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Alimentación y equilibrio con el medio ambiente

"De acuerdo a cifras de la FAO, cada año, el 33 % de los alimentos producidos a nivel mundial se pierde o desperdicia". Ricardo Honorato, Experto en economía circular de Tetra Pak
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El hambre en el mundo está nuevamente en aumento. La ONU asegura que después de décadas de disminución constante, el número de personas que padecen hambre o desnutrición comenzó a aumentar nuevamente debido a la pandemia. Y más de 30 millones están a un paso de ser declaradas en situación de hambruna. Asimismo, la FAO afirmó que la pandemia retrasó el logro del objetivo 'Hambre Cero 2030' y que el número de personas con condiciones de subalimentación tuvo un aumento de entre 83 y 132 millones en 2020. Al mismo tiempo, se prevé que el desperdicio de alimentos aumente a escala mundial.

Dado que se espera que la población mundial alcance los 9.100 millones en 2050, la inocuidad y la disponibilidad de los alimentos ocupan un lugar destacado en la agenda. En toda la cadena de valor de la producción de alimentos, debemos trabajar juntos para garantizar que los alimentos y las bebidas estén protegidos de la contaminación y otros elementos nocivos, y que se distribuyan en todas partes con los mejores ahorros ambientales durante el transporte.

De acuerdo a cifras de la FAO, cada año, el 33 % de los alimentos producidos a nivel mundial se pierde o desperdicia. Podría estropearse durante el transporte y la distribución o deteriorarse una vez que esté con el consumidor. Para mejorar la sostenibilidad ambiental y social, podemos encontrar formas de extender la vida útil de los productos y reducir o -incluso- eliminar el desperdicio de alimentos.

Para la industria de alimentos y bebidas, así como para los fabricantes de envases, reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos y, al mismo tiempo, cuidar el planeta debería ser una de nuestras prioridades. Por ejemplo, en Tetra Pak, estamos enfocados en hacer que nuestros envases de cartón asépticos sean lo más sostenibles posible. Dentro de los próximos desafíos está acercarnos totalmente a envases fabricados únicamente con materiales renovables y reciclados, que ayuden a mantener los productos alimenticios seguros y proteger el medio ambiente.

Y no estamos solos en este viaje. Estamos colaborando con nuestros clientes, proveedores, minoristas y otras partes interesadas en toda la cadena de valor para tener una visión de toda la industria, no solo mirando el impacto ambiental de nuestros productos, sino también la producción, fabricación, distribución y más.

Solo entonces podremos ser parte de la construcción de un futuro sostenible que funcione para las personas y para el planeta que todos llamamos hogar.

Las noches frías de junio en Chuquicamata

"Desde que se cerró el campamento, parece que a nadie le importó lo que quedaba de Chuqui".
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En estos días de invierno, cada vez más más fríos, celebrábamos en el mineral a los amigos, familiares con nombres de Luis, Juan, Guillermo, Pedro y Pablo. Donde yo vivía; todo el mes, había fiestas, la victrola no paraba de tocar los discos, humeaban las cazuelas de gallinas de casa y se servían los asados de conejos, cabritos, cordero, festejando, a los santos También se hacían los bautizos y matrimonios. Conjuntos musicales venían a dar serenatas, igual que en las películas mexicanas. Para la noche de San Juan; todos hacíamos ritos a medianoche, nos mirábamos al espejo con dos velas encendidas, nos reflejábamos en un lavatorio con agua, donde volteábamos la esperma. Las muchachas solteras veían al novio con que se iban a casar. Para saber cómo estaríamos de plata, o suerte poníamos debajo del catre tres papas: una pelada, con cascara y a medio pelar y tomábamos una al azar. Las colegialas escribían deseo en un papel y a las 12 del día de San Juan; sacaban uno. Otros más valientes salían a la calle a esperar la llegada del diablo para pedirle favores y riquezas. Para poder verlo había que echarse las lágrimas de un perro que aullaba al ver al malulo. Otro rito inocente era aprender a tocar la guitarra esa noche de San Juan, pero debajo de un árbol o una higuera, que en el mineral no había, pero en Toconao o San Pedro ahí sói, además se vería florecer la higuera si viajábamos allá.

