Participación ciudadana
Preocupa con razón la baja participación de la ciudadanía en las elecciones. Una razón general de la situación estructural del bajo porcentaje de participación en este ejercicio tan vital en un sistema democrático, puede encontrarse en la voluntariedad del sufragio y, por tanto, es conveniente corregir la legislación y retornar a su carácter obligatorio.
No obstante, esta medida se ubica dentro de los parámetros clásicos de nuestra estructura jurídica, cual es hacer descansar el cumplimiento de deberes sociales fundamentales no tanto en la responsabilidad que surge del compromiso con un bien que se justifica por sí mismo y que debiera encontrar natural adhesión de las personas, sino en el temor a una eventual sanción. Se corre el riesgo por la urgencia y necesidad de legislar sobre la materia, que ello sea insuficiente para lograr un compromiso ciudadano acorde con el fortalecimiento de nuestro sistema democrático.
Importante es generar las acciones tendientes a reforzar la participación de nuestro universo electoral. De partida, es imprescindible el retorno y fortalecimiento de la formación cívica en los diversos niveles educacionales. En ello juega un rol significativo el objetivo de entregar conocimiento acerca de las diversas instituciones en cuanto a su composición y atribuciones, como así también la incidencia que estos órganos tienen en la marcha del país.
También los integrantes de los diversos poderes del Estado con su actuación, acorde con la importancia de la tarea que desempeñan, deben colaborar a su prestigio y generación de respeto. Sin estos componentes es difícil atraer el respaldo y motivación reflexionada de los electores, lo que resulta imprescindible para el otorgamiento de la confianza que implica elegir a quienes los representarán en las tareas públicas.
Edgardo Riveros Marín Académico Facultad de Derecho y Humanidades, U. Central de Chile
Promesas
Cada vez se hace más urgente que todas las promesas electorales, en especial la de los candidatos a la Presidencia de Chile, sean debidamente respaldadas por quienes las emiten. Es hora que haya más seriedad y responsabilidad en los candidatos, porque abordan materias muy importantes y sensibles para la ciudadanía, en especial para los más vulnerables, que ven en estas "liquidaciones de promesas" la solución definitiva de todos sus problemas.
Luis Enrique Soler Milla
Realidad violenta e ilegal
Con la expresión "asentamientos precarios", utilizada por el candidato comunista Daniel Jadue, se quiere esconder una realidad violenta e ilegal, cual es el despojo de terrenos a sus legítimos propietarios.
Una vez más la izquierda utiliza el lenguaje al servicio de sus fines ideológicos, políticos o culturales, escondiendo la verdadera realidad, para presentarla mitigada y disminuida en su exacta dimensión con el fin de sorprender a la ciudadanía, volcándola a favor de sus propósitos.
¿Acaso no conocemos expresiones como "interrupción del embarazo" para esconder la violenta realidad del aborto, o "matrimonio igualitario" para presentar la unión legalizada de personas del mismo sexo? No hay que dejarse sorprender y llamar al pan, pan y al vino, vino.
Francisco Bartolucci Johnston Abogado
Gestión hospitalaria
Las urgencias están llenas. Esta es una realidad que vivimos desde hace ya varias semanas y que no es ajena al panorama habitual del invierno, la diferencia es que sabemos que hay muchas personas graves esperando a ser atendidas en sus casas, en residencias sanitarias o en centros de atención primaria (APS), pero también muchas más que vendrán, dado el número de casos nuevos de covid-19 de las últimas semanas y todo el exceso de descompensaciones de otras enfermedades que la gente no ha tratado debido a la pandemia.
Si transformamos las urgencias en un lugar para hospitalizar pacientes, no habrá donde atender a estos nuevos consultantes y muchos perderán la oportunidad de ser tratados a tiempo. Necesitamos agilizar el traslado de pacientes y dar flujo de salida a aquellos que están dentro del sistema hospitalario para generar camas libres de distinta complejidad y así disponer de camas para hospitalizar a aquellos que están esperando en la urgencia y centros de atención primaria, disponiéndolos en camas de la complejidad necesaria y con el personal capacitado para atenderlos.
Para esto podemos fortalecer la hospitalización domiciliaria, la rehabilitación en el hogar y en centros que se habiliten de menor complejidad, como estrategia de entrada o de salida de pacientes del sistema hospitalario. Generar camas UCI o disponer de ventiladores no es lo único que debe hacerse para dar una completa atención al paciente grave, debemos tener personal capacitado, camas de menor complejidad para cuando la gravedad ya haya pasado, además de otorgarles una rehabilitación multidisciplinaria, adecuada y oportuna a estos pacientes.
Dra. Marcela Garrido