Expertos destacan la riqueza genética de los microorganismos del Desierto de Atacama
BIOTECNOLOGÍA. El doctor en Fotobiología, Benito Gómez, y el Premio Nacional de Ciencias, Juan Asenjo, se refirieron a las potenciales aplicaciones biotecnológicas de los organismos que resisten las condiciones ambientales extremas de la zona.
Las condiciones extremas de ciertos ambientes del Desierto de Atacama, como salares y acuíferos donde prevalece una alta radiación solar, altitud, salinidad, además de bajas y altas temperaturas; dotaron a los microorganismos que lograron prevalecer en estos ecosistemas, de características que sintetizadas pueden ser aplicadas en medicina, como las propiedades antibacterianas, antioxidantes, anticancerígenas y muchas otras que están por descubrirse.
Así lo explica el doctor en Fotobiología e investigador de la Universidad de Antofagasta, Benito Gómez, quien detalla que en la región hay diferentes grupos trabajando en potenciales aplicaciones biotecnológicas y que "dentro de Chile hay diferentes tipos de ambientes extremos, pero sobresale el Desierto de Atacama y la Antártica como fuente de microorganismos que resisten condiciones ambientales extremas".
En este sentido, el académico dijo que "como universidad regional tenemos dos o tres grupos trabajando en esa área, con todas las complicaciones que significa ser una universidad regional y estatal, en donde los investigadores hacen todo lo posible, pero definitivamente la riqueza biológica que tienen los diferentes hábitat del desierto de Atacama es extraordinaria y ha sido reconocida a nivel mundial".
Pruebas avanzadas
Consultado Gómez, quien es además integrante del Centro Basal de Biotecnología y Bioingeniería (CeBiB) de la Universidad de Chile, sobre los avances para sintetizar algunas de estas propiedades detalló que "hay varias investigaciones en marcha en el uso de estos microorganismos, por ejemplo algunos de ellos son productores de pigmentos que se pueden usar como protector a la radiación ultravioleta".
"Además hay otros estudios en los cuales se han obtenido antibióticos que están en diferentes etapas de prueba, algunos en estado bien avanzado, pero no hay ningún producto en el mercado a partir de estos microorganismos", aclaró.
Invertir y proteger
Respecto de los desafíos que tiene hoy este tipo de investigación para seguir avanzando, el experto dijo que "lo primero son fondos, para la compras de reactivos, equipamiento; formación de nuevos recursos humanos, que más científicos chilenos se interesen en estos ambientes extremos que es lo que hacemos en la universidad con los estudiantes de pre y post grado, mostrándoles la riqueza biológica del Desierto de Atacama".
En esa línea, el investigador agregó que "hace 30 años el Desierto de Atacama era un lugar estéril rico en minerales, ahora, además de minerales, tiene una riqueza genética, y asociado a eso se requieren leyes que protejan esos recursos, que no cualquier persona venga a tomar muestras y llevárselas, deberían cumplir un protocolo de permisos, por ejemplo en el Desierto de Atacama queda todo libre para el que quiera venir. Por lo tanto, se requiere una legislación que proteja los recursos naturales y en particular los recursos genéticos de microorganismos de ambientes extremos".
Antioxidantes
El Premio Nacional de Ciencias, doctor Juan Asenjo, quien es además el director del CeBiB que integran entre otros la microbióloga Cristina Dorador, explica que el centro viene trabajando hace ya largos años en una base de datos de los microorganismos (Atacama Database que hoy suma más de 2.300), la mayoría de los cuales han sido detectados en San Pedro de Atacama, "aunque también hemos encontrado en el límite con Bolivia y Argentina, sobre los 5 mil metros".
Como parte de ese trabajo, Asenjo descubrió un microorganismo con una capacidad antioxidante "que tiene que ver con envejecimiento, se han encontrado moléculas que tienen ese efecto, pero está en estudio, tiene aplicaciones potenciales, pero como dice un colega: 'hay que analizar un par de miles para encontrar uno que tenga una aplicación comercial'".
Sobre los eventuales usos prácticos de estos microorganismos, el científico dijo que "más que nada aplicaciones en medicina y también pueden haber algunas aplicaciones industriales (...) el de Atacama es el desierto que tiene la mayor radicación en el mundo y los microorganismos que encontramos a 2, 3, 4 y 5 mil metros son diferentes por el distinto nivel de radiación que reciben. La diversidad es muy interesante".
Miles de años de evolución
El doctor Benito Gómez, científico de la Universidad de Antofagasta e integrante del CeBiB, explica que los microorganismos presentes en el desierto de Atacama han adquirido ciertas características únicas mediante la evolución, pues los que no se adaptaron a este ambiente extremo murieron. "Los que tenemos ahora (microorganismos), mediante procesos evolutivos que duraron muchos muchos años, se han podido adaptar y han podido colonizar diferentes hábitat y hasta hoy siguen resistiendo".
2.302 microorganismos suma el Atacama Database, entre los que se cuentan cultivados y no cultivados.
1984 desde mediados de