Karen Elena Cereceda Ramos

El coronavirus no sólo generó problemas en la salud física de las personas, si no que también en la mental. A casi un año desde el inicio de la pandemia la ciudadanía se ha visto enfrentada a cambios bruscos en la forma de vivir, de relacionarse, de trabajar, entre otros.

Esto ha afectado, a la mayoría de las personas - algunos más que otros- provocando una serie de secuelas que, de no tratarse de buena manera, pueden desencadenar en una patología grave.

"Efectivamente en el contexto de la emergencia sanitaria, obviamente, que se han incrementado los niveles de dificultades en el ámbito de la salud mental, sobre todo lo que tiene que ver con los trastornos ansiosos, el insomnio y los cuadros depresivos", comentó al respecto Galvarino Pérez Guajardo, psicólogo y gestor clínico del Centro de Salud Mental (Cosam) de Calama.

Agregó que, al factor sanitario, se sumaron las condiciones sociales y económicas generadas por la pandemia como pérdidas de empleo, distanciamiento social, teletrabajos, clases online, entre otros. "Todos esos elementos se configuran y provocan un aumento de las problemáticas de salud mental y particularmente aquí en Calama", detalló el profesional.

Explica que se trata de un tema transversal que afecta tanto a niños, niñas, adolescentes, hombres, mujeres, adultos y adultos mayores.

En el caso de los adultos mayores explica que la ansiedad se genera especialmente por el miedo a contagiarse y eventualmente fallecer. En los niños y adolescentes las patologías podrían gatillarse debido al encierro, el distanciamiento social y la falta de actividades, las clases virtuales y la lejanía física con los amigos y amigas.

En tanto, en el caso de los adultos los cuadros de salud mental se pueden originar por ejemplo, por la incertidumbre laboral o derechamente la cesantía y al teletrabajo.

Cuándo consultar

El profesional del Cosam explica que algunos trastornos pueden ir desapareciendo a medida avanza el tiempo, sin embargo hay otros que se pueden incrementar y por los cuales se debería acudir a un especialista.

"Los indicadores que uno podría ir registrando tiene que ver con distintos niveles como las dificultades para conciliar el sueño, lo que altera el ciclo de vigilia durante un día, la inestabilidad en el estado de ánimo, aumento de cuadros más depresivos o el aumento de la ansiedad , las ideaciones en torno a las preocupaciones constantes, al temor al contagio, incluso en ideaciones a perder la vida, la sensación de impotencia o frustración frente las condiciones de la vida cotidiana", detalló Pérez.

Acceso

Pérez explicó que si bien se registra un aumento en las patologías mentales, lamentablemente ello se contrapone con el acceso a las consultas por este tipo de patologías, especialmente en la salud primaria, las que durante la pandemia se redujeron.

"Ahí hay una barrera que deberíamos, como sociedad, poder subsanar que en este contexto de atención primaria obviamente ha visto reconvertida sus funciones teniendo que los equipos pasar a otras actividades de trazabilidad, de testeo y eso ha significado que en algunos centros se han disminuido las atenciones en salud mental porque se le da prioridad obviamente a las atenciones con morbilidades, quedando en un plano un poco más distante en las problemáticas de salud mental que en el contexto de la pandemia se puede estar generando", señaló el psicólogo del Cosam.

En este sentido indicó que el desafío está en implementar políticas públicas en torno a mejorar el acceso a los tratamientos. "De no haber políticas públicas que vayan en función de fortalecer el apoyo social y el apoyo comunitario de las personas que más lo necesitan, es decir, personas dentro de un contexto más vulnerable, eso podría en una segunda etapa incrementar las enfermedades de salud mental en la población", dijo Galvarino Pérez.

Añade que ello también debe ir de la mano con fortalecer el presupuesto en salud mental. "Se requieren recursos para fortalecer el tema de la salud mental en este contexto de pandemia, fortaleciendo a los equipos de recursos tecnológicos, por ejemplo, para poder avanzar efectivamente en una atención de telemedicina a efectos de pesquisar y prevenir los riesgos suicidas en la población o la aparición de otros cuadros o sintomatologías asociados al contexto de la pandemia", detalla.

En este aspecto destaca que, en el caso del Cosam de Calama mientras la ciudad estuvo en cuarentena, se redujo la atención presencial y se intentó avanzar en la telemedicina, en las atenciones telefónicas, la entrega de fármacos a domicilio.

Consejos

El psicólogo loíno entregó algunos consejos que permitan mejorar la salud mental durante esta pandemia. En primer lugar señaló que es fundamental que la persona tome consciencia que no son años normales a los que estábamos acostumbrados a vivir la vida y que eso significa que, obviamente, puede haber un desgaste mayor por lo que hay que procurar no sobre exigirse.

"Estamos atravesando cambios y que por tanto hay que tratar de hacer lo mejor que uno puede, no volverse negligente en la acciones que uno realiza, pero se debe poner en el foco el cuidado personal y familiar", detalló.

Llama también a "no perder el lazo social, evitar el aislamiento, indistintamente que hay un contexto de distanciamiento social de cuarentena, tratar en la medida de lo posible fortalecer las redes y los vínculos tanto familiares, sociales, recreativos y comunitario, utilizando las tecnologías digitales", dijo.

En el caso de los niños, dijo que es bueno buscar alternativas de recreación al interior del hogar como aprender a tocar algún instrumento o a cocinar, fortalecer la literatura, ayudar en algunos quehaceres del hogar, hacer deportes o actividades a aire libre, en la medida de lo posible y según lo permitan las medidas sanitarias.

"Estamos atravesando cambios y que por tanto hay que tratar de hacer lo mejor que uno puede no volverse negligente en la acciones que uno realiza, pero se debe poner en el foco el cuidado personal y familiar".

Galvarino

Pérez

Psicólogo