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Recomendaciones alimentarias en Semana Santa

"Lo ideal, es preferir estos productos lo más natural posible, es decir, favorecer pescados frescos y no enlatados".
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Como es costumbre, en Semana Santa aumenta considerablemente el consumo de pescados y mariscos en la población, por lo que es necesario tener presente algunas consideraciones respecto a su formato de compra, almacenamiento y consumo.

Es importante tener claridad de la procedencia del pescado o marisco que se va a consumir, esto implica comprarlos en lugares autorizados y no en el comercio informal, ya que en este último no es posible verificar si se respetó la cadena de frío requerida para este tipo de alimento, que, debido a su composición, es muy delicada.

Su inadecuada manipulación puede provocar problemas de salud, como infecciones alimentarias producidas, por ejemplo, por la bacteria llamada Listeria, cuyos síntomas son principalmente: fiebre, dolor muscular, vómitos y náuseas, pudiendo en algunas personas complicarse el cuadro. En el caso de mariscos crudos, se puede adquirir el Vibrio Parahaemolyticus, que conduce al desarrollo de una gastroenteritis aguda.

Otro aspecto a considerar es la antelación con la cual se adquieren los productos. Es importante velar por su correcto almacenamiento, es decir, si su consumo es dentro de semanas, mantener en congelación, o bien si el consumo es pronto, mantener refrigerado la mayor cantidad de tiempo. Antes de guardarlos, sacar de su envase original y almacenar en algún recipiente limpio para no contaminar el alimento y los otros productos que se encuentran en el refrigerador o freezer. Respecto a la descongelación, esta se debe realizar con anticipación, es decir, lo óptimo es sacar el alimento desde el congelador hacia el refrigerador un día antes de su preparación y luego de esto cocinar.

Cabe destacar, que los pescados tienen un alto aporte nutricional, proteico y de ácidos grasos esenciales y un bajo aporte calórico, por lo que su consumo es muy beneficioso, siempre y cuando se preparen en el horno, al vapor o a la plancha. Ahora si comparamos las calorías entre un plato de pescado y uno de carne de similar gramaje, resulta que el primero aporta 168 calorías y el de carne 390 calorías.

Finalmente, la recomendación es aumentar el consumo de pescados a dos veces por semana, más aún cuando lo encontramos de forma abundante en nuestra zona, y no tan solo remitirlo a Semana Santa.

Lo ideal, es preferir estos productos lo más natural posible, es decir, favorecer pescados frescos y no enlatados, recordando comerlos siempre cocidos.

Bianca Florio

Académica Escuela de Nutrición y Dietética UDLA

Sin eficiencia energética no llegamos

"Las viviendas consumen casi un 15% de la energía total del país y parte importante se destina a calefacción" Margarita Ducci, Directora Ejecutiva Pacto Global Chile, ONU
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Chile ha definido una estrategia clara en cuanto a reducción de emisiones, sin embargo, no se podrían lograr las metas, si paralelamente no se hiciera un esfuerzo mayor en la eficiencia del uso de la energía, que ha sido exponencialmente creciente. Afortunadamente por fin contamos con una ley de eficiencia energética, que abarca prácticamente todos los consumos energéticos del país, desde el transporte, pasando por la industria y la minería, llegando hasta el consumo residencial, público y comercial, lo que representa una señal clara del compromiso país con la eficiencia energética.

La ley fue aprobada en enero pasado, luego de más de dos años de tramitación en el congreso. En febrero pasado fue promulgada y es considerada como un hito muy importante para Chile, ya que además de ser la primera legislación en su tipo, promueve el uso racional y eficiente de recursos energéticos para contribuir a mejorar la productividad, la competitividad económica y la calidad de vida de las personas, además de reducir las emisiones de contaminante. De aplicarse adecuadamente las medidas contempladas en la ley al 2030, Chile tendrá una reducción de intensidad energética de 10%, un ahorro acumulado de más de U$ 15 millones y una reducción de más de 28 millones TON CO2, lo que equivale a evitar el movimiento anual de casi 16 millones de vehículos livianos o la absorción anual de 1,8 millones de hectáreas de bosque nativo.

