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2021: viviendo los desafíos del 2025

"Durante los próximos meses la industria debe avanzar en otorgar mayores alternativas de despacho".
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Al mirar el 2020 en retrospectiva, tanto a nivel de empresa como de industria, que se vivieron y lograron avances muy importantes. La frase "nada hacía presagiar" es absolutamente cierta para la industria del Ecommerce, que pasó de ser quizás la tercera o cuarta alternativa para comprar, a ser la primera y en muchos casos, la única opción.

Si bien somos un actor más en el sector, el hecho de haber tenido 4 veces la cantidad de transacciones alcanzadas en 2019, que ya había sido un buen año en cuanto a crecimiento, con aumentos de hasta 2.000% en pedidos mensuales en algunos casos, es un buen reflejo de lo que vivió la industria desde marzo hasta diciembre 2020. Pre Covid-19, se esperaba llegar al nivel actual del Ecommerce el año 2025.

Con el impacto que esta crisis tuvo en la industria, vimos un claro efecto durante 2020 de un crecimiento demasiado rápido: aumento muy fuerte de pedidos, cierres de tiendas físicas que muchas veces ayudaban a abastecer los pedidos realizados online, colapsos en la respuesta de proveedores de fulfillment y última milla, creciente incertidumbre por parte de los consumidores y saturación de los servicios de atención al cliente, entre otros efectos. De cara al 2021, los players más relevantes se están preparando para estabilizar las operaciones enfrentando un crecimiento que no muestra señales de detenerse.

Durante los próximos meses la industria debe avanzar en otorgar mayores alternativas de despacho. El cumplir con los plazos prometidos al cliente, y en tiempos que son más exigentes que antes, es un mínimo exigido por los consumidores, donde se nos castigará por no cumplir pero no verán en el cumplimiento un diferencial. Algunos estarán dispuestos a pagar más por recibir lo comprado en el menor tiempo posible, o con certeza de la fecha de entrega, y será necesario disponibilizar esas alternativas. Un ejemplo reciente fueron las compras para navidad donde los despachos express fueron el himno de las campañas de marketing, y quienes lo ofrecían fueron los grandes ganadores de esta fecha.

El otro foco debe estar en la omnicanalidad. La apertura total de centros comerciales se dará eventualmente, por lo tanto, la tarea ahora será comenzar a gestar los caminos para implementar la omnicanalidad, sacarla del mundo teórico y llevarla a la práctica, invirtiendo en tecnología, implementando cambios organizacionales y culturales, buscando eficiencia, rentabilidad y escalabilidad en la operación de Ecommerce, ayudando así a rentabilizar la operación de los canales digitales. El objetivo de esto será la unificación de canales, una era en la que no compita el offline con el online, sino que se complementen, apoyen y ayuden para concretar una experiencia de compra de excelencia que permita la fidelización de un consumidor.

Tras un 2020 sin precedentes, pareciera ser que los próximos meses serán determinantes para que las empresas vuelvan a estar a la altura, e incluso, sorprender a sus consumidores, pero la rueda gira a una velocidad que no volverá a bajar, por lo que avanzar a un ritmo seguro y ágil será la clave del éxito para los próximos meses.

Mario Miranda

Fundador y CEO de Ecomsur

Cuidado con la xenofobia

Resulta inquietante el incremento de los discursos antiinmigración. el peligro latente es que este grupo se transforme en "chivo expiatorio" de varios asuntos locales. La sociedad debe aportar para que aquel tránsito sea menos complejo y ofrecer oportunidades a los nuevos chilenos. Desde lo ético no debemos tener dudas, sin que esto signifique sacrificar el ordenamiento.
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Inquietantes resultan algunos comentarios -que especialmente circulan en redes privadas como Whatsapp- respecto al fenómeno inmigratorio y los extranjeros en específico. La sociedad nacional y sus autoridades deben ser especialmente cuidadosas en que no estemos en presencia de una escalada xenófoba de efectos muy peligrosos para la convivencia.

Es cierto que durante mucho tiempo el país padeció un fenómeno impensado y derechamente desordenado, cuestión en la que existe cierto consenso; no obstante, de ahí a caer en discursos de odio o asociar todo lo distinto como delictual o culturalmente inferior, hay una enorme distancia que, desde lo humano, es inaceptable.

Sabemos que el fenómeno migratorio produce fricciones en la población local. Se trata de fenómenos complejos donde, a ratos, parecen enfrentarse los quehaceres y estilos de vida. Lo local se siente amenazado por ello y así podrían explicarse los preocupantes niveles de intolerancia para con algunos extranjeros.

