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Hicimos la pega

"Seguramente quedaron muchas tareas pendientes que, no dudo, serán parte del plan de trabajo de nuestros sucesores".
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Parto agradeciendo este importante espacio dado para compartir nuestras reflexiones, pensamientos y posturas gremiales, que espero se mantenga por un infinito tiempo. Me aprovecho del mismo para mirar hacia atrás y analizar lo realizado por el directorio que me tocó liderar en los últimos tres años, posicionando nuevamente al gremio de las y los periodistas en la provincia El Loa y región.

Parto destacando en este periodo la creación del Tribunal de Ética y Disciplina (TRED), como también la Comisión de Género, Memoria y Derechos Humanos, y la de Desarrollo y Proyectos, que nos permitieron no sólo la participación de nuestras socias y socios, sino hacer verbo la institucionalidad del Colegio en una zona alejada del país. El aumento de las colegiaturas en el último año así lo demuestran. Relevante también fue la gran cantidad de capacitaciones realizadas a puertas abiertas para no sólo aportar al desarrollo de los profesionales de la prensa local sino vincularnos con los vecinos, vecinas, estudiantes y emprendedores de Calama. Lo hicimos y seguiremos haciéndolo sin egoísmos ni tapujos, porque somos parte de esta bendita tierra y queremos aportar a su desarrollo.

Activa fue nuestra política de relacionamiento con las autoridades del país, como Ministros de Estado, como también con los actores relevantes de nuestro territorio, con el propósito de promocionar la comunicación y defensa de la plena libertad de expresión, de prensa y de información, tan importantes en estos tiempos, en un marco colaborativo y de respeto; pero sin dejar de lado la racionalización, desarrollo y protección de nuestra profesión, velando por su ético y correcto ejercicio, incluso en medios de comunicación que no necesariamente cuentan con una o un periodista, a través de la educación y asesoría permanente.

Trascendente fue, además, nuestra labor social en la pandemia que vivimos, colaborando con kits sanitario y cajas de alimentos no sólo a las familias de nuestras socias y socios, sino haciendo extensivo este beneficio también a personas ligadas a los medios de comunicación de la zona. Nuestra gratitud para aquellos que escucharon nuestro llamado en pos de la solidaridad y auxilio de los más necesitados.

En el tintero se quedaba un sueño que nació hace 20 años, y que, gracias a la alianza suscrita con la Agrupación Social, Cultural y Deportiva de los Profesionales de las Comunicaciones de El Loa estamos cerca de cumplir. Es la habilitación de nuestra propia sede social o la Casa de la y el Periodista en Calama. Pronto esperamos escribir un buen titular con esta importante noticia.

Seguramente quedaron muchas tareas pendientes que, no dudo, serán parte del plan de trabajo de nuestros sucesores. Por ahora queda la satisfacción del deber cumplido y de haber hecho la pega. Que las imprentas no paren.

Hugo Marambio Miranda

Pdte. saliente Colegio de Periodistas Calama

Más talentos

El desafío de ser la primera región desarrollada pasa por imponernos la meta de tener los mejores colegios, universidades y centros educativos. Mientras eso pasa, la Región Metropolitana concentra el grueso de los talentos, cuestión que también se funda en las condiciones objetivas que ofrece y que nosotros debemos corregir.
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No se pierde o gasta con el tiempo, es renovable y no resulta contaminante. Hablamos del capital humano de un territorio, las personas, que la componen, por lejos, la mayor riqueza que pueda disponerse.

Martín Varsavsky dispuso hace algunos años sus reflexiones del porqué algunos sitios consiguen el éxito y otros fracasan y su conclusión es que la clave siempre son las personas. Escribió el empresario: "Los países ricos son ricos porque tienen gente educada, trabajadora, organizada y creativa. Los países pobres son pobres porque tienen gente menos educada, más desorganizada, menos creativa, con muchos menos recursos, y en general están dirigidos por líderes corruptos".

Habrá consenso en que el priorizar el desarrollo de generaciones futuras más educadas es clave, sin embargo, no siempre lo hacemos. Necesitamos formar personas altamente instruidas, pero también ser capaces de atraer a otros que serán un aporte y que buscan una oportunidad para su desarrollo profesional y familiar.