El Ministerio de Energía elaborará un plan nacional de eficiencia energética cada cinco años y se establece que el primer plan deberá contemplar una meta de reducción de intensidad energética de al menos un 10% al 2030, respecto al 2019. Además, debe considerar una meta para los consumidores con capacidad de gestión de energía, consistente en la reducción promedio de su intensidad energética de, al menos, un 4% en el periodo de vigencia del plan.

No hay que olvidar que las viviendas consumen casi un 15% de la energía total del país y parte importante de esta, se destina a calefacción según el Balance Nacional de Energía del Ministerio del ramo. Según la Fundación Chile, el Potencial de ahorro energético a nivel residencial al 2030 con la implementación de la iniciativa U4E es un 42% en iluminación, un 26% en refrigeradores, un 15% en motores, un 9% en acondicionadores y un 8% en transformadores. Por su parte, los grandes consumidores de energía representan más de 1/3 de lo que se consume en el país, y ellos deberán realizar una gestión activa. La Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC), será la encargada de la fiscalización y sanción.

El proyecto de ley también establece obligaciones para los organismos del Estado para el buen uso de la energía. Es así entonces que debemos ser conscientes y responsables, ya que sin la colaboración de la sociedad en su conjunto, más allá del cumplimiento de la nueva normativa, será difícil avanzar en una verdadera eficiencia energética, y contribuir a las metas de Chile en materia de adaptación y mitigación ante la crisis del Cambio Climático y sus graves efectos para nuestras vidas.

Vacunación y prevención

La OMS ha advertido cierto relajo en la poblaciones que están siendo vacunadas contra el covid, lo que supone un riesgo enorme que debe evitarse. Chile es uno de los países que más rápidamente está vacunando a su población, pero eso no puede llevarnos a un exceso de confianza. Hay que mantener los resguardos, no es momento de relajos.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha hecho un llamado a mantener las medidas de precaución y no ceder a la peligrosa tentación de relajar los cuidados debido al avance de la vacunación contra el covid-19.

Es un llamado oportuno, por cierto, puesto que se ha insistido en que la vacunación no evita (al menos no en todos los casos) el contagio con el virus, sino que inhibe sus manifestaciones más graves, por lo que incluso podría darse el caso que personas vacunadas enfermen leve o moderadamente y transmitan el patógeno a otras personas más susceptibles.

Y en su mensaje a la OMS ha puesto como ejemplo a Chile, país que pese a contar con más de 6 millones de personas vacunadas, la mitad de ellas con las dos dosis, está experimentando un fuerte aumento de casos, sobre todo entre su población más joven, que es precisamente la menos cubierta por la vacunación masiva.

"Tras la distribución de vacunas hay quienes dejan de cumplir medidas tales como el distanciamiento físico, la higiene de manos, la ventilación o el evitar lugares concurridos, y todo eso tiene que continuar junto a la vacunación", alertó la responsable de la unidad técnica anticovid de la OMS, Maria Van Kerkhove, hace unos días, aludiendo a la situación que se registra en el país y en otros que enfrentan el mismo dilema.

Chile es uno de los países que más rápidamente está vacunando a su población en el mundo y ya ha administrado al menos una dosis a casi el 40 por ciento de los habitantes, un porcentaje que en el mundo sólo superan Israel y los Emiratos Árabes Unidos.

Pero eso no puede llevarnos a un exceso de confianza, sino todo lo contrario, tiene que comprometernos a ser más prudentes aún. No se trata de ser pesimistas, sino cuidadosos y precavidos. Caminar lento, para llegar más rápido. No hay otra forma.

En más de un año de pandemia el mundo entero ha sufrido inmensos sacrificios, privaciones, dolor, angustia y muerte, pero gracias al trabajo de muchos, ya hay una senda por la cual transitar para salir de la pesadilla que nos trajo el covid-19. No tropecemos. Una vez más, hay que apelar a lo mejor de cada uno.