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Conflicto en el sur del país

Los hechos ocurridos en La Araucanía, que llevan décadas de escalada, son la muestra evidente de una incapacidad para entender fenómenos complejos... y solucionarlos. Por doloroso y difícil que sea deben entenderse las causas de la violencia, que no sólo sinsentido, lo que no implica que deban apuntarse que cada uno de los hechos son delitos graves.
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Un detective y un parcelero muerto, comuneros heridos de diversa gravedad, son parte de los últimos hechos ocurridos en La Araucanía, un territorio muy complicado con el nivel de violencia experimentada con fuerza durante las últimas décadas.

A lo anterior debe agregarse otro hecho grave: la imposibilidad que tuvo Rodrigo Delgado, ministro del Interior, de acceder al velorio del agricultor Orwal Casanova. Una situación inédita, inaceptable para muchos, comprensible para otros, pero que gráfica la gravedad de lo allí ocurrido.

Parte de los propietarios acusan que hace rato no existe Estado de Derecho en parte de las provincias de Arauco, Malleco y Cautín, porque habría zonas dominadas por fuerzas paralelas, que no son las del Estado, las que, como sabemos, tienen el monopolio de la fuerza.

El caso divide a la sociedad y al país, a favor y en contra de ambas posiciones, dando cuenta o recordándonos la peligrosidad de leer la vida en clave binaria.

Se estima que la actual coyuntura tiene su hito primero en 1997/1998, cuando por primera vez fueron quemados camiones forestales en la comuna de Lumaco, zona eminentemente forestal; aunque historiadores y analistas precisan que lo ocurrido con el pueblo mapuche es una herida abierta desde la llamada "Pacificación de La Araucanía", por allá en 1880, después de concluida la Guerra del Pacífico. Con todo, podrá certificarse que es en los recientes 25 años, que la escalada no ha sido detenida, debido a un error fundamental: observar los hechos como un asunto de orden público y no como el problema de dimensiones políticas que es.

El símil con el estallido social es evidente y una muestra de la poca flexibilidad de los organismos de la república para entender fenómenos complejos.

Decir que el asunto es grave es una obviedad, más bien habría que decir que es un asunto profundamente político que se ha abandonado a la lectura casi estrictamente policial.

Si eso no cambia, el fracaso continuará y el daño involucrará no solo a las regiones afectadas, sino a todo el país.

Emma Castelnuovo

"Guido Castelnuovo, era en aquel tiempo uno de los matemáticos más prestigioso de Europa". Dr. Ricardo Castro Santis, Coordinador Docente del Departamento de Matemática de UTEM
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Hace veinte años, en diciembre del 2000, Emma Castelnuovo escribió un artículo de memoria histórica sobre la Universidad Clandestina que funcionó en Roma durante el régimen fascista en Italia. Lo escribe a los 87 años de edad con lucidez y emotividad.

Si bien, a casi 80 años de ocurrido los hechos, estos pueden parecer lejanos y ajenos, recordarlos tiene gran importancia como testimonio que aún en condiciones tan adversas, siempre es posible y correcto luchar por lo justo, aunque en ese empeño se juegue la vida.

Poco conocía de los matemáticos italianos cuando partí a Italia a realizar mi doctorado. Aterricé en Génova, pero como dice el dicho todos los caminos llevan a Roma, terminé estudiando en la Universidad La Sapienza de esa ciudad. Fue ahí, que un día encontré el artículo sobre la Universidad Clandestina, me impactó fuertemente las vivencias de los profesores y estudiantes durante los duros años de vigencia de las leyes raciales.

Los profesores de las universidades italianas que se negaron a realizar el juramento de lealtad al régimen fascista fueron expulsados junto con todos los profesores hebreos, y a los jóvenes judíos se les prohibió el ingreso a la universidad. En ese estado de cosas, fue el matemático Guido Castelnuovo, padre de Emma, quien organizó en forma clandestina cursos de nivel universitario para los jóvenes excluidos con la esperanza que, terminada las leyes raciales, estos pudieran ser reconocidos.

