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La pobreza mata a un niño cada 5 segundos

"El impacto de la pobreza es tan grande que se podría considerar como la principal causa de violación de los derechos infantiles". "Se desprende que un 25% de las innovaciones provienen de la industria minera y un 75% de otras industrias". Claudine Litvak, sicóloga, jefa de Desarrollo de Hogar de Cristo, Gonzalo Yun, Gerente Endeavor Atacama
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La oportunidad de innovar en tiempos de crisis

El impacto corrosivo de la pobreza sobre niños, niñas y jóvenes es evidente para cualquiera que trabaje temas sociales, más en una sociedad con ciertos niveles de prosperidad, donde la desigualdad agrava la falta e incluso profundiza sus perjuicios.

El daño que provoca es físico -desde mortalidad hasta mala alimentación, lo que implica tanto desnutrición como obesidad-, mental -la pobreza afecta el desarrollo cognitivo, en especial durante las primeras etapas del desarrollo en que el cerebro humano es una verdadera esponja de absorción de conocimiento y necesita estímulos-, emocional -vivir en precariedad, en ambientes donde la violencia forma parte del paisaje, genera un estrés tóxico que no sólo daña el presente de los niños, sino que influye negativamente en su futuro-.

El impacto de la pobreza es tan grande que se podría considerar, sin duda alguna, como la principal causa de violación de los derechos infantiles y sus consecuencias son devastadoras. Actualmente, en el mundo, la pobreza mata a un niño cada cinco segundos, y esto no es una metáfora. En Chile, casi un millón de niños y jóvenes sufren pobreza multidimensional y un 70% de los hogares con niños vive en condiciones de vulnerabilidad socioeconómica, y estas son cifras previas a la pandemia y sus efectos.

Hoy es políticamente incorrecto -y está bien que así sea- exponer a los pequeños en imágenes y en testimonios, por lo que oírlos hablar a ellos sobre cómo es nacer y crecer en pobreza, resulta difícil, si no imposible. Pero en el Hogar de Cristo tenemos sus voces presentes. Sabemos cómo un niño de 4 años es capaz de sacrificarse y no consumir un yogurt entero para reservarle la mitad a uno de sus hermanos, cómo una chica de 10 prefiere bancarse el dolor de pies a decirles a sus padres que requiere zapatillas nuevas y cómo tantos jóvenes que habían vuelto al sistema escolar no regresarán en marzo por la urgencia de generar recursos, de trabajar, para apoyar a sus familias. Los hemos oído soñar con parques y plazas mientras viven hacinados en una precaria construcción en un campamento; hemos visto su reflejo condicionado de meterse bajo las mesas cuando se produce una balacera cerca del jardín infantil; percibimos la hipersexualización de una niña abusada y acosada por redes de explotación sexual comercial. Es esta realidad invisible para muchos adultos la que hace urgente la creación de un Piso de Protección Social que permita asegurar los derechos básicos de la infancia. Ojalá entre los constituyentes haya muchos que lean los "Cuentos para Despertar", que son parte de una campaña para sensibilizar sobre el impacto de la pobreza en niñas, niños y jóvenes de la que Hogar de Cristo es parte junto a Unicef, Colunga, Cideni y Núcleo Milenio para el Estudio del Curso de Vida y la Vulnerabilidad, y que busca esa base mínima que garantice a esta población el acceso universal a salud, alimentación, educación y vivienda digna.

Mantener la continuidad de las operaciones resguardando la salud de los trabajadores, de sus familias y de todos los ciudadanos fue y seguirá siendo uno de los principales desafíos para todas las industrias este 2021. La recesión económica mundial provocada por el Covid-19 obligó a las empresas a ser capaces de equilibrar el bienestar humano con la estabilidad económica, previniendo contagios, pero también despidos.

Una de ellas es la industria minera, una de las más grandes y con mayor impacto en el país, y que en el contexto que vivimos se ha visto obligada a buscar soluciones para sobrellevar la crisis. En este camino se podía apostar por soluciones parche que permitirán sobrevivir, o bien, verlo como una oportunidad de mejorar y hacer de la pandemia un espacio para innovar, sacar a flote las bondades de la minería y la capacidad innovadora de Chile y sus emprendedores.

