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Cuarentena en Calama: "Seamos responsables"

"Los tiempos son complejos, la pandemia no ha terminado, tenemos la labor de ser rigurosos con el autocuidado". "Cuando permanecemos mucho tiempo mirando el abismo, el abismo comienza a mirar en nosotros".
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Hoy Calama cumple dos semanas desde que comenzó una nueva cuarentena anunciada por el Ministerio de Salud (Minsal), y es muy importante seguir las recomendaciones sanitarias que nos permitan mejorar las cifras que nos llevaron a un nuevo confinamiento, y de esta forma esperar un futuro avance a fase 2 del Plan Paso a Paso de manera responsable.

Debemos recalcar que, en este escenario tan cambiante que vivimos con la pandemia, el Minsal está analizando permanentemente la situación epidemiológica y la evidencia científica para ver si es necesario relajar o endurecer medidas según cada caso a lo largo del país.

Por ejemplo, hay comunas que han sobrepasado la etapa de 4 semanas en cuarentena, pero siguen manteniendo tasas altas de contagios y de PCR positiva. Cada una de esas situaciones están siendo analizadas desde el punto de vista sanitario, disponibilidad de camas y exámenes que se hacen para establecer el cambio de fase que amerite el procedimiento.

Como Gobernación de El Loa, hemos apoyado en diferentes fiscalizaciones a funcionarios del área salud, y junto con Carabineros la Brigada Motorizada Nº 1 Calama, recorremos diariamente diversos puntos de la comuna verificando el correcto uso de utensilios para el resguardo sanitario, el porte del permiso de desplazamiento obligatorio en comunas en cuarentena, y otras variantes que podemos evidenciar en nuestra labor en terreno, la cual se ha intensificado en estas dos semanas.

Queremos que la ciudadanía comprenda que solo podemos transitar por las calles con el permiso de desplazamiento, y que los permisos colectivos son de exclusivo uso para las funciones específicas por las cuales fueron solicitados.

Hacemos igualmente un llamado a seguir con la inoculación contra el Covid-19, recalcando que las personas que no se han vacunado lo hagan, y que continúen con las medidas de distanciamiento social, el uso de mascarilla y lavado de manos.

Destacar en este punto que el miércoles llegó al país un nuevo cargamento con 266.175 nuevas dosis de vacunas de la farmacéutica Pfizer-BioNTech. En total, hemos recibido 15.826.101 de vacunas. Además, esta semana recibiremos las primeras dosis de AstraZeneca.

Tenemos un calendario de vacunación que avanza adecuadamente. Esta semana se han priorizado las segundas dosis y también todos los rezagados hasta 48-49 años, y el jueves iniciamos la vacunación para personas sanas de 47 años. Todas las personas que pertenecen a los grupos que han estado incluidos en el calendario de vacunación, pueden acudir a ponerse su dosis.

Los tiempos son complejos, la pandemia no ha terminado, tenemos la labor de ser rigurosos con el autocuidado y con las recomendaciones emanadas desde el Minsal, porque es la única forma que sigamos avanzando en este difícil escenario que lleva más de un año azotándonos como país, y que debemos saber combatir para que el día de mañana podamos volver a abrazarnos.


Al borde del abismo

Al escribir esta columna veo a Guido Girardi dar declaraciones en Tv, es increíble que incluso en este momento trate de capitalizar el descontento de los ciudadanos en favor de su sector político. Estamos de acuerdo, la decisión del gobierno de llevar al TC el tercer retiro es a todas luces un riesgo innecesario para la paz social del país y confirma las fallas al gobernar, pero esa no es toda la crisis que estamos viviendo.

Si bien las paupérrimas condiciones en las que viven miles de compatriotas y la tardanza del gobierno en llegar oportunamente con ayudas son argumento suficiente para el tercer retiro, pensar que la molestia que sienten las personas solo es por dinero es no entender nada de todo lo ocurrido.

La ciudadanía siente desde hace décadas que están solos, que sus vidas y anhelos no dependen únicamente de su esfuerzo si no de sus estatus y sus "contactos".

