Sólo una olla común sigue con la ayuda a las familias necesitadas
FUNCIÓN. Apoyo ha decaído en los últimos meses, pero en la junta de vecinos Los Balcones aún se mantiene esta labor de entrega de desayunos y almuerzos.
Una merma ostensible ha sufrido la ayuda social en pandemia en cuanto a ollas comunes se refiere. Si en los momentos más duros del año pasado estas coordinaciones tenían en Calama un total de once ollas comunes, estas bajaron drásticamente a sólo una que opera en la población Los Balcones.
El bajo apoyo que decreció con los últimos meses, "nos ha afectado mucho porque antes teníamos ese apoyo de otras juntas de vecinos, de privados, de personas desinteresadas que nos cooperaban y nos traían alimentos para entregar estas ayudas, pero eso cambió totalmente", explicó Gioconda Viveros, coordinadora de la olla común de Los Balcones.
Desinterés
Ana Cárdenas, excoordinadora de la 'Olla Común de Calama', comentó que "durante el año pasado, sobre todo en los momentos más complejos de la cuarentena, en Calama llegamos a registrar once ollas comunes que se coordinaban para dar almuerzos y desayunos a pobladores de juntas de vecinos y campamentos. Preocupa que hoy sólo, y formalmente, esté funcionando una", dijo.
"Antes recibíamos apoyo de organizaciones sociales, juntas de vecinos, de algunas empresas y particulares, pero esa colaboración ha decaído, hay un desinterés que ha provocado que las ollas comunas hayan ido desapareciendo. La nuestra por suerte puede en algunos casos el poder ayudar a personas de otros sectores aledaños al nuestro", agregó Gioconda Viveros.
Raciones
La baja en el apoyo recibido al menos en la población Los Balcones, "nos da para 132 raciones, las que se entregan martes, jueves, sábados y domingos e incluyen desayunos. Aun en esta compleja situación podemos entregar estas raciones a adultos mayores, familias afectadas por el desempleo y también los casos de mayor vulnerabilidad. Atendemos incluso a un abuelito no vidente que requiere apoyo permanente y a quien se le brinda este apoyo; pero es cada vez más complejo porque escasean los recursos y echamos mano a los propios", agregó Viveros.
La autogestión ha sido clave para la junta de vecinos ubicada a un costado del sector del Polideportivo. "Hemos hecho malabares para poder garantizar al menos por este tiempo las 132 raciones que incluyen almuerzo, ensalada y postre. A veces y en el caso de los desayunos, nos falta leche y tratamos de suplirla con frutas. Todos y todas quienes acá voluntariamente participan aportan con iniciativas para no decaer en estas entregas", agregó la dirigenta de Los Balcones.
En medio de esta drástica baja los solidarios vecinos esperan contar con el apoyo de la comunidad loína, "sabemos que hay comedores y otros hermosos esfuerzos de ayuda como el Hogar de Cristo y también el Carrete con Cristo, pero se trata de instituciones que trabajan en ello y con personas de alta vulnerabilidad. Lo nuestro es en tanto la organización social para ayudar a nuestros vecinos y quienes más podamos", dijo Viveros.