Guido Castelnuovo, era en aquel tiempo uno de los matemáticos más prestigioso de Europa y considerado una autoridad académica. Que fuera él quien estuviera a cargo de esta Universidad Clandestina daba viabilidad a la esperanza de un posterior reconocimiento de los estudios. Castelnuovo logró organizar durante dos años académicos (1941-42 y 1942-43) estos cursos con la participación de académicos judíos que habían sido marginados de las universidades y otros, que sin ser judíos, solidarizaron con esta causa a pesar del inminente riesgo que esto significaba.

Emma Castelnuovo, que poco tiempo antes se había titulado de licenciada en matemática y, que también, perdió su trabajo de profesora de la escuela pública por su origen judío, formaba parte de la escuela secundaria hebraica que funcionaba en el mismo lugar que la Universidad Clandestina, fue, por lo tanto, testigo presencial de la empresa de su padre y conoció directamente a los estudiantes, quienes habían sido sus alumnos en los años anteriores.

Terminada la guerra, los estudiantes de la Universidad Clandestina fueron admitidos en la Universidad Real de Roma (actual Universidad la Sapienza) y los estudios realizados fueron convalidados. Un final feliz para un empresa heroica. Pocos años después, en 1952, Guido Castelnuovo fallece a los 86 años. Como reconocimiento a su legado matemático y a su testimonio de vida, el Departamento de Matemática de la Universidad de Roma, La Sapienza, hoy lleva su nombre.

Emma Castelnuovo, se dedicó en cuerpo y alma a la enseñanza secundaria, transformándose en un referente mundial de la didáctica de las matemáticas. Sus aportes en este campo han sido ampliamente reconocidos, especialmente en el ámbito de la enseñanza de la geometría.

La Unión Matemática Italiana publicó en su Boletín de abril del 2001 el artículo sobre la Universidad Clandestina. Quise hacer la traducción al español de este documento histórico como un homenaje a la valentía de aquellos hombres y mujeres que en tiempos tan oscuros mantuvieron encendida la luz de la enseñanza y muy especialmente como homenaje a Emma Castelnuovo, a su compromiso con la educación y la vida.

Programador: la carrera del futuro

"La pandemia dejó claro que las organizaciones necesitan contar con una sólida estructura para mantener sus operaciones ". Sebastián Espinosa, Director de Coding Dojo para Latinoamérica
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El mundo está cambiando y Chile no se puede quedar atrás. Las organizaciones y empresas requieren transformarse digitalmente, y para eso necesitan de un nuevo tipo de profesional.

Las últimas tendencias en especializaciones requeridas en el mercado laboral -que se han potenciado en tiempos de pandemia- están en las áreas del desarrollo de software, la ciencia de datos (data science) la ciberseguridad, y los trabajos que combinan tecnología y management, como los Product Managers Digitales. Todos estos cargos son clave para el desarrollo y funcionamiento de las empresas y organizaciones.

Según el estudio "Futuro del Trabajo en Chile", de Fundación País Digital y Accenture, se concluye que los actuales sistemas educativos y capacitaciones para trabajadores no entregan las herramientas suficientes para enfrentar las demandas que está exigiendo el mercado laboral.

En este sentido, datos relevantes dados a conocer por la empresa de Recursos Humanos, Mandomedio, que realizó un estudio a 5.032 evaluaciones, para hablar de las carreras del futuro o las más solicitadas, identificó 286 cargos ligados todos a la Transformación Digital, que actualmente no están siendo cubiertos en su totalidad.

La pandemia dejó claro que las organizaciones necesitan contar con una sólida estructura para mantener sus operaciones en momentos de crisis y fortalecer aquellos campos más débiles.

Hoy el profesional enfocado en tecnología no es sólo valorado por el mercado laboral, sino que es una pieza central en el engranaje de las empresas que quieren mantenerse competitivas. En Chile se necesitan cada vez más profesionales que se atrevan a reconvertirse y dar un salto hacia las carreras del futuro, para ser parte de una revolución tecnológica que solo se va a acelerar de aquí en adelante, no solo en el país sino también a nivel mundial.