Los distintos gobiernos que han pasado prometieron hacerse cargo de ese problema y fracasaron mayormente por su desconexión con la gente y sus reales problemas, derivando en el consabido "gane quien gane tengo que trabajar igual" y si bien no da lo mismo, el gatopardismo imperante difuminó las diferencias y están todos los sectores en el mismo problema.

Millones asumieron que solo queda disponer de lo propio para salvar a nuestras familias incluso hipotecando la vejez que a estas alturas es cada vez más incierta y preocupante.

Es legítimo que el Presidente acuda al TC nos guste o no es parte de la institucionalidad vigente, pero este no es un tema leguleyo. Aquí nos estamos jugando la paz social de Chile y en gran parte nuestro sistema político.

Por eso se pide que el Presidente y su gobierno ocupen su autoridad, pero no imponiendo su temporal posición de poder, aquí se necesita liderazgo, sentido común y voluntad de todos para salir de este preludio.

Hemos caminado al borde del abismo un año y medio solo el plebiscito entregó una tregua. Muchos temen un escenario social inmanejable, los fantasmas del pasado están presentes y nadie los quiere de vuelta.

"Cuando permanecemos mucho tiempo mirando el abismo, el abismo comienza a mirar en nosotros". En este punto estamos los chilenos.

¿Salimos, seguimos mirando o nos caemos? La tan denostada política y los días venideros tienen la respuesta.

La ciudadanía espera, pero en esta ocasión, no está dormida.

María Bernarda Jopia

Gobernadora de El Loa

Osvaldo Villalobos C.

Analista político

La complejidad del momento

El país vive en un estado de estrés constante, escasea el diálogo y la clase política parece incapaz de ponerse de acuerdo, incluso de escucharse. Es necesario volver a los caminos del diálogo, dejar de lado las consignas añejas y la tacañería, y buscar soluciones reales para los problemas que aquejan a los chilenos, que no son pocos.
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Chile vive un momento complejo, qué duda cabe. Los coletazos del llamado estallido social se sumaron a la peor pandemia en un siglo y se combinaron -duele decirlo- con una clase política que no ha estado a la altura de las circunstancias.

Hoy el país parece vivir en un estado de estrés constante, y escasean los puntos de convergencia entre instituciones que cuentan con escasos niveles de apoyo ciudadano, según todas las encuestas.

Así, el ciudadano común sólo percibe desorden, caos, rencillas y frases rimbombantes de actores que pretenden conseguir el favor de las mayorías, porque, claro, además es un año de elecciones.

Amplios sectores del Congreso patrocinaron el proyecto de un tercer retiro de los fondos previsionales, una mala política pública, que además de no llegar a todos (millones ya agotaron sus fondos), implica a la larga empobrecer aún más las pensiones de los chilenos. Es una pésima idea, asumen los propios parlamentarios, pero es la más fácil y -obvio- la más popular.

Por otra parte, un gobierno que insiste a última hora con soluciones focalizadas y engorrosas, llenas de requisitos y apelaciones que dejan a un gran porcentaje de personas fuera de los anuncios, aumentando la sensación de exclusión que hace años tiene la llamada "clase media".

Se echa de menos un debate verdadero, ajeno a los populismos, informado y generoso con Chile y los chilenos. Que no hipoteque el futuro de los trabajadores, pero tampoco se haga el desentendido respecto a lo mal que lo pasan millones de familias.

El tercer retiro concluyó su trámite ayer y ahora resta saber lo que dirá el Tribunal Constitucional o el propio Gobierno. Hay incertidumbre ahí.

Pero más allá de eso, más allá de lo que ocurra con este mal proyecto u otro, queda un sentimiento de desazón por no ver debates de altura, en un momento en que éstos son más urgentes que nunca.

Es necesario volver a los caminos del diálogo, dejar de lado las amenazas y la tacañería, los atajos, y buscar soluciones reales para los problemas que aquejan a los chilenos, que no son pocos. El Chile del futuro debe construirse con generosidad, inteligencia y sobre todo, amplios acuerdos.