alimentos y a repartirlos", detalla.
Cuenta que comenzaron con la entrega de los almuerzos durante dos días a la semana pero que, a medida que aumentó la necesidad, tuvieron que agregar un día más.
"Este último tiempo ha costado mucho sostener las ollitas que siguen en pie porque la gente, como se levantó la cuarentena, asume que todo está mejor, pero resulta que no porque todavía hay mucha gente sin trabajo, todavía hay muchos niños que no tienen qué comer", explica Viveros.
La líder de Los Balcones asume que están agotados, que estos meses han sido de mucho sacrificio, "pero hay un tema de compromiso, no estamos porque nos guste cocinar, ni estamos porque no tenemos algo que hacer en la casa, estamos porque si no ayudamos hay gente que la va a pasar mas mal aún", precisó.
Claudio Ramírez, presidente de la comunidad Barrio Ecológico de Quetena, es el encargado de la olla común más grande de Calama que - en el peak de la pandemia -entregaba 320 raciones de almuerzos. Actualmente se preparan, en promedio, 250 almuerzos, dos días a la semana; un número que aún es alto.
"Hasta la fecha de hoy continuamos con nuestra olla común porque es necesario para nuestra gente, porque la mayor parte de nosotros vivimos del día a día y si bien ya han abierto algunos de los puntos de trabajo, realmente es necesario continuar con esta iniciativa, al menos, para nuestra comunidad", explicó Ramírez.
En este sentido hizo un llamado a la solidaridad de los loínos para que este tipo de actividad puedan continuar, "que realmente se pongan la mano en el corazón, porque hay mucha gente con mucha necesidad. Es indispensable continuar con estas ollas comunes porque a través de ellas le damos una seguridad a nuestras familias, a nuestros hijos que tendrán dos días de alimentación con un alimento nutritivo", concluyó el líder del barrio ecológico.
"La Olla Común Calama" es una agrupación de voluntarios y voluntarias, que surge a raíz de la pandemia generada por el covid-19 y que, en la actualidad, apoya la gestión de cuatro ollas que aún están vigentes.
$250 mil a la semana es lo que se requiere para la mantención de las cuatro ollas comunes.
800 raciones a la semana es lo que se reparten en Calama a través de estas ollas comunitarias.