Un buen ejemplo son los miles de extranjeros legales que se encuentran en la Región y los miles de profesionales y jóvenes empujados desde distintas regiones del país. Estamos entonces en un contexto que es una tremenda oportunidad. Debemos ser capaces de aprovecharla, en especial las casas de estudio, para formar un capital humano potente, que entregue su desarrollo a Antofagasta, la región y el país. En este aspecto debemos hacernos responsables del futuro y asumir que nuestro mañana está determinado por la calidad de población que comencemos a forjar.

No puede ser de otra manera, pero exige el compromiso de todos. Lamentablemente, no tenemos la mejor educación del país (resultados Simce y PSU) y encima seguimos generando una brecha que divide a los estudiantes entre quienes tienen y no tienen recursos para pagar un buen colegio.

Mientras eso pasa, la Región Metropolitana concentra el grueso de los talentos, cuestión que también se funda en las condiciones objetivas que ofrece: mayor diversidad de empleos, cultura, salud, educación, recreación, entre otras. El desafío para nuestra Región es entender el desafío y diseñar una estrategia para la conversión de una opción atractiva, que cree y retenga más talento.

Saludo tu dignidad, nuestra dignidad…

"Seremos mejores si nos grabamos la entrega sublime y absoluta del personal de la salud pública, líderes de la vida, mástiles de la dignidad". Pedro Aranda Astudillo, Fundador de la Corporación Gen
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Saludar es dar salud, la salud es vivir en armonía. Desear salud a quién me dirija es abrir puertas para sintonizar… Un cálido saludo asemeja los sentimientos, cómo sentimos el compartir con los demás: de abrazos, de besos, de entrelazar las manos, de inclinarse en reverencia, dar "un buen día" a quién se me cruza en el camino. Dignificar la presencia del más próximo, también me dignifica.

La dignidad nos reviste de un "manto sagrado", cada persona es un templo. Todas las sociedades, más allá de sus propias culturas, atestiguan que en cada persona habita la humanidad, todos comulgamos la misma sangre… . No es filosofía, ni creencia. Vivimos la trasparencia de sernos semejantes con la riqueza infinita de diversidades, de complementamos. Cada persona se nombra, su nombre es su pertenencia de sí mismo como debe ser en todo su obrar, es un "sujeto único" que camina por sí mismo. Se afirma por sí mismo y su firma lo consagra como individuo, es decir indivisible, lo contrario: un objeto, "una cosa", puede dividirse y manipularse. Sujetarse, sustentarse, garantiza permanencia, de allí que también las instituciones deben ser sustentables

Los sistemas imperantes creadores de medios para optimizar las subsistencias, como también para el desarrollo de sus diversos poderes han logrado masificar las costumbres sociales siendo las personas "absorbidas" como "bienes de consumo". La esclavitud ha sido uno de los agujeros negros de las civilizaciones.

Nuestra sociedad venía en una carrera desenfrenada, imparable por el desarrollo del consumo, de la explotación de los recursos de la tierra, de una robótica desplazante del trabajo humano.

Se descubre en Wuhan, ciudad China, un coronavirus convertido en la corona mortal para nuestra humanidad. La vida, igualmente misteriosa, amenazada por las diversas violaciones humanas, por el caudal armamentista, crea su propio antígeno contra la soberbia humana. Sacrificó nuestra dignidad: ¿Puede haber algo más indigno que muerto por el covid sea aún un peligro para sus prójimos? ¿Nuestra dignidad, a rostro cubierto? ¿Nuestra dignidad, saludarnos a codazos? ¿Nuestra dignidad, marginada por cesantía? ¿Nuestra dignidad emigrada por los miedos?

¿Siempre tendremos que aprender por tragedias? Se dice que de esta pandemia saldremos mejores o peores. Seremos mejores si nos grabamos la entrega sublime y absoluta del personal de la salud pública, líderes de la vida, mástiles de la dignidad. No menos heroicas son aquellas manos pródigas de solidaridad… "Muchos son los misterios, pero no hay nada más misterioso que el hombre" cantado en las tragedias griegas.

Hoy digamos: recreemos nuestra dignidad, valga decir de responsabilidad al ponernos de pie frente a la cruenta pandemia. La responsabilidad es la raíz de la dignidad. Escuchar nuestro Corazón incansable de irrigarnos vida hermanado a la conciencia, voz suprema que ilumina al silencioso mundo científico para desvelar al covid y socavarle su poder. Es la voz suprema que iza tu dignidad, nuestra dignidad.