Correo
Agenda mujer
Tras las movilizaciones de este lunes y dado que es el mes de la mujer, resulta imperativo preguntarse ¿cuánto hemos avanzado?
Se aprobó la Ley que elimina requisitos de tiempo para contraer segundas nupcias. Asimismo, para erradicar la violencia se ha materializado la aprobación de la Ley Gabriela; el impulso de campañas contra la violencia; lanzamiento de fono denuncias y orientación para víctimas, entre otros proyectos.
No obstante, aún no es suficiente. La ausencia de voluntad de algunos sectores por avanzar en áreas que son fundamentales para el bienestar de las mujeres está destruyendo lo que podemos lograr como país, por el simple hecho de no saber dialogar sobre diferencias políticas. Tal es el ejemplo del proyecto de ley de sala cuna para todas las mujeres trabajadoras, que lleva casi tres años en el Congreso.
Y es que es claro que las manifestaciones son necesarias, sin embargo, sin políticas concretas dudo que podamos avanzar como queremos.
Soledad Rodríguez H.
Cuarentena
Los habitantes deben cuidarse, observo sobre todo a muchos jóvenes en las calles, paseando o comprando chucherías.
Paola Castillo
Del paraíso al infierno
Nuestro país, estaba considerado entre los más seguros y tranquilos para vivir, y el con mayor crecimiento, en lo económico, social y sanitario. Lamentablemente, esa visión positiva, se está quedando atrás y estamos transitando del Paraíso al Infierno. Lo económico y sanitario, aún lo podemos catalogar como aceptables, sin embargo, en lo social, el Paraíso sigue siendo el Paraíso, pero ahora, para los delincuentes. Las policías se están viendo sobrepasadas, y aunque hacen su trabajo, al llegar a los tribunales, se les va, como el agua entre los dedos.
Jorge Valenzuela Araya
Enap
La empresa pública Enap nuevamente se encuentra en tela de juicio tras la investigación que realizó Contraloría, en donde se descubrieron multimillonarios sobrecostos en mantención de refinería. Cabe recordar que en 2019 Contraloría ordenó sumarios por multimillonarios gastos sin licitación.
Sigue siendo curioso que sectores de carácter estatistas sigan teniendo confianza en que los recursos -de todos los chilenos por lo demás- sean utilizados de buena forma, cuando la evidencia empírica muestra las millonarias pérdidas de las empresas Estatales, en el caso de Enap en 2018 se registraron pérdidas por US$231 millones. La fiscalización y los mecanismos de control cobran mucha relevancia. Sin embargo, Mientras la privatización suena como el infierno, la estatización se muestra con cara de ángel.
Sebastián Millán Calisto
Chile en llamas
Chile está en llamas por la violencia vandálica, guerrillera, terrorista e insurreccional que campea en su territorio. Los grupos que ejercen esta violencia actúan con absoluta impunidad, pues tanto Carabineros como las FF.AA., debido a insensatas reglas de uso de la fuerza, carecen de capacidades disuasivas y represivas.
La conservación del orden público -obligación esencial de todo gobernante- exige la aplicación de la violencia legítima del Estado para aniquilar a dichos grupos, que no cambiarán su conducta por la razón; solo lo harán por la fuerza.
El Estado tiene tiene la obligación de usar la violencia física legítima -de la cual tiene el monopolio- para garantizar el Estado de Derecho y lograr mediante ella la restitución del orden exigido por el bien común.
Lamentablemente el gobierno no aplica la fuerza suficiente por el "discurso de los derechos humanos", un arma estratégica del comunismo para quitar legitimidad al uso de la fuerza -y desarmar psicológicamente a quienes, por deber de autoridad, están obligados en justicia a aplicar la violencia para reprimir a quienes subvierten el orden social- y por el eslogan "hay que condenar la violencia venga de donde venga", sin distinguir entre la que es legítima de la que es ilegítima.
Mientras no sean modificadas las reglas de uso de la fuerza, la violencia no sea condenada por todos los sectores de la sociedad y existan personas de la clase dirigente que la amparan, justifican o promueven, y que tratan de destruir o debilitar a Carabineros -lo que es hecho por instituciones del propio Estado- será imposible restablecer el orden público y la paz social.
Adolfo Paúl Latorre