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"Siempre hay que dejar tiempo para jugar"

ANTOFAGASTINIDAD. Nicolás Rojas, director USQAI UCN.
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Oriundo de Puerto Montt y periodista de profesión, Nicolás Rojas llegó a la segunda región siguiendo los pasos de su, en ese entonces, polola. 7 años después de instalarse, se encuentra a cargo de USQAI, la plataforma de emprendimiento estudiantil de la UCN.

Además, tuvo la oportunidad de formar una familia, ya que el año pasado su hija nació en la ciudad, haciendo eterno el nexo que formó con el norte grande.

¿Hace cuánto tiempo llegaste a Antofagasta y por cuáles motivos?

-Llegué en abril de 2014. Estaba viviendo en Santiago y había decidido irme de ahí, en la misma época en que me enamoré de Violeta, mi esposa, que vivía acá en Antofagasta.

¿Qué es lo que más te agrada de la ciudad?

-Lo que más me agrada es que mi hija nació acá, eso me une para siempre con este lugar. Antofagasta también me dio la posibilidad de terminar de conocer, justo antes de que muera, a un hermano de mi mamá que es muy importante para nosotros. Entonces me agrada mucho la ciudad. Y por si eso fuera poco, ha sido donde he podido ser tremendamente feliz en mi trabajo, que me ha desafiado y me ha hecho crecer.

¿Quiénes han sido tu inspiración en la vida?

-Hoy es mi familia, con mis perros incluidos, en todos los sentidos. También lo ha sido Juan Agustín, el tío que terminé de conocer acá, que me inspiraba a la simpleza. Mis papás, que siguen siendo una familia. Mi abuela por su aguante. Los músicos y los poetas siempre me han inspirado mucho. Me encanta la gente que ama lo que hace, y encuentro que eso en la música queda muy claro; por eso veo muchos conciertos y todos los días escucho música. En ese sentido Antofagasta me ha permitido ser como los músicos. Los animales también, sobre todo los perros, por su hidalguía.

Pasaste del periodismo a la educación y el emprendimiento ¿De qué forma se dio esa transición?

-Se dio natural, porque mi primer trabajo de periodista fue en una revista de emprendimiento que se llamaba Momento Cero. Ahí aprendí mucho. Los mismos dueños de la revista (los cuales eran antofagastinos) luego me invitaron a hacer talleres de comunicación para escolares, y esa fue la primera vez que trabajé en algo que me hacía realmente feliz. Entonces entré a estudiar un diplomado de educación para el emprendimiento y de a poco fueron surgiendo nuevas oportunidades. Hice muchos talleres para escolares, en distintos contextos, hasta que me dieron la oportunidad de trabajar en el diseño e implementación de un programa de dos años para un liceo en Cauquenes. Así que seguí estudiando y aprendiendo con esas experiencias que fueron maravillosas. Después decidí irme de Santiago. Acá trabajé en la UA y luego la profesora Gianni Romaní me invitó a hacer clases a la UCN, donde seguí estudiando y creciendo en lo profesional.

¿Cuál es la visión que quieres cumplir con USQAI?

-Que seamos un eslabón importante para que cada estudiante de la UCN viva el proyecto educativo de la universidad. Por supuesto que no aspiramos a que todos sean empresarios, pero sí trabajamos para que todos vivan el emprendimiento, que construyan su camino. En este sentido me inspira mucho una conferencia que dio Sartre que se llama "El existencialismo es un humanismo", donde señala que como para ellos Dios no existe, la vida no tiene sentido, por lo tanto cada uno es responsable de darle sentido a su vida. Eso lo encuentro muy inspirador, porque nos llama a movernos, a ser protagonistas y hacernos cargo de buscar y construir los caminos que nos hacen felices. Eso es lo que intentamos hacer desde el USQAI.

¿Cuánto potencial ves en Antofagasta como zona de emprendimiento?

-Mucho. Pero más allá del cobre, del litio, las ERNC o la astronomía; que quizás son los sectores que más se podrían mencionar al respecto. Creo que cualquier lugar que se organice y se proponga hacer algo importante para la humanidad, lo puede lograr. A lo mejor aún nos falta mucho camino, pero veo que hay hartas personas haciendo cosas interesantes y cada vez se escuchan más consensos respecto hacia dónde debiésemos avanzar. En ese sentido la Corfo regional está destinando mucho tiempo en liderar el proceso para unir fuerzas y superar las brechas que tenemos como región; además de una inversión económica importante. Y si hablamos de potencial, pensemos en lo que está pasando en el país también, de cómo nos movilizamos para cambiar cosas como la constitución, que hace tres años atrás era imposible. Tenemos que ayudar a canalizar bien esa energía, porque en la universidad veo a jóvenes llenos de ganas de hacer cosas distintas; y me llena de alegría poder decir que absolutamente todos los emprendimientos que me ha tocado conocer están pensados para construir un mejor país.

¿Qué lecciones has sacado en tiempos de pandemia?

-Escucho mucho una canción de los Beatles de una adolescente que se va de la casa de sus padres "después de muchos años de vivir sola". A veces es difícil distribuir el tiempo y es muy fácil dejar las cosas importantes de lado. Mi hija nació en la pandemia; ella y la pandemia se organizaron para enseñarme que todos los días tengo que dejar tiempo para jugar.

¿Cómo ves a la ciudad en el futuro?

-La veo cada día más verde, y eso me encanta.