Sin duda, las migraciones son uno de los fenómenos de estos tiempos. Lo vemos en Europa, parte de Asia y algunas naciones de América, precisamente aquellas que ofrecen mejores expectativas de vida, en términos de paz social, educación, funcionamiento de las instituciones y desarrollo económico. Las migraciones han ocurrido siempre en la historia humana y seguirán sucediendo.

Quienes migran buscan mejores horizontes y eligen participar de nuevos territorios que los reciben, optan por una nueva nacionalidad, ofreciendo su acerbo y compromiso a cambio. Los países ganan en riqueza y diversidad.

Es cierto que hay casos complejos, pero son la minoría; el grueso de quienes arribó al país, viene por una especie de renacer, por una chance y quienes no lo hagan, deben someterse al imperio de la legislación.

La sociedad debe entender esto y aportar para que aquel tránsito sea menos complejo, más llevadero y ofrecer oportunidades a estos nuevos chilenos. Desde lo ético no debemos tener dudas, sin que esto signifique sacrificar el ordenamiento y menos caer en discursos chauvinistas y xenófobos.

Los 73 años del tren de Antofagasta a Salta

"¿Están preparadas las empresas ferroviarias chilenas para atender un incremento de cargas?". Herman Cortés C., Periodista
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El 20 de febrero de 1948 se inauguró, en la fronteriza Estación Socompa, el Ferrocarril Internacional que unió a la provincia argentina de Salta con Antofagasta y su puerto en el océano Pacífico. Hace poco, entonces, se cumplieron 73 años de funcionamiento del que es, actualmente, el único ramal ferroviario que presta servicios entre Argentina y Chile.

Como siempre, la fecha pasa desapercibida en Antofagasta. Pero no sólo es eso: esa histórica Estación Socompa prácticamente no existe en el lado chileno, ya que aún no se reconstruyen las instalaciones mínimas para reemplazar las quemadas -hace años- por un incendio, que destruyó las oficinas donde operaban Aduana, el Servicio Agrícola y Ganadero, así como Policía Internacional (Migraciones). Por ello, actualmente esos servicios fronterizos se prestan en alguna estación en pleno territorio chileno e incluso en Baquedano. Hay un proyecto de reconstrucción, pero no se sabe cuándo se ejecutará, ni si para entonces se dispondrá de los fondos necesarios.

Este aparente desinterés -habitual en las jefaturas de esos servicios, en Santiago, pero poco comprensible en autoridades regionales- se mantiene cuando hay señales evidentes que el tránsito ferroviario internacional será bastante utilizado. Si se mantiene el alto precio del cobre y en cuanto la pandemia permita empezar a volver a la normalidad, lo más probable es que pronto se reactiven los proyectos mineros -incluyendo varias explotaciones de litio- en las provincias cercanas de Salta, Catamarca y Jujuy, varios de ellos más cerca del trazado ferroviario en la cordillera que de las rutas por los Pasos de Jama o de Sico. Necesitarán maquinarias, equipos e insumos que -desde nuestros puertos- generalmente son llevadas por ferrocarril, por donde también debieran ser exportados los minerales argentinos, ya que usar puertos del Atlántico es más lejos, más caro y generalmente con oposición de ambientalistas.

Aparte del incremento de cargas de y para la minería, también pronto pudiera empezar a funcionar el llamado "Corredor Multimodal", con cargas desde y hacia Paraguay, Brasil y Bolivia a través del transporte fluvial por el río Paraguay y luego en ferrocarril, desde Puerto Barranquera en la Provincia del Chaco hasta Salta y Socompa, con destino a los puertos antofagastinos para esas exportaciones o desde nuestros terminales portuarios a esos territorios mediterráneos. También desde Resistencia podría transportarse en ferrocarril carga de provincias del noreste argentino, como Corrientes, Formosa, Misiones y Chaco. Con una mayor frecuencia de trenes y de carga ¿seguirán los controles en estación Augusta Victoria e incluso en Baquedano, en lugar de hacerlo en la frontera, en Socompa?. ¿Están preparadas las empresas ferroviarias chilenas para atender un significativo incremento de cargas desde o hacia más allá de Los Andes?

A todo lo anterior cabe agregar la posibilidad que el actual Corredor Bioceánico Vial -aún en construcción en territorio paraguayo- pudiera transformarse en Corredor Ferro-Vial, si prospera un proyecto ferroviario privado que sigue vigente.