Mientras que en el campamento de Chuquicamata, la noche fría, que por siglos ha estado iluminada por la luna, está cuidando lo que fue ayer de sus hijos, y que hoy lloramos al verlo sepultado. Quedará un desierto baldío como fue 100 años atrás, cuando empezaron las faenas en los pirquines mineros de: la Zaragoza, Placilla, Banco Drummond.

Allí donde caminaban los primeros mineros venidos desde lejos, los llamperos, pirquineros dueños de miles de sueños, otros fueron soldados que se quedaron. Aun vemos en los cerros de Chuquicamata; recuerdos que hicieron y dejaron como testimonios los soldados de la guerra del 1879 y con los avances de los ripios hoy han desaparecido.

Desde que se cerró el campamento, parece que a nadie le importó lo que quedaba de Chuqui, como los lugares declarados como zona típica, protegerlo del viento, lluvia, robos, incendios. Sabemos que recientemente los nuevos ejecutivos visitaron lugares como el cementerio y otros después de la lluvia, sus calles comerciales, clubs, teatro. ¡Muchas Gracias! Todo esto es muy significativo para los que nacimos, crecimos o trabajamos en esa tierra inmensa de sol y metal, donde fuimos felices, jugueteando por sus calles desafiando a los remolinos de viento, cuando íbamos a las escuelas o a las pulperías, o juegos infantiles, iglesia; siguiendo el compás de los pitazos de trenes, cambios de guardias y polvorazos, llevando con nosotros, esos sonidos para toda la vida. Unas llamas que iluminaban el mineral eran de la fundición, quedando grabada en nuestras pupilas, igual que la escoria coloreada de fuego hirviente que cada noche caía como cascada de los ripios cerca de la pulpería 3, compitiendo con la humareda de la cadena de volcanes que nos rodean y se mantienen en erupción como el Láscar.

Todo ello lo están borrando del mapa, pero no de nuestras mentes, ni del corazón de las cinco generaciones de chuquicamatinos que nacimos, vivimos y trabajamos allá y hoy queremos volver a visitarlo antes que siga desapareciendo, jamás.

Nancy Monterrey

Escritora chuquicamatina

Unidad para crear mejores ciudades

Ayer asumieron los alcaldes de las nueve comunas de la región para el período 2021-2024. De ellos ocho son nuevos y coincidieron en un llamado a la unidad. Los gobiernos personalistas han demostrado no ser efectivos en cuanto a desarrollo armónico. Así la labor en equipo se abre como la opción para gobernar.
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Durante la jornada de ayer en las nueve comunas de la región se realizó la ceremonia de asunción de los alcaldes, alcaldesas, concejales y concejalas. Son muchas caras, pensamientos y compromisos nuevos, de hecho de los jefes comunales, sólo uno de ellos es anterior y reelecto, el resto son debutantes en el cargo. Situación que se repite en el caso de los concejales con muchos primerizos.

No es casaulidad que haya nuevos rostros y muchos de ellos independientes. Este era el paso lógico después de la crisis social de 2019 y en que una mayoría ciudadana demostró su desconexión con la clase política y su forma de actuar.

Eso explica, en parte, el resultado electoral y que tiene a municipios con nuevos administradores, quienes tendtrán cerca de tres años y medio para poner en práctica sus políticas que lo identifiquen y que promuevan un crecimiento armónico de las distintas comunas.

Hay algunas más postergadas que otras y que requieren de mayor atención y trabajo.

Papel preponderante para alcaldes y concejales, quienes deberán dedicarse a crear las instancias para nivelar la calidad de vida de aquellas comunas que están más apartadas y al debe.

Este trabajo exige unidad. Unidad entre alcaldes, concejales y también con todas las organizaciones comunitarias que están ávidas de participar y convertirse en aportes y no meramente en espectadores.

El trabajo en equipo con claras prioridades respecto a lo que se quiere para la ciudad del futuro inmediato es fundamental. Diálogo con las autoridades regionales y del gobierno central, con los legisladores, quienes deberán sumarse y entregar los apoyos suficientes para que los objetivos comunales puedan concretarse con la celeridad esperada.

Ese fue el llamado que hicieron los alcaldes que empiezan su ejercicio. No perder más tiempo, no generar enemistades y lograr acuerdos que sean beneficiosos para las comunidades.

Los gobiernos personalistas han demostrado no ser efectivos en cuanto a desarrollo armónico. Así la labor en equipo se abre como la opción para gobernar.