Ante esto, en conjunto con la minera Rio Tinto decidimos desde Endeavor apostar por el ecosistema emprendedor, buscando a través de una convocatoria abierta encontrar la experiencia y la capacidad innovadora que se requiere es una crisis mundial como la que vivimos. Confiados desde el momento uno en los resultados positivos que recibiríamos hoy nos sorprendemos positivamente de la cantidad y calidad de proyectos que se presentaron, un orgullo que debemos tomar como una nueva señal del poder que tienen los emprendedores. Lo que con el apoyo y las herramientas necesarias puede rendir grandes frutos.

Con más de 70 postulaciones de Chile y extranjeras, sorprende más que este número, el nivel de innovación y lo escalables de las soluciones que postularon, significando un aporte para Chile y para el mundo. Por otra parte, no podemos dejar de aplaudir la alta presencia de emprendimientos regionales, con un 18,3% de postulantes de Antofagasta y un 9,9% de Tarapacá. Potenciar este tipo de emprendimientos conlleva mucho desarrollo para la región, no solo por el impacto de la tecnología, sino también en la generación de empleo de calidad, atracción de talento y logros económicos.

De los resultados también se desprende que un 25% de las innovaciones provienen de la industria minera y un 75% de otras industrias, pero adaptables para funcionar en la minería, tales como biotecnología, seguridad, salud y Edtech.

Los emprendedores, mediante la innovación y el uso de la tecnología, están trabajando en soluciones a partir de una mirada transversal y global, que no se limita a una sola área, lo que nos permite avanzar hacia industrias mucho más modernas y a un ecosistema que se conecta y conversa mucho más entre sí. Es difícil decir que la pandemia es una oportunidad poniendo sobre la balanza las cosas negativas que ha arrastrado, pero como toda crisis abre un espacio de cambio enorme. Si el 2020 nos sorprendió el talento emprendedor, estemos seguros de que el 2021 continuará haciéndolo y con aún más fuerza de la mano de la tecnología y la innovación.

Como en todo será responsabilidad de uno, sino de todos, y este año la misión será entregar el espacio y la confianza para que puedan desenvolverse, complejizando los programas de mentoría y apoyo que se entreguen con especial foco en que los emprendimientos puedan escalar y ser globales.

Un momento crítico

Es de esperar que las autoridades entiendan que su primera misión es salvar vidas, lo que lograremos mejor evitando los contagios, no ampliando la cifra de camas. Evitar problemas mayores o derechamente una catástrofe depende nosotros, de las personas. Superar este instante es absolutamente fundamental, urgente obligatorio para evitar una tragedia mayor.
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Ya son 2.808 los casos registrados en la Región de Antofagasta en apenas una semana, a lo que sumamos una decena de víctimas fatales, producto de esta segunda ola de contagiados de coronavirus. Un proceso que tiene un momento distinguible y fundamental: las fiestas de Navidad y año nuevo, donde observamos un completo relajo de la población local.

La situación es crítica y preocupante, por las tasas exhibidas y porque si esto no es controlado, evidentemente puede terminar colapsando nuestra red sanitaria que hace rato vive momentos muy estresantes, con una ocupación de camas severa y traslados de pacientes a otras regiones, en una lucha enorme por salvar vidas.

Los efectos en lo económico son evidentes: cierre de negocios, dificultades para trabajar, aumento de ollas comunes.

El presente es dramático, no es exagerado sostenerlo a la luz de los resultados. Durante los últimos días el coronavirus ha demostrado una enorme capacidad de contagio, algo que muchas personas no han entendido del todo. Lo inquietante de lo anterior es que son las vidas humanas las que están en riesgo debido a la indolencia y falta de empatía de muchas personas que no entienden el esfuerzo que muchos hacen para sobrevivir a esta pandemia.

Es cierto que la autoridad es muy responsable de decisiones difíciles de entender, como los permisos de vacaciones, entre otras, sin embargo la responsabilidad individual es la primera barrera de contención para evitar problemas. El sentido común es el que debe aplicarse. El hecho de que existan autorizaciones para salir, no significa que deban tomarse a todo evento; el hecho de que no encontremos un policía, no implica que cada uno puede hacer lo que estime conveniente.

La responsabilidad individual es el cambio de conducta que hará la diferencia, es la decisión más potente, no la suma de más leyes o reglamentos, que siendo importantes, quedan en nada si las personas no las cumplen.

Muy lamentablemente la autoridad deberá insistir en ello, más si los indicadores continúan empeorando, porque el objetivo principal es cuidar la vida.

Evitar problemas mayores o derechamente una catástrofe depende nosotros, superar este instante es absolutamente fundamental, urgente obligatorio.