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Voluntarios en el proceso de vacunación: Mucho más que aprendizaje una ayuda

EMERGENCIA. Cinco relatos de jóvenes y futuros profesionales de la salud que iniciaron hace algunas semanas un trabajo de apoyo y de colaboración en la campaña de inoculación masiva.
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Las pandemias son fenómenos sanitarios que afectan de forma negativa a la humanidad. Y no sólo por el hecho de que se llevan vidas y enferman a las personas manteniéndolas bajo cuidados médicos. Sino que también, y como lo ha demostrado el coronavirus, obligan a confinamientos, cuarentenas o a la restricción de la movilidad.

Pero en un escenario como este, hay también espacios al aprendizaje, para colaborar y poder entender esta pandemia. En sus relatos cinco jóvenes explican el por qué de su ayuda en el anexo del Hospital Carlos Cisternas (HCC), cómo es que llegaron ahí y por qué es importante para ellos el estar presentes en esta titánica labor de la salud pública.

Testimonios

Bastián Kubota (20), iniciaba el año pasado su primer año como estudiante de enfermería cuando se desató la pandemia. No pudo iniciar su año académico como pensaba que sería, "y bajo modalidad online tuve que partir así mi incursión en esta carrera", dijo el joven, quien al ser consultado comentó, "cuando acompañé a mi abuela a que se vacunara, ahí encontré la oferta de poder ser parte de este proceso. Y como no tuvimos un año normal de clases, sentí que esta era la posibilidad de adentrarme, de conocer y de ayudar. Fue así como me uní a este grupo de trabajo en el anexo del HCC", comentó el joven calameño.

Johanna Arias (31), es kinesióloga, y también se sumó al trabajo de vacunación. "Ha sido muy importante para mí el vincularme como profesional al quehacer médico en esta pandemia. Tener la oportunidad de cooperar y ver en terreno cómo se trabaja es impagable. Muchos dirán que la pandemia trae cosas negativas, pero para los profesionales más jóvenes esta es una oportunidad única de aprender y sobre todo experimentar desde nuestros roles en una crisis sanitarias como esta".

En tanto Jeyce García (23), técnico en enfermería y que una vez terminado marzo se reintegrará a su tercer año de enfermería en la universidad en la ciudad de Antofagasta, comentó que "ha sido muy positivo para mí estar acá y ser parte de la ayuda que se requiere. Cuando supe de la posibilidad de incorporarme no lo dudé, es una oportunidad única para cualquier profesional joven de la salud. La pandemia es un fenómeno terrible, que afecta y hace sufrir mucho a las personas que son más vulnerables. Pero es también una situación de mucho aprendizaje, de estar ahí con los que lo requieran, y también de informar y educar a quienes tienen también ciertos temores en estos proceso masivos de vacunación. En ello he tratado de ser muy colaborativa, y de hacerles sentir a los beneficiarios que se trata de un procedimiento breve, de mucho cuidado y que reviste muchas medidas sanitarias", dijo la joven.

Desarrollo

El de Sebastián Durán (31), quizá sea el relato de los más experimentados de estos voluntarios. Él es enfermero de la Brigada Motorizada Número Uno de Calama, y presta colaboración en el anexo del hospital Carlos Cisternas, pero pese a contar con una carrera militar y el oficio que le entrega su trabajo en la unidad, "vengo a aprender, a conocer cómo se trabaja en relación a estos temas de salud pública y de coordinación. Hay muchas personas que creen que los militares nos debemos sólo al trabajo en cuarteles. Pero mi misión acá es ayudar, aprender y colaborar en lo que se pueda. Hay acá una sinergia muy potente de esfuerzos, y todas y todos quienes acá ayudamos saldremos más fortalecidos".

El caso del joven Rodrigo Leiva también es muy importante. Éste joven de 24 años titulado como neurocientífico en el Reino Unido, se encontraba precisamente en Escocia cuando se declaró la pandemia a nivel mundial. "Yo me encontraba haciendo uso de mi visa de estudios y ya los había finalizado, entonces salí en busca de trabajo, pero ocurrió esto y las complicaciones y restricciones volvieron todo más complejo. Debí volver a Chile y por supuesto a mi querida Calama. Estando acá, y una vez que se inició este proceso me pregunté el por qué no ayudar. Entonces vine y acá estoy, apoyando estos procesos con la entrega de información necesaria y relacionada a los efectos de la vacuna, de explicarle a los más escépticos la importancia de este medicamento que se refuerza con una segunda dosis. Entregando información para que la comunidad sepa que es algo necesario, que salva vidas y que ojalá todos accedan a tener".

Estos cinco relatos coinciden en que hay mucho que hacer en esta tarea de vacunaciones masivas, pero ante todo el esfuerzo desplegado sienten, y en ello lo dicen abiertamente, que la pandemia también sirve para forjar a los futuros profesionales del país, en coraje, solidaridad y también conocimiento para la salud pública local y nacional.

Sebastián, Durán,, Enfermero de la BRIMOT

"Hay quienes creen que los militares nos debemos sólo a los cuarteles. Pero mi misión acá es ayudar, aprender y colaborar".

Bastián, Kubota,, Estudiante de enfermería

"Sentí que esta era la posibilidad de adentrarme, de conocer y de ayudar. Fue así como me uní a este grupo de trabajo".

Johanna Arias,, Kinesióloga titulada

"Cuando supe de la posibilidad de incorporarme no lo dudé, es una oportunidad única para cualquier profesional joven".

Jeyce, García,, Tercer año de enfermería

"Cuando supe de la posibilidad de incorporarme no lo dudé, es una oportunidad única para cualquier profesional joven".

Rodrigo, Leiva,, Neurocientífico titulado en RU

"Estoy, apoyando estos procesos con la entrega de información necesaria y relacionada a los efectos de la vacuna".