Cristián Venegas M.
El Consejo Minero, cuyas empresas socias producen el 95% del cobre y la mayor parte del oro, plata, molibdeno y el hierro nacional; quiere tomar parte activa en la discusión del proceso constituyente entregando información del sector y elaborando propuestas, con el fin de promover un desarrollo competitivo de la industria que vaya de la mano de la sustentabilidad, para avanzar en la equidad que demanda la ciudadanía.
En este sentido, el presidente ejecutivo del CM, Joaquín Villarino, quien reconoció que el sector no ha sido todo lo efectivo que debió a la hora de comunicar al país en qué está la industria; dijo que la minería elaboró una propuesta que se sustenta en tres pilares fundamentales: el crecimiento económico, el desarrollo social y el cuidado del medio ambiente.
¿Por qué es relevante para el CM el proceso constituyente que se inicia la próxima semana?
-Sin duda un proceso constituyente es un desafío tremendo para el país en general, para los constituyentes muy en particular, y cuando hablo del país en general hablo de todos quienes lo conformamos y en especial de los sectores productivos de quienes depende parte importante de la fuerza de trabajo, de los ingresos del Fisco, el desarrollo de las regiones y de la innovación que se está desarrollando en Chile, que depende de la implementación de políticas de sustentabilidad, etc.; tienen más que una oportunidad, una obligación de participar en ese proceso constituyente, aportando antecedentes e ideas para que de una u otra manera queden incorporados dentro de un nuevo texto constitucional que debiera regir y dirigir el desarrollo del país durante el resto de este siglo, probablemente.
¿De qué manera le interesa participar al CM en esta discusión?
-La forma en que se pondrán a disposición de los constituyentes esos contenidos y esas ideas es, básicamente, la que ellos vayan determinando en el tiempo. Ellos se van a dar un reglamento de funcionamiento, la mayoría ha manifestado la intención de hacer un proceso muy participativo y vamos a aprovechar todos los espacios de participación que abran los constituyentes, de manera transparente.
Sin perjuicio de lo anterior, hay aprovechar, además, todos los medios de comunicación que estén disponibles para acoger la difusión de estas ideas, todos los foros e instancias de discusión donde podamos debatir, los centros de estudios que están encargados de ir proponiendo también temas vinculados con el desarrollo del país. Creo que estas son propuestas muy bien elaboradas, que han tomado en consideración opiniones de todo el sector minero y del ecosistema que lo rodea, hemos oído expertos, visto las últimas tendencias internacionales, hemos ido a constitucionalistas y veo una propuesta que va a enriquecer el debate y que va a contribuir a que queden en la constitución aquellas ideas que permitan el desarrollo del sector minero y el desarrollo del país de manera sustentable.
¿Cuáles son las propuestas centrales del Consejo y a qué apuntan?
-Este documento propone, en definitiva, que se incorpore en la constitución el concepto de desarrollo sustentable que se ha acuñado a nivel global y que tiene por objeto permitir que las futuras generaciones puedan satisfacer sus necesidades sin que la satisfacción de las nuestras sacrifique esa posibilidad y esto requiere que tengamos en consideración tres pilares fundamentales: uno es el crecimiento económico, el desarrollo social, y un tercero el cuidado del medio ambiente.
Si la constitución lograra consagrar un equilibrio adecuado entre estos tres elementos, creo que este va a ser un mejor país y que quienes lo habitamos vamos a tener una mejor calidad de vida y las futuras generaciones también. Creo que ese es el tremendo desafío que tienen los constituyentes y reitero que, a todos los que nos interesa un mejor futuro para el país, tenemos que contribuir con ideas para que ello ocurra.
Muchos de los temas, que seguramente se discutirán en la constituyente, la minería los viene abordado hace algunos años.
-Sin duda que estás propuestas surgen de nuestra experiencia, es parte de lo que hemos venido haciendo en la última década, y también de experiencias internacionales exitosas, no estamos reinventando la rueda, estamos, de alguna u otra manera, que se transformen en normal fundamentales del país algo que en otros países ya lo es y por lo tanto creo que es muy coherente las propuestas que hacemos con la conducta que tenemos, sobre todo en los últimos años, en la última década, la minería efectivamente es una muy distinta a la que teníamos en el siglo pasado, es una minería tecnologizada, muy desafiada por la equidad de género, el impacto ambiental, el consumo eficiente de recursos hídricos y de energía, desafiada por la incorporación de tecnologías limpias y en todo eso estamos trabajando activamente hace mucho tiempo, hay metas en todos esos tema y consideramos que todo eso constituye un circulo muy virtuoso para el país y por lo tanto debiera tener una consagración constitucional.
Coincido plenamente en que hemos sido parcos, hemos sido demasiado austeros a la hora de comunicar lo que estamos haciendo en minería y lo que hemos venido haciendo y porqué lo estamos haciendo, porqué ese profundo convencimiento de que es eso lo que debemos hacer y no otra cosa.
Se nos abre una tremenda oportunidad para darlo a conocer, para mostrarlo y que de alguna manera en base a esa realidad de la industria se construya el futuro de la misma y se fijen las normas y no con base a ciertas ideas preconcebidas o construidas sobre una minería que está muy en el pasado.
¿Qué temas serán los más sensibles en la discusión?
-Pocas constituciones tienen disposiciones que se refieren a la minería de manera tan extensa como la constitución vigente en Chile, y nos parece, atendida la importancia que tiene el sector minero, que deben quedar consagradas algunas normas básicas que de alguna manera aseguren y promuevan el desarrollo de inversiones de largo plazo en el país.
Invertir en minería es un compromiso por 40, 50 años y en algunos casos de un siglo, esta es una actividad de largo plazo y está expuesta a innumerables factores que no se controlan: precio, ley de mineral, acceso a recursos hídricos, mercados complejos, innovaciones tecnológicas; y la verdad que aventurarse en una inversión de miles de millones de dólares requiere cierta estabilidad en las normas, otorgamiento de ciertas certezas jurídicas y es que de lo contrario, como esta no es una actividad especulativa, la inversión se ve más bien inhibida en el sector.
